la aparición en su momento de la TDT, Televisión Digital Terrestre, supuso una apertura de nuevas posibilidades televisivas, que pasado el tiempo ha quedado más en empeño no consumado que en posibilidad real de aumento de la oferta, y por ello, hoy este modo de ver tele es más bien pobre, escaso y repetitivo, y las cadenas que operan en este sistema, no hace más que repetir, practicar la redifusión de programas, series y productos de ficción, que en ocasiones sirve para coger el tren en marcha de la programación, y ver en segunda instancia lo que no pudimos ver en el momento de su primigenia emisión.

Es el caso de la serie norteamericana Emergencia 9-1-1, que ha pasado a la programación de la TDT (Divinity), después de un período de cierto éxito en la programación veraniega.

Es una conjunción de policías y bomberos en situaciones de emergencia que hábilmente trenzadas, crean un relato creíble, humano y verosímil. Y sobre las situaciones de catástrofes, accidentes extremos o crisis ciudadanas, se plantean problemas del humano existir de los de emergencias.

Sucesos, incendios, amerizajes son relatos en los que los actores se mueven con soltura y verdad. Si no la vio en la primera emisión, puede recuperarla en TDT y gozar de una serie singular, especial y entretenida sobre hechos y circunstancias habituales en los guiones de ficción televisiva.

Quien sigue manteniéndose en la cadena de referencia, Cuatro, es Carlos Sobera y su club de ligues y amores express, que ha incorporado al mobiliario del programa, un pequeño jacuzzi que bordea lo cutre y donde se explayan amores, calores y necesidades de los participantes. Un poquito más de temperatura en un modelo de éxito y mantenimiento en antena otra temporada. Nunca menos trabajo de un presentador resultó más eficaz en la construcción de cada programa.