madrid - El dramaturgo Juan Mayorga tomará posesión el próximo domingo de la silla M de la RAE, una institución que, dice, no puede permanecer al margen del debate que existe en la sociedad sobre el lenguaje inclusivo, ya que es una “conversación” muy importante sobre la que muchas personas piden orientación.

Así lo indicó ayer Mayorga (Madrid, 1965), que consideró que en este debate sobre el lenguaje inclusivo “es fácil tender, antes de escuchar al otro, a ridiculizar su posición”. “Ya se ha dicho que la RAE no es policía, sino que es faro y por eso tiene que participar en esta conversación”, destacó el director teatral, que afirmó que él debe tomarse un “tiempo de silencio y escuchar a los académicos que llevan tiempo pensando sobre ello porque es una cuestión compleja”.

Precisamente sobre el silencio versará su discurso en la ceremonia del domingo en la que tomará posesión de su cargo, ocupando la silla vacante de Carlos Bousoño.

Y es que el silencio es importante tanto en la vida como en el teatro: “Primero y ante todo, es necesario para escuchar las palabras del otro, lo que es un acto de humanidad, y también para decir las propias palabras”. La reflexión sobre el silencio que ha realizado Mayorga para el discurso le ha llevado a pensar en su propio teatro y a darse cuenta de cómo, en buena medida, su trabajo ha consistido “en una serie de intentos de construir silencios”. Entre las obras en las que ha hablado de ello, cita Cartas de amor a Stalin, Hamelín, Himmelberg, el silencio de una Europa que asistió muda al asesinato de judíos o La lengua en pedazos. El teatro, dice, le ha educado “en la escucha de la palabra y en el examen de lo que escucho; para estar atento a lo que las personas hacen con las palabras y lo que las palabras hacen con las personas”. - Efe