pamplona - El Auditorio Baluarte de Pamplona acogerá hoy un concierto de esos a los que el apellido de lujo casi le viene serigrafiado en los programas de mano. Se trata del recital que ofrecerá la Orquesta del Teatro Mariinsky de San Petersburgo junto con el Orfeón Pamplonés, dirigidos por el maestro Valéry Gergiev, con el que volverán a interpretar como plato principal la 2ª Sinfonía de Mahler, precedida por el Concierto para violín y orquesta nº3 de Mozart y la Tarantela de Pablo Sarasate.

El concierto, que da continuidad al que ambas formaciones ofrecieron ayer en Bilbao con el Requiem de Verdi, comenzará a partir de las 20.00 horas y las entradas cuestan 52, 44 y 34 euros y se pueden adquirir a través de los canales habituales: en las taquillas de Baluarte, en www.baluarte.com y en el 902 15 00 25. Las entradas del programa Baluarte Joven (carné joven) cuestan 16, 13 y 10 euros y están ya disponibles en las taquillas.

El gerente de la Fundación Baluarte, Félix Palomero; el director del Orfeón Pamplonés, Igor Ijurra; y un especialmente didáctico y explicativo Valéry Gergiev, director general y artístico de Teatro Mariinsky desde 1996, aunque su relación con el mismo en la dirección se remonta a 1988, ofrecieron ayer todos los detalles de concierto.

Palomero, como introducción, quiso volver a destacar, como clave tanto de su gestión como de la propia Fundación Baluarte, la ratificación de “ventana abierta del auditorio para nuestros artistas y creadores navarros, en este caso a través del Orfeón Pamplonés”, acompañado en esta ocasión de la orquesta del Mariinsky, un relación, que, como recalcó, une desde hace años a las tres entidades, puesto que ya en el año 2010 ofrecieron un concierto en Baluarte, que posteriormente se refrendó en 2015, año del 150 aniversario del Orfeón. Asimismo, Palomero agradeció el hecho de que tanto Gergiev como la Orquesta del Mariinsky “hayan confiando en Pamplona y Baluarte como su sede de la gira” estatal que protagonizarán este año.

Gergiev, un ‘top’ en Pamplona Valéry Gergiev se mostró, en primer lugar, “agradecido por volver a Pamplona y feliz por colaborar de nuevo con los amigos del Orfeón Pamplonés”. En cuanto a los jóvenes solistas con los que contarán para el concierto de hoy, “Irina Churilova comenzó a trabajar conmigo hace año y medio, y cuenta con una voz rica y preciosa; mientras que Yulia Matochkina, fue la ganadora el pasado año del concurso Tchaikvoski y es una gran promesa en el mundo de las mezzosoprano”. Respecto al Orfeón, lo definió de forma sencilla pero tajante, “magnífico”.

Antes de desgranar la segunda de Mahler , Gergiev quiso recordar, especialmente, con motivo del concierto que ofrecieron ayer en Bilbao, la actuación que ofrecieron en 1999 en la capital vizcaína, con la Jovanchina.

Por su parte, Igor Ijurra, que antes de la rueda de prensa confesaba haber pasado la noche soñando con Verdi y Mahler, apuntó que “en los últimos doce años hemos tenido mucho trabajo y actuado con diferentes orquestas y directores. Pero, probablemente, el director clave en nuestra trayectoria es Valéry Gergiev. Su relación con el Orfeón comienza en octubre de 2009, con la octava sinfonía de Mahler, tanto en Pamplona como en Zaragoza. Aquello fue el inicio de una andadura que nos ha hecho interpretar ya siete conciertos junto al maestro y la orquesta del Mariinsky; y, por tanto, el de ayer y el de hoy será el octavo y el noveno... conciertos que, con una orquesta y un maestro de esta categoría, no son poca cosa. En 2010 nos fuimos con ellos al Carnegie Hall de Nueva York, siendo el primer coro español en debutar en este escenario. Repetimos la segunda de Mahler en 2010, en Pamplona, y, además, el maestro tuvo a bien estar presente en nuestro 150 aniversario, en 2015, año en el que le nombramos como nuestro director honorífico. De esta forma, yo pongo en valor que una de las orquestas top y uno de los directores top del mundo vengan a Pamplona, un ciudad de 200.000 habitantes; desde la humildad, creo que es algo importantísimo. Y que el maestro, que tiene cerca de 200 conciertos años, quiera seguir relacionándose con el Orfeón, para nosotros es un orgullo. Queremos que esta relación se intensifique en los próximos años y vamos apostar por ello. Para nosotros es un reto hacer dos obras consecutivas, Verdi y Mahler (ayer en Bilbao y hoy en Pamplona); al maestro le gustan estos retos y nosotros, a veces, no sabemos decir que no. Además, el Réquiem de Verdi termina pianísimo y la parte coral de la 2ª de Mahler comienza lo más pianísimo posible para el Orfeón, así que parece la continuación perfecta”.

