pamplona - Taxio Ardanaz es consciente de que se mueve en un tiempo crítico y confuso, y precisamente esa certeza, y en consecuencia la necesidad de búsqueda de sentido, es lo que le impulsan como artista a recorrer un camino que para él, como para todo creador vocacional y honesto, es inevitable.

El artista pamplonés afincado en Bilbao descubre al público la última evolución y materialización del proyecto que le mantiene ocupado desde hace dos años en la exposición Egurre, que acoge hasta el próximo 13 de abril la Sala Rekalde de la capital vizcaína. Las piezas de esta muestra, que se enmarca en la presente edición del Programa Barriek, de becas de Creación Artística de la Diputación de Bizkaia, nacen a raíz del interés de su autor por los diversos modos de representación estéticas de ideología, de sentimientos, de lucha política, de cambio social o de fe. Un interés que Taxio Ardanaz (Pamplona, 1978) proyecta a partir de las construcciones memoriales y de los restos físicos e ideológicos que dichas situaciones han dejado entre nosotros. El fortuito encuentro del creador con un monumento republicano realizado durante la guerra civil española -ubicado en la Sierra de Pándols, en Catalunya- supuso un importante punto de inflexión en su discurso y su práctica artística, en la medida en que esa desconocida construcción habla con claridad de uno de los temas que más le preocupan a Taxio Ardanaz: la capacidad del arte para dar respuesta a las necesidades personales y colectivas en resistencia a una realidad siempre adversa.

En este caso, el artista reúne una serie de pinturas -una docena- sobre papel, colocadas y superpuestas en la pared, basadas en fotografías procedentes de archivos documentales, de la prensa o los libros de historia, imágenes que el autor mezcla con las de su realidad cotidiana provocando nuevos sentidos alejados de lo estrictamente narrativo. "Aunque parta de una realidad y de referencias concretas, luego mi obra se emancipa de ese discurso; trato de trabajarla siempre en un camino paralelo, desde el sentimiento, desde la emotividad y la necesidad, ya sea de resistencia o de expresión", explica Ardanaz, que se reconoce alejado de cualquier "discurso nostálgico y demagógico" sobre un pasado en el que él bucea en busca de sentido para la contemporaneidad y, en gran parte, para una realidad universal, atemporal. "¿Para qué estoy yo aquí, qué puedo aportar?", se pregunta él, aludiendo a su condición de artista. "Todos necesitamos decir algo ante el tiempo en que vivimos, y para mí la referencia al conflicto es muy útil, porque el conflicto siempre tiene algo de positivo, y es que nos obliga a situarnos y fuerza a sacar aquello que dignifica", sostiene el creador navarro.

Asegura que toparse con el monumento republicano de Pándols, y leer en él la frase Prometemos vengaros. Venceremos, -un mensaje de fe, unidad y dignidad expresado en circunstancias extremas-, le reconcilió -le reconcilia todavía hoy- con su labor como artista, porque le "retrotrae a lo mitológico, al arte de las cavernas", y porque "resuelve políticamente el conflicto" de esa condición de artista y de su utilidad social. "Entiendo siempre mi trabajo como una necesidad personal, que justifica a la vez una necesidad colectiva", dice, y añade que esto "solo se concibe desde la esperanza". Un sentimiento tan necesario en estos tiempos.

Junto al citado Monumento a la XV Brigada Internacional de la sierra catalana, Taxio Ardanaz también parte en su proyecto de otra referencia: el Monumento a la Revolución Mexicana en Ciudad de México, en el que se basa para crear un montaje pictórico que, sin embargo, no contiene ninguna referencia directa a dicha obra sociopolítica. Como ya se ha dicho, el artista se aparta de esa historia con mayúsculas para generar un discurso plástico que emana autonomía conceptual y estilística. El trabajo de Taxio Ardanaz se sustenta en el ahora y en el cuestionamiento de nuestra condición contemporánea, desde la cual el artista reivindica la fuerza del arte para hacer frente al convulso momento político en el que nos encontramos.

más arte navarro Tras la muestra de Taxio Ardanaz, la Sala Rekalde de Bilbao exhibirá, en próximas exposiciones enmarcadas en el programa de becas Barriek, los trabajos de Lourdes Villa (Burgos, 1970), desde el 15 de abril; Mikeldi Pérez (Getxo, 1983), desde el 20 de mayo; y de otros dos artistas navarros: Iker Serrano (Pamplona, 1982), desde el 8 de julio; y Álvaro Gil (Corella, 1986), desde el 2 de septiembre.