un sueño, una locura, una utopía? Puede ser, pero ¡Oh capitán, mi capitán! es también una idea largamente acariciada y preparada con esmero, formación y mucho mimo por parte de su creadora, Laura Arnedo, nacida en La Rioja y vecina de Pamplona desde hace años. La marca, que apenas lleva quince días en el mercado, aúna sus dos grandes pasiones de siempre, la poesía y la comunicación, y una tercera que surgió más recientemente, el diseño gráfico, con la que ha ideado hasta el último detalle de las tazas, camisetas, láminas y bolsas de tela con las que se ha lanzado de cabeza al emprendizaje y que espera le sirva como forma de vida, pero también como vehículo para divulgar este arte entre un público más amplio.

La idea “se me ocurrió hace ya cuatro años”. Licenciada en Filología Hispánica y en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Salamanca, Arnedo (Calahorra, 1982) trabajaba como periodista en una sociedad pública y “quería un cambio de rumbo profesional”. “Siempre me ha interesado divulgar la poesía y veía que cada vez había más marcas que trabajaban textos, casi siempre narrativos, y que también se estaba dando un cambio de modelo en las librerías, que incorporaban más objetos y merchandising en general”, señala. Eso sí, antes de lanzarse y dado que iba a hacerse cargo de todo el proceso en solitario “y que tenía una espinita clavada con el diseño gráfico”, hizo un máster “para poder crear los productos desde cero”, indica, y cuenta que, de algún modo, el germen del proyecto se encuentra en su pertenencia a la Brigada Poética, un grupo que nació en el entorno del Barrio de los Artistas y cuyos miembros pintaban versos en las paredes o los plasmaban en post-it que pegaban en bares y en otros espacios. Esos pellizcos poéticos tienen ahora otros autores de mucho renombre, nada menos que Gustavo Adolfo Bécquer, Edgar Allan Poe, Charles Baudelaire y John Keats, cuyos versos más emblemáticos encuentran acomodo en estos nuevos soportes. Así, podemos beber un café o un té acompañados de ese famoso “Poesía... eres tú”, del poeta sevillano, o el “Homme libre, tu toujours chériras la mer”, de Charles Baudelaire. También podemos colgar láminas con el comienzo del poema Annabel Lee, el último poema de Poe -“It was many and many a year ago, In a kingdom by the sea, That a maiden there lived whom you may know By the name of Annabel Lee”- o con el fragmento de La Belle Dame Sans Merci de Keats: “Her hair was long, her foot was light, and her eyes were wild”, que ya inspiró a Loquillo.

“He escogido los textos en función de cada producto; por ejemplo, a la taza de metal le iba muy bien el verso de Baudelaire y el de Poe encajaba con el diseño que había hecho para la lámina y para la bolsa”, indica la autora, que también ha incluido lemas como Poetry’s not dead, Free the poetry o I Just believe in poetry en algunas de las propuestas y ya tiene ideas para ampliar el repetorio. “Me gustaría hacer una colección con versos de mujeres y también con poesía para niños y en euskera”, pero eso será más adelante, primero tiene que ver cómo funciona la marca, que toma su nombre de otro poeta, el estadounidense Walt Whitman.

rebelión, idealismo “Le di muchas vueltas y escogí este no solo porque se hizo muy popular por El club de los poetas muertos, sino porque tiene esas connotaciones de rebelión e idealismo que son valores con los que me gustaría que la marca se identificara. Es como un grito de guerra”, subraya Arnedo, que si bien siente un cierto vértigo ante los inciertos resultados de esta empresa, es el vértigo “propio del viaje, de la aventura”. “De momento estoy recibiendo pedidos de conocidos, amigos y familia”, apunta, pero espera que poco a poco la respuesta vaya a más. “Hay días en que me pregunto por qué me he metido en esto y otros en los que estoy encantada”, confiesa, y reconoce que está aprendiendo mucho. “Tratar con proveedores es lo que me ha resultado más complicado, sobre todo porque tengo distintos en función del producto, y también he diseñado y lanzado una página web por primera vez”, sin olvidar el packaging, que ha cuidado minuciosamente. Igual que la atención al medio ambiente, ya que “siempre que ha sido posible” ha apostado por una producción ética y ecológica.

Sobre los destinatarios del proyecto, Laura Arnedo cree que cualquiera de estos objetos son un buen regalo y también un capricho poético de esos que te alegran el día. “No hay nada parecido con textos poéticos en el mercado”, dice. “La poesía tiene alma de pájaro”. Por eso con esta iniciativa la ha hecho “volar, salir, inundar, conquistar su auténtico territorio, que es la vida”.

Marca. ¡Oh capitán, mi capitán!

Canales de venta. La web (https://ohcapitanmicapitan.net) y tienda en el marketplace Etsy.

Creadora. Laura Arnedo. Licenciada en Filología Hispánica y Comunicación Audiovisual y Máster en Diseño Gráfico. Ha publicado dos poemarios: Elogio de la Sed (Eunate, 2014), primer premio de los Encuentros de Arte Joven de Navarra, e Historia de los niños Luciérnaga (Playa de Ákaba, 2017).