pamplona - Ara Malikian (Beirut, Líbano, 1968) es uno de los violinistas más prestigiosos a nivel internacional, pero cuando se le pregunta por su reputación, humilde niega la mayor y señala que “la fama puede terminar de un día para otro” y que lo importante en un músico es “concentrarse en su trabajo e intentar siempre mejorar y crecer”. “Si pienso que he llegado a mi techo no es sano. Hay que pensar que lo mejor está por venir”, apunta Malikian, quien ayer volvió, en cierta forma, a uno de los lugares en los que comenzó a despuntar como artista. Y es que, hace precisamente 20 años que se proclamó ganador del Concurso Internacional de Violín Pablo Sarasate (cuya final se disputa hoy) y, para celebrarlo, ofreció un concierto en la Ciudadela en el que interpretó obras suyas y piezas con arreglos de Bach, Vivaldi, Paco de Lucía o Manuel de Falla.
“Para mí no es un reencuentro como tal porque yo he seguido viviendo con Sarasate estos 20 años ya que forma parte de mi vida profesional”, apunta el violinista, quien considera “maravilloso” que en esta edición se haya tomado la iniciativa de combinar este concurso con actividades dentro del programa Sarasate Live! y acercar así esta figura al público: “Personalmente creo que todavía en Pamplona no se valora del todo lo importante que fue Sarasate. A ver si ojalá, por fin, se dan cuenta de lo grande y lo importante que fue su figura”.
Es lo que busca hacer precisamente él desde sus proyectos: acercar el mundo de la música clásica a la calle y atraer a los jóvenes a esta disciplina. “Es muy necesario este contacto. Hay que hacer la música clásica atractiva al público. Sabemos que el público que se interesa por la música clásica es de otra época, de otra generación algo mayor, por lo que hay que hacer algo para que los jóvenes se interesen por ella. No es por la calidad de la música, porque esta música es maravillosa, pero sí que hay algo que no les atrae y hay que interesarse en saber qué será”, observa. “Hay que ser conscientes de que vivimos en otra época y que las reglas que regían el mundo de la música clásica quizá sean anticuadas y se deberían innovar. La música tiene que seguir tal cual, pero hay que tener consciencia de que estamos en el siglo XXI”, añade.
un premio “romántico” Malikian reconoce que hace 20 años convertirse en el ganador del Concurso de Violín Pablo Sarasate sí que le sirvió para impulsar su carrera artística, principalmente en el Estado, donde se instaló hace 15 años, pero afirma que ahora, para él, este premio tiene un significado “mucho más romántico”. “Soy un gran admirador de Sarasate, al que considero una leyenda, y haber ganado su concurso es algo que me hace muy feliz. Hoy en día ya no es algo que me ayuda profesionalmente, pero me hace muy feliz por razones románticas”, explica.
Como consejo hacia los participantes de este y otros concursos, y hacia los jóvenes músicos que quieran dedicarse a este mundo, Malikian cree que deberían ser “más rebeldes”. “En los jóvenes echo de menos que busquen más su personalidad, que no toquen como sus ídolos o sus profesores. Está bien que se inspiren en quien les parezca inspirador, pero un artista debe buscar su propia gestualidad, su propia voz y su propia manera de hacer las cosas”, opina. “A veces tienes un profesor que te machaca mucho porque te pide que toques de una manera, y eso es una pena porque el alumno no tiene que tocar como el profesor, sino como él mismo. Hay que incitar a los jóvenes a ser más rebeldes, enfrentarse a sus profesores y hacerlo a su manera”, agrega Malikian, quien asegura que su comportamiento fue así en su juventud y que, pese a que sufrió mucho, ahora se siente muy agradecido.
Y es que, el artista se encuentra en uno de sus mejores momentos. Acaba de publicar 15, un disco “que celebra los 15 años que llevo en España y que es un resumen de todo lo que he hecho y haré en el futuro”, y está disfrutando de la profesión “mucho más que hace 20 años”. “En ningún momento he dudado de mi profesión, estoy completamente enamorado del violín y de ser músico. Sí que es verdad que hay una parte menos guay porque supone estudiar mucho, hacer muchos sacrificios, muchas horas de prácticas... Realmente yo estoy disfrutando de esta profesión ahora mucho más que hace 20 años, porque como joven he perdido muchas cosas que un joven suele hacer, como salir con los amigos, y son cosas que ahora, aunque sea tarde, estoy recuperando”, resume.
al detalle
El concierto. Malikian ofreció ayer un recital dentro de la programación de Sarasate Live! en el que interpretó composiciones propias o piezas con arreglos como Dzovarev, Ciocarlia Tradicional, Pisando Flores, Backgammon, Vals de Kairo, 1915, Zapateado de Sarasate, Verano de Vivaldi y Aria de Bach; y otras como No Surprises de Radiohead, Danza de la Vida Breve de Manuel de Falla y Zyriab de Paco de Lucia.