PAMPLONA. El Gobierno foral ha dado en su sesión de este miércoles la autorización pertinente, con lo que culmina un proceso iniciado en diciembre de 2013 cuando el Ejecutivo aprobó el texto de un convenio a suscribir con los ayuntamientos de Puente Genil y Almedinilla (Córdoba), Gijón (Asturias), Mula (Murcia), y las diputaciones de Valladolid, Teruel, Palencia y Aragón, que fue rubricado en pasado año 2014.

Las villas romanas (lujosas residencias rurales) constituyen un modelo de asentamiento y ocupación del espacio rural que ha generado un patrimonio arqueológico referente de la cultura romana en Hispania.

Supusieron un modelo de organización del territorio, con profundas implicaciones culturales, sociales y económicas, que caracterizó la Hispania Rural durante varios siglos.

En numerosos casos, su transformación final anunció el paso a la época altomedieval, según informa el Gobierno foral que precisa que ese patrón de asentamiento no hubiera sido posible sin la amplia red de calzadas y caminos que jalonaron la Hispania antigua, que facilitó la circulación de excedentes agrícolas en las villas, productos de consumo, talleres itinerantes de objeto lujo, pero también de ideas y saberes.

Además de la villa navarra integran la red: Almenara-Puras en Valladolid, El Ruedo en Almedilla y Fuente Álamo en Puente Genil (ambas en Córdoba), Fortunatus en Fraga (Huesca), La Olmeda en Pedrosa de la Vega (Palencia), La Loma del Regadío en Urrea de Gaén (Teruel), Veranes en Gijón (Asturias) y Villaricos en Mula (Murcia).