Apuesta por el Orfeón El maestro Gergiev tampoco desaprovechó la oportunidad de explicar las razones de su enamoramiento artístico del Orfeón Pamplonés. “He trabajado con varios coros que considero amateur pero que a mí me aportan lo más interesante de música clásica, la pasión y el amor por la música. Para mí, los coros amateur, como el Orfeón, consideran la música en el primer punto, y los contratos comerciales vienen en segundo lugar. Si creo en el futuro de la música es porque considero que muchísimos coros amateur de todo el mundo siguen adelante gracias al amor por la música”. Además, el maestro destacó como muy buenas sus experiencias anteriores con el Orfeón, “lo que me hace sentir muy cómodo, algo que también sucedió ayer (por el domingo) en los ensayos”. En este sentido, Gergiev destacó que la interacción de un “coro español, como el Orfeón, con el que hay una relación de amistad, y una orquesta como la del Mariisnky es bueno para Europa y para el mundo. Y, además, el Orfeón Pamplonés vendrá al próximo festival Noches blancas de San Petersburgo porque es una relación natural y necesaria dentro de la cooperación artística”. A este respecto, Igor Ijurra quiso puntualizar que “todavía estamos trabajando en lo que será la participación del Orfeón en el festival de San Petersburgo, pero lo más probable es que, por cuestión de tiempo, sea ya en 2018”. Es más, respecto esa futura colaboración con el Orfeón, Gergiev les incitó a “aprender sobre algunos compositores rusos de manera que podamos trabajarlos juntos, o incluso obras en francés”.

Al margen del coro, Gergiev matizó, respecto a Mahler, que se trata de una obra y un compositor con el que ocurren muchas cosas dentro y fuera del escenario, “por lo que la colocación de los instrumentos, más altos o bajos, es fundamental”. Es más, el maestro ruso matizó que con el paso de los años este tipo de obras, como la 2ª de Mahler, que tanto se interpretan cada año, con el paso de tiempo varían su interpretación, “ya que nosotros cambiamos y la sociedad también”.

Valéry Gergiev. Igor Ijurra, siempre especialmente descriptivo en sus explicaciones y apuntes, destacó del maestro Gergiev “sobre todo su expresividad. Es un fiel reflejo de la escuela rusa de dirección, que tiene sus peculiaridades, pero, sin entrar en cuestiones técnicas, lo más importante de un director, es lo que expresa. Y cómo hace que el trabajo sea muy fácil con estas grandes masas, puesto que hay que tener en cuenta que hoy estaremos 125 personas en el coro más una orquesta de 105 músico. Él tiene una tranquilidad que ya me gustaría para mí, yo soy mucho más nervioso, y eso hace que pueda gestionar todas las fuerzas de un manera muy natural, teniendo siempre todo bajo control. Lo que destaca en nuestro coro es que hay que mirarle a los ojos por su expresividad. Y por eso precisamente sus interpretaciones tienen algo. Y, de hecho, por esto mismo, creo que unas de las mejores interpretaciones del Orfeón Pamplonés fueron en el Carnegie Hall y la segunda de Mahler en Pamplona en 2010. Y esto es algo que dicen nuestros propios cantantes, del que destacan especialmente el feeling con el maestro. Y, al final, el cantante de un coro amateur disfruta cantando pero quiere que haya momentos especiales que la hagan evadirse de los problemas cotidianos para estar durante hora y media absolutamente enganchado y evadido. Y eso lo conseguimos con el maestro”.