pamplona - Natalia Lacunza disfruta de unos merecidos días de descanso tras unos meses más que intensos como concursante de Operación Triunfo. La navarra, con el tercer puesto en el bolsillo, relata cómo ha sido su paso por la academia y cómo afronta su inmediato presente profesional.
Han pasado ya unos días desde la final, has vuelto a casa por Navidad y has podido comprobar el efecto televisivo de Operación Triunfo en tus amigos y familia... Pero, ¿te ha dado tiempo a parar y pensar en lo vivido, a hacer una pequeña valoración de la experiencia?
-Sí. Lo que sucede es que yo llevaba reflexionando sobre esto desde antes de Operación Triunfo y ya me planteé qué podía significar, a nivel personal, participar en un programa como este. Creo que es importante prepararse para una experiencia así, porque es tan fuerte e intensa que puede pillarte de sorpresa. Y, obviamente, me ha pillado de sorpresa, porque es imposible que no suceda así; te lo puedes imaginar, pero es que nunca sabes cómo va a ser. Puedes reflexionarlo mucho pero nunca prepararte al 100% porque es tan intenso, único e irrepetible que es inimaginable. De hecho, ahora, todavía estoy desconectando, estoy como en el limbo. Ya hemos salido pero no hemos llegado del todo a la parte de la vida real de verdad, y no me ha dado tiempo a asimilar que he estado ahí. En cualquier caso, mi valoración es totalmente positiva. Yo quería entrar para trabajar, mejorar y nutrirme de todo lo posible con el objetivo de crecer artísticamente. Y es lo que he conseguido. Me lo esperaba como algo muy positivo, en este sentido, pero ha sido todavía más enriquecedor de lo que pensaba. Yo me he centrado en el trabajo, y el trabajo es que lo que me ha dado resultado en cuanto a satisfacción personal; al margen de lo que pueda suponer de cara al exterior, para mí ha sido súper satisfactorio.
Hablando de tiempos anteriores a OT, a Natalia no se le caían los anillos por tocar, no hace mucho tiempo, en la calle, pero hace pocos días tu escenario era el Palau Sant Jordi...
-Es que todavía estoy asimilándolo todo, no soy consciente de que he cantado en el Palau Sant Jordi, es como si no asimilaras todavía la realidad. Y, respecto a lo de cantar en la calle, el otro día vi un tuit comparando las dos fotos, tocando en la calle y en el concierto del Sant Jordi, y, como digo, todavía no asimilo que esas personas vayan a verme. Cuando la gente compre entradas para verme a mí, quizá lo asimile más, pero, para mí, sigo siendo la misma persona. Como digo, todavía estoy en proceso de asimilación de todo lo que ha pasado.
Antes de Operación Triunfo ya te presentaste a otro programa similar, La Voz, ¿crees que actualmente es la forma más efectiva para intentar formar parte del mundo de la música?
-Es solamente una vía. Yo me presenté a La Voz, pero no tiene nada que ver con Operación Triunfo, en cuanto a formato y, sobre todo, a nivel personal. Si es una buena manera o no de meter la cabeza en el mundo de la música, eso dependerá de cada persona y cada artista, y de cómo quiera hacer las cosas. Creo que todo es válido, en el sentido de que cada uno ve sus posibilidades, las valora y se decanta por un camino o por otro. Yo me decanté por Operación Triunfo porque me parecía una muy buena oportunidad, pero si no hubiese salido, mi meta seguiría siendo la misma. Creo que este programa es una plataforma muy importante, pero luego tienes que saber manejarla, es un arma de doble filo.
Afirmas que si no hubieras entrado en OT tu meta seguiría siendo la misma, ¿cuál es esa meta?
-Poder dedicarme a esto. Desde antes de Operación Triunfo, desde que sé lo que quiero hacer, mi meta ha sido poder dedicarme a la música y hacer mi proyecto, no solamente musical sino artístico en general.
El siguiente paso, una vez dilucidado el concurso, es la competición por Eurovisión.
