Ala tercera va la vencida, porque ayer se estrenó por fin en Pamplona el esperado ciclo Flamenco en los balcones, como parte del festival Flamenco On Fire, en marcha desde el pasado miércoles, día 24. Pensado como una oportunidad para que la gente de la calle disfrute de este estilo musical y se acerque a él de una manera diferente a la que lo haría sobre los escenarios, ayer un balcón de la calle Mañueta, otro del ayuntamiento y otro del Hotel La Perla fueron las tablas sobre las que Diego del Morao, Jerónimo Maya y Miguel Jiménez, y Montse y Eduardo Cortés actuaron, respectivamente.
Hoy, en los mismos lugares y a las mismas horas, actuarán Jerónimo, Montse y Eduardo Cortés y Arcángel y Dani de Morón; y, mañana, Pepe Luis Carmona y Carlos de Jacoba, Guadina y Jerónimo y Alba Molina y Joselito Acebo. Por último, el sábado cerrarán el ciclo Pepe Habichuela, Pepe Luis Carmona y Carlos de Jacoba y Guadiana y Jerónimo.
A las 12.00 horas comenzaron a sonar los primeros acordes en la Mañueta, de la mano de Diego del Morao, que ofreció un concierto de media hora en el que el público estuvo entregado de principio a fin. Con mucha sensibilidad y un poco escondido en el balcón, Morao fue capaz de estrenar el ciclo con un público atento a su música, que arrancó varios olés. Por ello, el artista destacó al concluir su actuación: “Me ha encantado la experiencia, porque es una buen amanera de acercar este arte a la gente, y el público lo ha acogido muy bien”.
A continuación, la plaza Consistorial fue testigo, a las 12.45 horas, del peculiar aurresku gitano que interpretaron el saxofonista navarro Josetxo Goia-Aribe y el bailaor andaluz Marcos Vargas, que ofrecieron una versión de este baile tradicional. Después, las miradas que antes atendían a ras de suelo a estos dos artistas, se dirigieron a la casa consistorial, ya que, en el balcón del medio, el guitarrista Jerónimo Maya y el cantaor Miguel Jiménez ofrecieron un concierto.
Aunque estaba previsto que fuera Juan Salazar quien acompañara a Maya en esta actuación, finalmente no pudo acudir, por lo que Jiménez cantó en su lugar. Este, quien regenta el Estudio de Arte Flamenco Cuarto Coralillos en la Rochapea junto a su mujer, la también artista Eva González, expresó tras acabar el concierto que “es una suerte que se celebren estos ciclos, porque se ve cómo, poco a poco, a la gente le va gustando más este estilo musical”.
Junto a él estuvo en el balcón del ayuntamiento el guitarrista madrileño Jerónimo Maya, con quien ya había colaborado en diferentes ocasiones. Para el artista, el calor no fue un impedimento a la hora de actuar, ya que, a pesar de que ayer se registraron máximas de 35º, Maya se considera “amigo del sol”. Además, el guitarrista comentó que se sintió “muy a gusto” durante toda la actuación y que la iniciativa del Flamenco en los balcones le pareció “estupenda”, gracias a la cual se puede “abandonar el tópico de que el flamenco es sólo del sur”. Y así lo demostraron los espectadores, “coreando olé a tiempo y respetando los tiempos”, concluyó Maya.
Por último, a las 13.30 horas fue el turno de Montse y Eduardo Cortés, tía y sobrino -cantaora y guitarrista, respectivamente-, que acudieron desde Barcelona para actuar. A pesar de que pensaron que iban a hacerlo “para tres personas”, confesó Eduardo Cortés, la calle debajo del Hotel La Perla, sobre todo la sombra, estuvo repleta de adeptos y curiosos de esta música.
También sorprendió que, tanto en esta como en las demás actuaciones, “la gente estaba muy atenta”, destacó la cantaora. Incluso “había personas que pedían al resto de la gente que guardaran silencio para disfrutar del espectáculo. Y eso no pasa en todos los lugares”.
Acercar la música
Para todos
Acogida muy favorable
Seguidores o no del flamenco. Turistas o vecinos de Pamplona. Todos acudieron a esta primera cita de Flamenco en los balcones. Y es que, como señalaron tanto la concejala de Cultura Maider Beloki en la presentación de la actuación del ayuntamiento, como Marote Santiago, productor artístico del festival Flamenco On Fire, la música es universal y una parte cultural muy importante, por lo que esta propuesta acerca a la calle un flamenco que combina tradición e innovación.
A pesar de que la organización tenía pensado sacarlo el año pasado, fue en este, el tercer festival Flamenco On Fire, donde la propuesta salió a la calle. Y fascinó a su público. “Es una experiencia formidable”, afirmó el pamplonés Aurelio García, que acudió junto con su esposa, su hijo y su hija, con quienes suele ir a este tipo de eventos para que así “los niños vayan conociendo los diferentes estilos musicales que hay”.
Asimismo, las hermanas burladesas Blanca y Piedad se enteraron del ciclo por casualidad, “paseando por la calle”. Y a pesar de que, confesaron, no es su estilo musical favorito, asistieron a los conciertos que se escucharon bajo los balcones del consistorio y de La Perla. “Es una iniciativa muy original”, apuntó Blanca, a lo que su hermana añadió que “Pamplona necesita que se hagan estas cosas”, para así apreciar las distintas culturas que hay.
A esta cita musical no sólo acudieron vecino, sino turistas que se acercaron a la ciudad. Los jóvenes Toni Abellán y Diego Martín, amigos de Barcelona, llegaron a Pamplona para disfrutar, por primera vez, de este festival de flamenco. Músicos y amantes de esta música, estos jóvenes catalanes permanecerán en la capital navarra hasta que acabe el certamen. “Vamos a acudir a los espectáculos de Diego Carrasco -que actuó anoche- y Vicente Amigo -el sábado-, así como a los conciertos de los balcones, ya que son una propuesta muy buena”, señaló Abellán. “Ya podrían hacerlo en Barcelona”, corroboró su amigo.
Por su parte, también presenció este arte a pie de calle Aitor Zubitur, que llegó desde Cáceres con su familia. “Solemos venir a Pamplona porque tenemos parientes aquí”, apuntó el cacereño, quien no es adepto a esta música pero se acercó a la calle del Hotel La Perla para escucharlo. Pero también disfrutaron del flamenco de los balcones fieles de esta música, como Iñaki Lero, quien expresó que los espectáculos le parecieron “gloria bendita”. “Son conciertos gratuitos a los que puede venir gente que de otra manera no escucharía a los artistas, porque no va a pagar para ver un concierto que no le gusta”, añadió.
Maite Arraztoa fue otra de las espectadoras pamplonesas a las que los punteos de guitarra y los profundos cantes emocionaron, ya que, a pesar de haberse enterado por casualidad, confesó que la actuación de Jerónimo Maya y Miguel Jiménez le gustó “mucho”. “Es una gran idea fusionar así las culturas, porque permite apreciar las diferentes formas de percibir la música”, destacó. Y es que esa es la esencia de esta propuesta, la de acercar a un público de todas las edades y lugares el flamenco. Pero así conocen otra cultura musical distinta. Por eso, si todo sigue bien, la organización del festival aseguró ayer que el ciclo Flamenco en los balcones se repetirá en años próximos, como una parte más de Flamenco On Fire.