Ante una pintura, surge la inevitable pregunta: ¿qué es lo representado?, o ¿qué ha querido representar el autor? Casi siempre, la posible respuesta queda en el aire, alimentando inquietudes. Se cumple así la que suele ser la verdadera intención del artista.

Asun Requena también interpela al espectador en 3565-R, la exposición con la que habita el Polvorín de la Ciudadela. Una muestra comisariada por Aitziber Urtasun que surge "de la búsqueda del límite y también de la unión entre la figuración y la abstracción", cuenta la artista tafallesa. El rojo bermellón -tonalidad pictórica a la que alude el título de la exposición- es la base de una paleta de colores muy determinados con los que Requena se propuso como reto experimentar. Ese tono dominante remite a la vinculación de la pintora con Albarracín, donde aprendió mucho sobre arte. "Es el rojo de la tierra de allí, con la que restauran el pueblo desde hace mucho tiempo; es el color del propio pueblo", explica Asun Requena.

El mayor reto de esta exposición, en palabras de su comisaria, fue "hilvanar en un mismo espacio dos tipos de pintura a priori muy diferentes: la figurativa, con obras que remiten a iconografía de la historia del arte conocida por todos; y la completa abstracción geométrica, con pinturas muy potentes, con mucho movimiento y color", comenta Aitziber Urtasun. El objetivo de esta unión formal es didáctico: "Es demostrar que la figuración no está tan lejos de la abstracción; de hecho, está compuesta por planos de color que, si se desestructuran en pequeñas piezas, no dejan de ser composiciones abstractas. Ambos estilos formales caminan en la misma línea", apunta la comisaria de la muestra, que se enmarca en la programación navarra del tercer festival a nivel estatal Miradas de Mujeres, en el que este año participan 50 mujeres profesionales navarras del ámbito cultural.

El visitante encontrará, en la parte figurativa, interpretaciones personales de obras tan conocidas -"doblemente estudiadas, por su historia y por su técnica", dice Requena- como Las Meninas, La Venus del Espejo (ambas de Velázquez), el Guernica de Picasso, La Gioconda, La Dama del Armiño (ambas de Leonardo Da Vinci) o La joven de la perla (Van Eyck). Junto a estos retratos, que la artista ha "tuneado" vistiendo en algunos casos a las retratadas con diseños suyos y en los que ha incluido guiños "sutiles y muy íntimos", "engañando" al espectador, que en un primer momento cree reconocer lo que está viendo para luego darse cuenta de que no tiene nada que ver con la obra original, se exhiben otros de protagonistas anónimos -la propia autora y La Reina Gitana, una gitana tafallesa que falleció el año pasado y a la que tenía un gran cariño-. Así, mujeres famosas de la Historia del Arte se conviven con otras desconocidas -a ese nivel-, pero cuyas aportaciones a la vida no son por ello menos valiosas.

La exposición de Requena, en la que nos invita -en especial a las mujeres- a mirarnos, a ver reflejada en espejos nuestra imagen o nuestra realidad, o ambas, según se mire, es una constatación de la evolución pictórica de la artista. "Cuando ya has conseguido los retos académicos, convencionales, te planteas otras investigaciones, como buscar los materiales, la paleta de color... En este caso me planteé qué sería capaz de hacer con 4 ó 5 cinco colores...", dice. Ha conseguido inmortalizar la fuerza, la positividad, el empuje -tan necesarios hoy-, la sensualidad, la sexualidad, la tierra; pero también el sufrimiento, la sangre, las penalidades.

Todo lo que somos ante la vida. Todo lo que la vida nos da.

Autora. Asun Requena.

Lugar. Polvorín, Ciudadela.

Fechas y horario. Desde hoy hasta el 6 de abril, de martes a viernes de 18 a 20.30 horas, sábados de 12 a 14 y de 18 a 20.30 horas, y domingos y festivos de 12 a 14 horas.

Actividades. Visita guiada El proceso creativo: 1 de marzo a las 18.30 horas. Taller infantil: 8 de marzo, en dos sesiones, a las 11 y 12.15 horas.