londres - Alan Rickman, una de las grandes figuras del cine británico y conocido por su papel del profesor Severus Snape en la saga del niño mago Harry Potter, murió a los 69 años a causa de un cáncer, según informó ayer su familia en un escueto comunicado.
Con su fallecimiento casi un mes antes de cumplir 70 años, el Reino Unido pierde a uno de sus más importantes intérpretes dramáticos, famoso por sus papeles de obras del dramaturgo inglés William Shakespeare o de la escritora Jane Austen.
Fue durante más de tres décadas uno de los villanos más queridos y aclamados del cine británico gracias a la profundidad de sus recursos interpretativos, adquiridos en el teatro, y a su poderosa voz. Destacaba su cercanía y su sentido del humor siempre muy ocurrente.
En la memoria colectiva ha dejado personajes con tintes de maldad como Hans Gruber, el abyecto adversario de Bruce Willis en Jungla de cristal (1988), el cruel sheriff de Nottingham que se enfrenta a Kevin Costner en Robin Hood: Príncipe de los ladrones (1991), y el ambiguo profesor Snape de la saga de Harry Potter.
Tras conocerse la muerte fueron muchas las reacciones. El actor James Phelps, que interpretó a Fred Weasley en las aventuras de Harry Potter, admitió sentirse conmocionado por la noticia y destacó la personalidad de Rickman. “Uno de los actores más agradables que haya conocido. Mis pensamientos y rezos están con su familia en este momento”, escribió Phelps en su cuenta de la red social Twitter. El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, expresó su tristeza también en su cuenta de Twitter.
Trayectoria Su versatilidad también le permitió interpretar papeles amables como el músico Jamie en el drama Truly, Madly, Deeply (1991) y el humilde coronel Brandon en Sentido y sensibilidad (1995). Rickman se casó en 2012 con Rima Horton, una profesora de economía a la que conoció cuando eran adolescentes y con la que mantenía una relación desde 1965.
El actor, que en alguna ocasión dijo que nació con la tarjeta del Partido Laborista bajo el brazo, fue un activo militante político, lo mismo que su mujer, que se ha presentado dos veces como candidata al Parlamento.
Rickman, a quien su participación en Harry Potter le aseguró en los últimos años legiones de fans, nació en el barrio trabajador de Acton, en el oeste de Londres, y trabajó como diseñador gráfico durante tres años antes de arriesgarse a abandonar su carrera para estudiar arte dramático.
Con 26 años, desde el estudio de diseño que había fundado en el Soho de Londres, escribió una carta a la Real Academia de Arte Dramático británica (RADA) que le cambió la vida. El prestigioso centro le concedió la audición que había pedido y le concedió una plaza tras verle interpretar un pasaje de Ricardo III, del dramaturgo inglés William Shakespeare.
Su formación de teatro clásico le llevó a entrar en 1978 en la Royal Shakespeare Company, con la que encarnó a Aquiles, en Torilo y Cresida, Hamlet, y Antonio, en Antonio y Cleopatra, entre otros.
Su primer éxito internacional llegó sobre las tablas, en 1985, con el personaje del vizconde de Valmont en una adaptación de Las amistades peligrosas que triunfó en el West End de Londres y en Broadway. Ya asentado en la escena cinematográfica, llegaron nuevos éxitos como el BAFTA que le entregaron por su papel en Robin Hood, y las nominaciones a los premios británicos por Truly, Madly, Deeply y Sentido y sensibilidad.
También fue aclamado por su interpretación de Rasputin, en una teleserie de 1996, y por su participación en la comedia Love Actually (2003). Se puso en la piel del profesor Snape por primera vez en 2001, en Harry Potter y la piedra filosofal. Rickman nunca recibió un Oscar, pero acumuló otros muchos galardones durante su carrera, incluido un Globo de Oro y un Emmy por Rasputin: su verdadera historia. - Efe