pamplona - José María Velázquez-Gaztelu (Cádiz, 1942). Poeta y escritor, lleva 30 años dirigiendo y presentando Nuestro Flamenco en RNE-Radio Clásica. Programa referente para todos los amantes del flamenco y de la música en general. Un espacio donde neófitos y aficionados a este apasionado arte, encuentran un abanico de posibilidades para así cultivar su propio universo flamenco. Al ofrecer su sabiduría en formato de conferencias por diversos espacios culturales, universidades y festivales de todo el mundo, tiene una visión panorámica de todo cuanto acontece, sin caer en improntas superfluas, ni en parcialidades evidentes. Esta tarde impartirá una conferencia dentro de las actividades paralelas del Flamenco on fire. Con el título La Guitarra en Ritos, hará un repaso de la presencia particular que tuvo este instrumento y sus tocaores en la serie que a principios de los años 70 presentó y dirigió: Ritos y Geografía del Cante y Ritos y Geografía del Baile, producido y emitido por RTVE. Una serie de 100 capítulos donde la parte del Cante, que entra dentro la Guitarra, se remasterizó y se lanzó en 2007 con textos nuevos del propio Velázquez-Gaztelu. Diego del Morao, Parrilla de Jerez, Paco de Lucía, Manolo Sanlucar, Paco Cepero, Juan Habichuela (hermano de Pepe) y un largo etcétera, son los tocaores y guitarristas flamencos protagonistas en esta sección del mítico programa, referente total para todos los amantes de la música, la historia, la sociología, la cultura y la antropología.

¿Qué nos podremos encontrar en esta conferencia?

-Quiero que sea un homenaje a Pepe Habichuela y participar con mi granito de arena con el Flamenco on Fire a considerar la trayectoria de este magnifico guitarrista, sin olvidar a su hermano Juan.

Hay una estrecha relación entre la familia Habichuela y usted. Toda una vida dedicada al flamenco?

-Sí, hemos ido en paralelo. Yo conocí a Pepe a través de Enrique Morente en sus comienzos, ya que éramos muy buenos amigos. Al principio de llegar unos y otros a Madrid, conocí a toda la familia de los Carmonas. Y es que Morente y Pepe trabajaban juntos.

¿Cómo está evolucionando hoy en día el cante flamenco, con respecto al baile y a la guitarra?

-Son formas expresivas totalmente distintas. Cada uno tiene unas características totalmente distintas aún perteneciendo al mismo género. Hoy no se canta lo mismo que hace 40 años, ya que son tiempos distintos y necesidades diferentes, y al estar el flamenco vivo y en evolución, es lógico que los medios sean otros. El cante, al igual que el baile y el toque va abriéndose y va tomando otras connotaciones, acercándose a otros territorios. Actualmente, la riqueza del flamenco es que hay diferentes corrientes, una más clasicista, otras corrientes más contemporáneas, que lo abre a otras dimensiones. Hoy en el cante, concretamente, hay una riqueza estilística muy enriquecedora.

El que haya nuevos elementos escénicos y nuevas formas interpretativas en el flamenco, ¿es algo que aporta o es algo que distrae?

-Las nuevas aportaciones escénicas, que suelen ser en grandes formatos, requieren de distintos elementos que el formato pequeño donde el cantaor sentado en una silla con el tocaor hace sus cantes. Esto siempre ha pasado en el flamenco y evoluciona en todos los sentidos. El hecho del paso del tiempo ayuda a que este arte vivo dé nuevos pasos. Al salir el flamenco fuera entra en contacto con disciplinas ajenas a éste, habiendo una reciprocidad en este sentido. La palabra fusión no creo que sea la más adecuada. Yo soy partidario de lo que me decía Paco de Lucía en una de las tantas entrevistas que le hice: “Se trata del encuentro entre dos músicas”. Entre el flamenco y el jazz, la música oriental, la sinfónica? pero después cada una va por su camino, pero en ese encuentro, ya se han enriquecido mutuamente.

Usted que suele viajar por todo el mundo con sus conferencias, mesas redondas, exposiciones, espectáculos? ¿qué concepto tienen del flamenco fuera?

-Mi experiencia es emocionante al ver las salas o espacios llenos a rebosar. Son personas que acuden o que se interesan por el flamenco porque tienen una sensibilidad especial. Hay más interés fuera por el flamenco que en el propio lugar donde se ha fraguado este arte: Francia, Japón, México, Estados Unidos, etc? Y no es cierto que fuera no entienden de flamenco. Lo más importante es que llegue al interior de cada persona. Pueden disfrutar de un espectáculo más clásico, que uno de vanguardia y esto es lo grande del flamenco, su diversidad. Y esto lo dicen los artistas flamencos que viajan por todo el mundo.

¿Es algo que podemos extrapolar a esta fenomenología que, desde hace unos años, está pasando por aquí por el norte de la Península?

-Efectivamente, se está demostrando con distintos eventos de nivel, tanto en Bilbao, Barakaldo, Vitoria-Gasteiz, y ahora con este impresionante proyecto como es Flamenco on fire, que el flamenco se está consolidando y el público acude con entusiasmo y degustando lo que van a ver, con atención y sensibilidad musical.

Hace dos días que nos ha dejado Ángel Álvarez Caballero, una gran perdida para el flamenco, ¿no es así?

-Ángel fue un maestro, durante casi 30 años escribiendo para un medio de gran difusión internacional. Una persona que se volcó con el flamenco cuando lo conoció. Le debemos mucho. Libros importantes: “Historia del Cante Flamenco” en 1981 y nada más y nada menos que para Alianza Editorial. Eso fue un espaldarazo muy importante para el flamenco. Abrió un camino muy importante con este libro. Y por supuesto su trayectoria como periodista profesional fue ejemplar, de persona entregada y estudiosa.

José María Velázquez-Gaztelu