londres - “Un disco directo a la luz interior que habita en los corazones de cada una de las personas”. Así describe el guitarrista Carlos Santana su próximo lanzamiento musical, Africa Speaks (África habla), que invita a los oyentes a conectar con lo más profundo de su ser. “El objetivo de la banda es despertar a tantos hermanos y hermanas en este planeta como podamos, para que abracen su propia luz y saquen fuera toda esa energía arrogante y cínica que nos araña”, comenta el artista, considerado uno de los 100 mejores guitarristas de la historia. A sus 71 años, Santana está “en el mejor momento” de toda su carrera profesional y también personal, pues la inocencia nunca le ha dejado y todavía sigue teniendo sed de aventuras y ganas de descubrir cosas nuevas. Sus pensamientos “místicos”, como él los denomina, se plasman en las once canciones de su último álbum Africa Speaks, gracias a los ritmos y melodías del continente africano, el cual ha visitado en varias ocasiones. “África está conectada con nuestros orígenes, cuando los primeros hombres de la Tierra no estaban atados a la tecnología hasta el punto de estar desconectados de ellos mismos como ocurre ahora”, dice. La música africana ha sido para él una inspiración desde siempre, antes incluso de que su interpretación de Soul Sacrifice y sus raíces latinoamericanas hicieran historia en el festival de Woodstock en 1969. “Al instante de escuchar los compases africanos, empiezas a bailar sin saber por qué y sus vibraciones te recuerdan que, si no estás contento contigo mismo, no funcionará nada de lo que hagas. Todo es tan simple como ser feliz”, reflexionó.

el espíritu de woodstock Cincuenta años después de que Santana sedujera a más de 500.000 asistentes en aquella cita musical, cumbre del movimiento hippie y la contracultura, el guitarrista pionero del rock latino sigue acordándose de lo que pensó entonces. “Lo que recuerdo de Woodstock es totalidad y plenitud. Estando sobre el escenario frente a todas esas personas fue cuando tomé conciencia de que hay algo más grande que las banderas y la religión, que son los corazones de la gente”, manifestó. Y, precisamente, penetrar el alma de su público y hacerles sentir un “deleite supremo” ha sido una constante en cada actuación que ha hecho el diez veces ganador de un Premio Grammy y tres Latin Grammy a lo largo de su vida. “Como dijo Maya Angelou -escritora, cantante y activista por los derechos civiles estadounidense-, la gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir”, citó el músico.