Fue en la década de los cuarenta cuando el doctor Carlos Elizalde, médico de Huarte, compró la casa que hoy ocupa el restaurante-hotel que lleva su nombre. Un chalet rodeado de viñedos que se ha convertido en un espacio gastronómico de referencia en la Comunidad Foral, a cinco kilómetros de la capital navarra, y que en la actualidad es regentado por sus nietos, tras pasar por la dirección de su hijo Antonio.

La larga trayectoria del Restaurante Hotel Don Carlos hace de este establecimiento un lugar de encuentro de natural belleza, donde los clientes se sienten atraídos por su cuidada cocina para celebrar diversos eventos. Una gastronomía familiar que conjuga la tradición con la innovación, una de las características más destacables del trabajo del equipo que compone el Restaurante Hotel Don Carlos, siempre ligada a la calidad de la materia prima y del producto de temporada.

Durante todo el año el restaurante acoge diferentes eventos gastronómicos para dar a conocer la variada oferta culinaria y degustar las creaciones. Las cenas maridaje son un clásico entre sus propuestas, donde el comensal, además de deleitarse con el sabor de sus platos, puede conocer las cualidades organolépticas de las diferentes referencias vinícolas. Cada una de las ediciones consiste en un menú diseñado rigurosamente entre el equipo de cocina, el enólogo de la bodega participante y el sumiller del Restaurante. “El menú se compone de seis platos finos y equilibrados a maridar con seis vinos y/o champanes”, explica Antxon Elizalde, gerente del Restaurante Hotel Don Carlos. De hecho, “una de las citas más demandas son las que se componen de cavas Freixenet”, resalta. A su vez, la inquietud de Elizalde por la sumillería ha permitido elaborar estas propuestas y confeccionar una carta de vinos con más de 40 DO nacionales e internacionales.

Toda clase de eventos Sin duda, el entorno natural donde se enclava el hotel y su delicada cocina tradicional con toques modernos convierten al Restaurante Hotel Don Carlos en el lugar idóneo para celebrar cualquier tipo de evento. Bodas, comuniones, showrooms, congresos, reuniones de empresa, familiares o de amigos tienen cabida en este espacio de más de 5.000 metros cuadrados de jardín, que componen el conjunto del edificio. La profesionalidad, la experiencia y el asesoramiento del equipo permiten celebrar “el gran día de principio a fin en el mismo lugar, ya sea una boda o una comunión”, indica Elizalde. Además, el establecimiento dispone de 30 habitaciones de servicio completo, cafetería y un amplio aparcamiento para clientes.

Por su parte, el Restaurante Hotel Don Carlos también se preocupa en ofrecer un espacio para las familias. Para ello, dos días al mes celebra los Happy Days, en los que se presenta un menú especial y animación infantil durante la sobremesa, “para que los padres puedan disfrutar de una comida agradable y distendida a la vez que los pequeños lo pasan en grande”.

En cuanto a las noches de verano, la terraza al aire libre se convierte en un espacio singular y relajante para disfrutar de conciertos, monólogos o catas, entre otros.