Precisamente, has apuntado que los temas que te han tocado, aunque te gustan, no acaban de ser del todo tú, que no son lo que harías. ¿No os han dado pie a poder apuntar pautas respecto a las canciones asignadas, sobre todo teniendo en cuenta la conexión que necesita una intérprete con las composiciones que defiende?
-Creo que es fundamental esa conexión pero, en este caso, nosotros no hemos controlado absolutamente nada, no hemos podido elegir nada. Los temas son los que nos han tocado, esos son los que tenemos que defender y ya está, eso es todo.
Sin poner en duda de ninguna forma que vais a pelear por lograr esa participación en el eurovisivo concurso, sí que habíais apuntado hacia Famous como el candidato idóneo o, al menos, al que más ilusión le hacía...
-Desde el primer día, Famous era el que contaba la ilusión que le haría ir a Eurovisión, así que, a nosotros, no nos importa nada que sea él quien nos represente.
Una vez fuera de la academia, las discográficas, Universal en tu caso, querrán acelerar al máximo para aprovechar el tirón televisivo y sacar cuanto antes un álbum que poder vender. Frente a eso, ¿cuál es el planteamiento de Natalia?
-Lo único que quiero es estar contenta con lo que voy a hacer. Quiero componer mi música, pero también me quiero dejar ayudar, porque lo guay de esto es poder trabajar con gente que se dedique a ello y que sepa mucho de esto. Pero yo no pienso en cuándo saldrá lo que tenga que salir, si es que sale; yo simplemente pienso en tener el tiempo suficiente para poder desarrollar mi proyecto, dando pasitos poco a poco. Eso sí, lo que no quiero que me pase, y creo que no me va a pasar porque voy a poner toda mi energía en ello, es hacer algo que no quiera. Quiero poder firmar cada parte de lo que suceda, estar orgullosa y decir: “Esto es mío porque yo he decidido hacer esto”.
Teniendo en cuenta alguna de tus referencias, como Rosalía o Billie Eilish, así como tu formación, no solo musical sino también en el baile, ¿qué elementos no faltarán o faltarían en tu primer álbum propio?
-Le quiero meter bastante electrónica, sintetizadores, sonidos nuevos... porque me gustaría experimentar. Las dos artistas que has citado me gustan porque lo que ellas hacen es experimentar con lo que ya hay. Todo está inventado, pero ellas fusionan cosas y de esa fusión nacen personalidades, nacen productos nuevos, únicos. Por lo tanto, no es que me quiera parecer a su música sino que quiero experimentar de la misma manera; no quiero hacer música que ya esté escrita, sino experimentar, mezclar cosas.
Y, en este camino, ¿dónde queda el proyecto de Eilan Bay?
-Ya no tiene sentido, realmente. Hace tiempo me puse un nombre artístico, básicamente porque mi nombre normal me parecía muy soso. Pero lo que no tenía sentido era presentarme a Operación Triunfo con un nombre artístico porque es un programa muy personal y de convivencia. Y ahora, teniendo en cuenta que la gente ya me conoce por Natalia, no lo voy a volver a cambiar. Y lo de Eilan Bay, igual lo utilizo para algo, no lo sé todavía.
¿La sombra de Amaia Romero ha sido muy alargada?
-Sinceramente, al principio sí que me lo planteé pero solo por el hecho de que las dos éramos de Pamplona y de la misma edad. Pero, como musicalmente no tenemos nada que ver, no he sentido esa presión real; yo sé que no nos parecemos así que no he pensando en el exterior. Seguramente se nos habrá comparado, pero ni siquiera he leído nada. La consecuencia negativa de experiencias así son las comparaciones, pero es que yo no voy a hacer caso a lo negativo, he venido aquí para quedarme con lo bueno, y es lo que estoy intentando hacer y lo que realmente me va a servir para algo. A las críticas constructivas sí les hago caso, pero a las que no tienen sentido, no.
