madrid - La suiza Miriam Cahn se adueña de las salas del Museo Reina Sofía con un discurso político, en el que trata de evidenciar la fragilidad del individuo frente a la violencia de la sociedad, especialmente el de las mujeres.

Míriam Cahn. Todo es igualmente importante, que abre hoy sus puertas hasta el 14 de octubre, es la primera gran retrospectiva en España de la artista con un recorrido que viaja desde los combativos años 70 hasta la actualidad. “Siempre me han interesado los temas de la vida cotidiana”, resumió ayer martes la artista durante la presentación de la exposición.

Cahn (Basilea, 1949) dispone su obra pictórica como si fueran instalaciones y crea un laberinto de habitaciones (Räume) en las que guía al espectador a través de su vida. La familia, el sueño, la vigilancia, la violencia contra los inmigrantes, la naturaleza, la bomba atómica o la Guerra de los Balcanes son algunos de los ejes de estas instalaciones formadas por cuadros, dibujos, fotos o esculturas. La artista ha instalado ella misma sus obras, siempre con la mirada de sus personajes a la altura de la del espectador, lo que genera una experiencia impactante y con rasgos perturbadores. Cahn concibe el cuerpo, el suyo y el de las figuras que pinta, como “un campo de batalla”, especialmente el de la mujer, pero también el de los homosexuales y otros personajes marginados de la sociedad.

La exposición combina óleos con llamativos colores, dibujos hechos con carboncillos, acuarelas de gran formato, fotografías y esculturas, que se combinan sin ninguna jerarquía.

Las habitaciones, bautizadas con nombres como Amor Salvaje, La familia o Bombas atómicas, recorren los lugares comunes de su obra. - Efe