‘Lisa’. De Ute Aurand (fuera de competición). Muestra un retrato de su amiga japonesa con el que empatiza con gestos y momentos privados. 10.00 y 17.00 horas.

‘Mum’s cards’. De Luke Fowler. La madre del cineasta es una socióloga cuya casa está llena de cajas de fichas con muchas historias detrás. 10.00 y 17.00 horas.

‘Vever (for Barbara)’. De Deborah Stratman. Una unión de tres cineastas que buscan posibilidades alternativas a las estructuras de poder. 10.00 y 17.00 horas.

‘Instructions on how to make a film’. De Nazli Dinçel. Comedia sobre la búsqueda de la performance, la voz en off educacional, la producción cinematográfica analógica. 10.00 y 17.00 horas.

‘I hope I’m loud when I’m dead’. De Beatrice Gibson. Una reflexión sobre el futuro de un mundo en movimiento. 10.00 y 17.00 horas.

‘ALTIPLANO’. De Malena Szlam. Se desarrolla en el universo geológico de las salinas ancestrales, los desiertos volcánicos y los lagos de colores. 12.30 y 22.30 horas.

‘Una luna de hierro’. De Francisco Rodríguez. “El sol había salido aunque había nubes (...). Cuando llegamos nos encontramos un chino muerto”. 12.30 y 22.30 horas.

‘Past perfect’. De Jorge Jácome. Lugares hundidos en un anhelo del pasado. 12.30 y 22.30 horas.

‘Parsi’. De Eduardo Williams. Observación de los espacios y las personas. 12.30 y 22.30 horas.

pamplona - Que la tierra debería convertirse en un tesoro de subsistencia para todos los seres, sin discriminación alguna, es quizás una de las reflexiones que se sacan tras la visualización de Black Pond, cinta con la que la cineasta Jessica Sarah Rinland abrió ayer la Sección Oficial del Festival Punto de Vista, en la que también compitieron George Clark con Jatiwangi y Ute Aurand con Rushing with green horses. Además, durante la jornada, Robert Beavers presentó, fuera de competición, Der Klang, Die Welt...

La cineasta argentina-británica Jessica Sarah Rinland se acerca hasta el lugar donde creció, al sur de Inglaterra, para narrar las labores de los miembros de la sociedad de historia natural que actualmente ocupan unas tierras comunales. “Son naturalistas que miden árboles y observan a las polillas, los murciélagos, los sapos... Algunos de ellos son científicos y otros amateurs”, explicó Rinland tras la proyección de la cinta, en la que ha estado trabajando durante cinco años que le han permitido “crear muy buenas relaciones con este grupo de personas”.

La autora pretende crear esa idea de bosque ideal en la cinta, para lo cual utiliza unos sonidos grabados en estudio y en otros espacios -las tierras sobre las que trabajan los protagonistas de esta historia están situadas cerca de alguna vía principal-, los cuales se acompañan de las explicaciones de los mismos naturalistas sobre la labor que están realizando. “Cada vez que revelaba las imágenes se las mostraba y grababa su voz narrando cada una de las acciones que se ven en la cinta”, añadió. “Me resultó muy emocionante conocer a este grupo de personas, ya que para mí aquel bosque había sido siempre un lugar de paseo y nada más, y fue tras la tala de diversos árboles que comencé a interesarme por este lugar”, contó, para adelantar que sigue manteniendo la relación con estos naturalistas, con los que ya está preparando la publicación de un libro.

retrato cooperativo El artista, comisario y escritor George Clark tiende puentes mediante su trabajo entre la práctica curatorial y la artística y explora la historia de las imágenes y cómo se rigen por la cultura, la tecnología y las condiciones sociales y políticas. En el caso de Jatiwangi, acerca al público a un retrato cooperativo de la comunidad artística Art Factory de la localidad de Jatiwangi en Java (Indonesia). Se sirve para ello de un gran elenco de colaboradores y artistas locales, desde escolares hasta obreros de fábrica. Clark analiza las transformaciones y la reconstrucción de la comunidad y propone una forma abierta para experimentar el modelo de práctica artística de Jatiwangi y su dedicación a las disertaciones sobre la vida rural local.

“Este es el resultado de tres meses trabajando sobre el terreno para explorar el discurso local e imaginar otras formas de hacer las cosas”, contó el artista sobre la cinta, cuyo foco es la actividad que transcurre en una fábrica de tejas. La película muestra imágenes de la vida rural, de conciertos y concursos de bodybuilding, eventos que transcurren habitualmente. “Conviviendo con las personas de esta localidad, al principio me parecía todo un poco fantasioso, pero descubres que ellos solos son capaces de tener un programa de radio, de televisión y de crear un festival de cine con el que atraen a 11.000 personas”, apuntó para añadir: “Por todo ello hice este filme, porque tenemos que aprender un poco más de estas personas”.

invitación a su intimidad Lo que Ute Aurand realiza en Rushing with green horses es una invitación a su intimidad, a sus momentos más privados y más espontáneos. Este es el resultado de un arduo trabajo de montaje de breves momentos que la cineasta ha filmado entre 1999 y 2018 durante viajes, en casa, con amigos y también en solitario. La cinta nos permite ser partícipes de algunos instantes de la vida de Aurand, entre los que nos traslada a Venecia o a Detroit y nos permite viajar por las diferentes estaciones del año. La autora nos pone en su piel y, al mismo tiempo, en la de otros que permiten ver a la propia Aurand en algunos de estos momentos íntimos. Se trata de una película prácticamente muda en la que el sonido es parte fundamental, al igual que la imagen. “Trabajo con mi cámara de 50 mm y grabo el sonido y la imagen de forma separada; a veces lo meto y otras no, pero ese sonido es tan importante como el silencio”, sostuvo la cineasta alemana, cofundadora de FilmSamstag y fundadora del Bolexwerkstatt en la Escuela de Cine de Berlín en 2015.

Aurand también presentará hoy, aunque fuera de competición, Lisa, un retrato de una amiga suya filmando en Berlín y Yokohama. “Es una película más de una serie de breves retratos de amigas íntimas y de mis dos ahijados”, dijo la autora, para quien filmar retratos es una forma de “enfatizar con los gestos y los momentos privados más allá de la narración y la documentación”.

el lugar de la música Dentro de la Sección Oficial también se proyectó ayer, fuera de competición, Der Klang, Die Welt..., del cineasta experimental Robert Beavers. Esta cinta fue filmada en el mismo lugar que Listening to the Sapece in My Room, pero ahora se escucha a Dieter Staehelin hablar sobre el lugar que ocupa la música en su vida y el espectador se une a él y a su mujer mientras tocan un Arabesco de Bohuslav Martinu.

Hoy continúa el certamen con el último día de las proyecciones de la Sección Oficial, en la que se podrá ver en las sesiones de la mañana y de la tarde -todas en la sala de Cámara de Baluarte- las obras de los cineastas Ute Aurand (fuera de competición), Luke Fowler, Deborah Stratman, Nazli Dinçel, Beatrice Gibson, Malena Szlam, Francisco Rodríguez, Jorge Jácome y Eduardo Williams.