pamplona - La pamplonesa Patricia Amigot Leache, de 45 años, ha sido la ganadora del XXVII Premio Ana María Matute de Relatos de Mujeres con La última noche, la primera palabra, una narración “con cierto aire poético” cuyo trasfondo es “el enorme trabajo de cuidado que realizan las mujeres inmigrantes”. Nacida en Pamplona en 1970, Patricia Amigot es doctora en Psicología Social y profesora en la Universidad Pública de Navarra, y ha sido columnista en diversos medios de comunicación, entre ellos DIARIO DE NOTICIAS.

“Escribí el relato hace tiempo a raíz de una anécdota que me contaron sobre el vínculo emocional que se había establecido entre una mujer inmigrante y la niña que cuidaba”, explicó ayer Amigot, que añadió que se había lanzado a presentarlo a este concurso hace unos meses porque tenía “tiempo y ganas”. “Durante el último año y medio he estado de baja por cáncer y tenía tiempo y ganas para revisarlo”, señaló. Para la psicóloga, ha sido toda una sorpresa resultar ganadora del certamen, ya que, según comentó, no ha escrito muchos relatos a lo largo de toda su vida.

“Estaba leyendo al lado del río y me llamaron de la editorial. Me ha sorprendido bastante pero estoy muy contenta, sobre todo después de los momentos duros que he pasado en los últimos meses”, aseguró Amigot, que escribe “desde siempre” y que ya ha ganado más concursos con sus escritos, en ocasiones anteriores en euskera, como el Premio Satarka del Ayuntamiento de Hondarribia y el Premio de Poesía en euskera del Ayuntamiento de de Pamplona-Iruñea (en dos ocasiones).

perspectiva de género Amigot consideró que su profesión como profesora en la UPNA y su doctorado en Psicología Social (trabaja sobre todo cuestiones de género) está muy relacionado con el relato La última noche, la primera palabra, porque la psicología “es un trabajo de análisis y reflexión contigo misma y con los otros”, aunque apuntó que no hace un “ejercicio intencionado” en sus publicaciones. “En el relato no he hecho un ejercicio intencionado de incluir la perspectiva de género pero como estoy atenta a las desigualdades que existen es más fácil que me impacten y que las deje patentes en mis escritos”, afirmó Amigot.

Y es que, este relato ganador aborda la vida y la relación emocional que se establece entre las mujeres inmigrantes que sostienen y crían a niños de otras familias, y a su vez la dificultad que esto supone para conciliar su vida laboral con su propia vida familiar y el cuidado de sus propios hijos, como un reconocimiento al “enorme trabajo de cuidado” que realizan.

Pero, ¿existe una literatura de mujeres? Para Amigot, el hecho de ser mujer sí que puede determinar o, al menos condicionar, la literatura que escriben las mujeres. “Nuestras experiencias están condicionadas por lo que somos y marcadas por cómo nos trata la sociedad, por lo que imagino que después influyen en los pensamientos que las mujeres escriben en su literatura”, concluyó Amigot.

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originales. Al XXVII Premio Ana María Matute de Relatos de Mujeres se han presentado 221 escritos originales. El ganador y los finalistas serán publicados.