En cualquier caso, no solo por vosotras dos, que también, pero está claro que algo sucede en Navarra, y en Pamplona concretamente, que se ha convertido en una cantera inagotable de artistas además de una ciudad-escenario en la que no dejan de suceder cosas.
-Y no solamente musicales, sino en todo el arte. Hay muchísima gente con talento en Pamplona. Es algo que yo llevo pensando mucho tiempo con amigos fotógrafos e ilustradores. Debería hacerse algún manifiesto en este sentido. Cuando yo tenía como 11 años, pensaba, junto a mi tío José Luis, en hacer una especie de movimiento artístico en la Ciudadela, durante una semana, en la que hubiera exposiciones de arte, de teatro, de tatuajes, de música... Hay una barbaridad de cosas y me parece muy importante que se visibilicen... porque hay mucho talento, sobre todo joven, que no sale a la luz porque no se le da esa visibilidad.
Precisamente, tomando como referencia ese talento joven, Natalia Lacunza es un valor que se ha forjado en Ópera de Cámara de Navarra. Aunque sea algo diametralmente opuesto en cuanto a concepto musical, ¿qué te he ha enseñado tu aprendizaje en OCN para la experiencia vivida en OT?
-Yo llevo desde lo ocho años en OCN, y lo que me ha dado es bagaje, el acostumbrarte a estar sobre el escenario, a improvisar, a adquirir la dinámica de ensayos y representaciones, a estar frente al público. Todo lo que yo pudiera llevar ganado se lo debo a OCN, que también me dio la posibilidad de ayudar en la dirección y en las coreográficas. Pero, básicamente, me ha dado la oportunidad de acostumbrarme a la vida real del artista, en cuanto a tralla y práctica. Vamos, que les debo un montón.
Se ha hablado mucho de la audiencia de esta edición de OT, en cualquier caso, ¿crees adecuado valorar y elegir la música en función de una audiencia televisiva?
-Durante todo el concurso he intentado no plantearme demasiado nada porque como tampoco sabía la verdad exacta... Así que me dije: “Yo voy a hacer lo que me toque, lo defenderé como pueda y cuando salga, ya haré lo que me dé la gana, si me dejan”. Obviamente es un programa de música y de show, pero también tiene su parte de reality; eso es así y yo era consciente al meterme. Pero no sé si eso ha influido en la selección de las canciones, no me lo planteo.
¿Crees que el resultado final de un concurso como OT, hoy en día, no lo da tanto la actuación en sí misma o la calidad musical como el hecho de haber empatizado más o menos en redes sociales?
-Eso está clarísimo. La audiencia es básicamente de red social, es la que sigue el 24 horas a través de YouTube, la que luego lo comenta en Twitter y sube fotos a Instagram. Y eso está bien, es parte del juego y es parte de lo que conlleva; y obviamente influye. No es La Voz. Lógicamente, entiendo que la dirección también pensará en eso, pero no lo sé ni lo quiero saber. En todo momento, Gestmusic se ha portado súper bien con nosotros, tanto personal como profesionalmente, y me quedo a muchas de esas personas en el corazón. Y lo demás son cosas que van surgiendo por naturaleza.
Casi sin tiempo a respirar, ahora continuará el proceso de Eurovisión y arrancarán los preparativos para la gira de OT...
-De momento, en cuanto a Operación Triunfo, tenemos todavía lo de Eurovisión y los ensayos de la gira, a lo que se sumarán las firmas de discos, las entrevistas... Y posteriormente, o entre medias, tengo pendiente una reunión con Universal para que me cuenten un poco... Yo estoy solamente pensando en lo que quiero hacer y ver si se puede conjugar con lo que ellos me digan.
“Me parece muy importante que se visibilice el talento artístico, sobre todo joven, que hay en Pamplona”
“Quiero estar contenta con lo que voy a hacer; quiero componer mi música pero también dejarme ayudar”
“Nunca puedes prepararte al 100% para una experiencia como esta porque, al ser tan intensa, única e irrepetible, resulta inimaginable”