barcelona - El escritor valenciano Santiago Posteguillo ganó el LXVII Premio Planeta de Novela 2018, dotado con 601.000 euros, imponiéndose entre los 642 originales presentados con la novela histórica ambientada en Roma Yo, Julia. La escritora y periodista Ayanta Barilli quedó finalista.
El novelista se había presentado al premio con el seudónimo de James Sussex y con el título El ascenso, y de hecho narra el ascenso fulgurante de una mujer en un mundo de hombres inmersos en la lucha por el poder político y que piensan que el liderazgo sólo les pertenece a ellos.
En la novela, la protagonista, de humildes orígenes maniobrará hábilmente y usando “sabiamente sus armas de mujer” para conseguir sus objetivos, según explicó sobre esta novela el miembro del jurado Juan Eslava Galán. También detalló que la historia está narrada a través de cinco personajes, y que en sus páginas hay una multiplicidad de caracteres de gran costura psicológica.
En jurado avisó de que la Guerra Civil y la novela histórica habían perdido un poco de peso ante las novelas de orientación femenina, en un año en el que la voz de la mujer ha estado especialmente presente en todas las novelas concursantes.
Galán añadió que la voz de la mujer estaba enormemente presente “incluso cuando el narrador es un hombre”, mientras que la también miembro del jurado Carmen Posadas citó cierta tendencia a la primera persona.
Nacido en Valencia en 1967, Posteguillo es uno de los autores más destacados de novela histórica además de profesor de Literatura en la Universitat Jaume I de Castellón.
La finalista, Ayanta Barilli, presentó la novela Un mar violeta oscuro, una historia de lucha, superación y supervivencia de tres generaciones de mujeres de una misma familia, a las que una figura masculina aboca a la locura.
Barilli (Roma, 1969), hija del escritor Fernando Sánchez Dragó, ha publicado Un año de amor (2005), una recopilación de las cartas en el espacio radiofónico del mismo nombre en la Cope, y Pacto de sangre (2013), escrito junto a su padre.
"LA IGUALDAD SE CONSTRUYE MIRANDO AL PASADO" El escritor valenciano Santiago Posteguillo ha asegurado la noche de este lunes que "la igualdad también se construye mirando al pasado sin cambiarlo y buscando nombres de mujeres que habían sido importantes".
"Estamos en momento particular donde se está trabajando en reconocer la igualdad de la mujer de forma más efectiva que hasta ahora", ha agregado el escritor en la rueda de prensa posterior al fallo del Premio Planeta.
A su juicio, haber pasado por alto el nombre de Julia Domna -esposa del emperador romano Septimio Severo-- "no tiene perdón", hecho ante el que Posteguillo se rebeló, por lo que decidió ensalzar a este personaje que construyó la cuarta dinastía imperial.
CINCO CONTRINCANTES Ha relatado que el suspense llega en sus páginas cuando Cómodo está al final de su reinado y se posicionan cinco hombres para sucederlo y asaltar el poder; en esta tesitura, Julia se moverá para "eliminar a los enemigos de su marido".
Ha explicado que su protagonista va apartando a los contrincantes del trono mayor: "No le preocupan los herederos, va directamente a por emperadores de Roma", haciendo auténtica caza mayor.
Ha dicho que en la historia ha habido mujeres en posiciones de poder que han sabido moverse "con mayor inteligencia que los hombres que las rodeaban".
En cuanto a la historia que plantea, ha detallado que su novela empieza al final de la película 'Galdiator', con la diferencia de que Cómodo no muere como plantean los americanos, y ha bromeado: "Ya le gustaría a Russell Crowe".
A partir de ese episodio, el autor recupera en su novela la historia de Roma de la mano de personajes "que no han sido novelados al nivel que ellos merecían".
El escritor ha dicho que la historia de 'Yo, Julia' empezó en 2012 cuando estaba de viaje en Mallorca con su mujer y pasó por Deià, donde estuvo afincado el escritor de 'Yo, Claudio' Robert Graves.
El hijo del escritor, William Graves le hizo una visita a la casa museo muy profunda por las zonas donde el autor escribió la famosa novela, e incluso se sentó en la mesa donde el escritor la plasmó: "Siempre pensé que de aquel momento tenía que salir algo", ha dicho Posteguillo, y después se cruzó en su vida Julia Domna, personaje fascinante.
Preguntado sobre el uso de la voz femenina, ha recordado sus años de estudiante de escritura creativa en Estados Unidos, donde tuvo que ponerse en la voz de una mujer, y ha concluido que lo más necesario es "la capacidad de empatía" en cualquier caso.
"Un escritor ha de poder ponerse en el lugar de cualquier personaje. Quiero pensar que Agatha Christie no ha matado a tanta gente", ha bromeado Posteguillo, que ha considerado que un escritor debe ser capaz de crear a un personaje creíble como mujer y también narrar batallas que no ha librado.