Concierto de Sons of Aguirre, Msias y Charly F & Loren D
Fecha: Sábado, 28 de enero. Lugar: Sala Tótem. Incidencias: Media entrada. Público joven y participativo.
El rap político está en auge y muchos jóvenes encuentran refugio en las letras de grupos como Los Chikos del Maíz y de raperos como Pablo Hasél, de la misma forma que la generación de los 80 cantó y berreó las odas del punk de La Polla Records, Kortatu o Eskorbuto. Vale que lo de ahora está desprovisto del nihilismo de aquellos, pero hay un fondo de armario del que unos y otros comparten muchas cosas. Y hay también una juventud que se siente ninguneada y engañada y que se identifica con el mensaje de esta nueva generación de grupos cuyo vehículo de expresión es el rap. Entre todos ellos está despuntado Sons of Aguirre, un dúo que responde a los nombres de MC Endesa y WillyLet, dispuesto a desenmascarar el capitalismo y el liberalismo desde el punto de vista de la propia derecha. Su exiguo repertorio -no tienen más de una docena de canciones difundidas por internet- no ha sido obstáculo para cosechar miles de seguidores ávidos de participar de esta parodia.
Pues bien, con estos antecedentes contados someramente, el pasado sábado aterrizaron en la sala Tótem los hijos de Aguirre (de Esperanza, se entiende) y el resto de artistas que los acompañó sobre el escenario. La crónica de lo visto y oído dice así:
Charly Efe, MC valenciano con más de 15 años de trayectoria, acaba de comenzar cuando entramos a la sala. Le respalda Loren D a los platos, quien ha trabajado con Los Chikos del Maíz en más de una ocasión. Charly Efe es un tío de aspecto rudo que escupe un rap crudo que sale de una garganta que lija los oídos de quien lo escucha: “Nunca hicimos fast food/música del alma como Sam Cooke/tú de Play School/yo en mi high school”.
El siguiente en salir es Msias, “un rapero católico de combate”, con mucho flow y desparpajo. Con él empieza la parodia, una comedia en la que el público participa activamente. Msias, vestido con túnica marrón, gafas de sol y mochila, es martillo de herejes y de raperos rojos. Del público asoma una bandera española. La chavalería grita “UPyD, UPyD”, y cuando cesa el escándalo escuchamos letras anti abortistas (Aborta el aborto), a favor del creacionismo, referencias al antiguo testamento y cosas así. Todo muy loco. El show de Msias es una especie de monólogo aderezado con canciones de rap, o al revés. Sus seguidores lo jalean y suena Chungo, grande y fuerte al más puro estilo Def Con Dos. La Santa Inquisición habría mandado a la hoguera a este monje a la primera de cambio. “Si vuestros padres os preguntan dónde habéis estado, ¿qué les vais a decir? ¿Que venís de ver un concierto de rap de derechas, pero en broma?” interroga a su joven audiencia MC Endesa. Han sido los últimos en salir y para entonces la sala Tótem es un caldero en ebullición. Son, claro está, los hijos de Aguirre. El público está metido hasta las cejas en la parodia, en realidad forma parte de ésta. Ahora es el turno del rap vehemente y político cuyas bases dispara desde su atalaya el mismo Msias, pero ya desprovisto de su túnica. En la intro oímos cosas como “contención salarial” y acto seguido suena Vete a Cuba, que resume el ideario de los hijos de Aguirre. Rapean: “El feminismo, un fracaso evidente”, “la derecha nunca quiebra y si todo sale mal siempre nos queda Albert Ribera” o “no soy racista, soy ordenado, cada uno en su país, bueno menos mi hermana que está currando en Londres”. Las rimas, que son dardos de sátira e ironía, fluyen a un ritmo vertiginoso. El público rapea junto con los dos MC’s y pega botes como si no hubiera un mañana. En el apartado estrictamente musical destaca la debilidad de Sons of Aguirre por el metal y el rock, con bases guitarreras con bien de distorsión, aunque también suenan estilos actuales como el trap o sonidos más cercanos al chill-out. Todo vale si de lo que se trata es de arremeter contra la izquierda, pero en broma.
Parece que el rap político ha llegado para quedarse. Posiblemente es lo que toca en tiempos de desigualdades, futuros inciertos y “leyes mordaza”. La Bruja Avería también lo decía por televisión en los años 80: “Viva el mal, viva el capital”. Y así.