Que las calles de Pamplona se conviertan entre el 6 y el 14 de julio en una marea constante de personas es algo que no sorprende a nadie. El trasiego de gente en San Fermín es continuo en prácticamente toda la ciudad y especialmente en algunas citas concretas, como el Chupinazo, los encierros o los bares durante el vermut y, en realidad, en cualquier otro momento del día. Pero hay otros espacios, quizás menos reconocidos para las personas extranjeras, que llevan por bandera el mismo espíritu de fiesta y donde la asistencia no deja de ser masiva. Son todos estos lugares, más y menos conocidos, los escenarios que José Luis Tejedor fotografió el año pasado durante las fiestas de esta ciudad y cuyo resultado expondrá, a partir del viernes y hasta el 26 de este mes, en el vestíbulo principal de Baluarte.

La muestra lleva por nombre Tránsito San Fermín y es la continuación de una que el fotógrafo en 2012 y que refleja el tránsito de personas de todo el mundo en ciudades como Nueva York, Londres, Madrid, Dubái o Milán. “Se trata de observar a toda la gente que va pasando por distintos lugares y cómo ese paso por estos sitios les imprime carácter; muchas veces pasamos por lugares y no nos damos cuenta de lo que existe a nuestro alrededor ni de ese pasar que compartimos con gente de todo tipo”, dice el fotógrafo, fundador junto con Beatriz Acinas de Adhoker Navarra.

Sus imágenes son una superposición de unas veinte fotografías, aproximadamente, tomadas desde el mismo punto y tratadas como transparencia. Así, todos los elementos inmóviles aparecen tal cual mientras que las personas dan una sensación de pinceladas veladas. Precisamente, ampliar su serie con San Fermín le permitió a Tejedor “llevar Tránsito al extremo”, ya que “son unas fiestas con muchísima gente que viene de sitios muy diferentes y que cambia completamente la ciudad”. “Por otro lado, toda esta diversidad contrasta enormemente con la homogeneidad en la forma de vestir, que permite que la gente, venga de donde venga, se meta de lleno en la fiesta con un pantalón y una camiseta blanca”, añade.

La exposición, comisariada por Óscar García, se compone de un total de 12 fotografías a gran formato, a las que acompañará un libro con 40 imágenes que Tejedor tomó durante los Sanfermines del año pasado. En estas, se aprecian momentos tan conocidos como el Chupinazo, la Procesión, el encierro desde la cuesta de Santo Domingo, los fuegos artificiales o el Pobre de Mí, pero también otros como el Baile de la Alpargata, el toro de fuego, un momento con las peñas o el ambiente nocturno. “La gente que no es de Pamplona conoce lo típico pero en San Fermín hay muchas otras cosas que componen la fiesta y que para los navarros resultan muy especiales”, subraya el fotógrafo, que ha pretendido que el proyecto sea lo más local posible.

Antes de plantarse in situ con el trípode y la cámara, Tejedor intentó localizar los mejores lugares que se adecuaran a la idea que tenía él en la cabeza. “No obstante, hay muchas veces que estás paseando por la calle y de repente ves que algo te llama la atención y que lo tienes que fotografiar”, cuenta, y agrega: “Es cierto que lo del trípode no siempre ha sido una opción viable pero lo bueno de estar en una ciudad tan abarrotada es que en tan solo cinco minutos la escena ha cambiado muchísimas veces y da un montón de posibilidades”.

una visión neutra La mirada del fotógrafo es algo intrínseco en su trabajo, aunque en esta ocasión el autor de la exposición ha procurado mantenerse “lo más neutral posible”. “Lo que quería era mostrar las fiestas desde mi punto de vista pero con lo que hay; ni centrándome en los toros ni en la parte religiosa, pero tampoco evitando estas cosas porque nos gusten o no forman parte de lo que es San Fermín”, destaca. Así, dice, ha intentado hacer una exposición “lo más amplia posible” que lleve “la esencia de estos días a diferentes lugares y que en todos ellos se aprecien los buenos momentos que se puede vivir”.

En relación a esto, el fotógrafo aclara que uno de los motivos por el que se lanzó a hacer este proyecto en San Fermín era la “mala prensa que podían tener estas fiestas fuera, porque muchas personas se piensan que aquí no hay más que robos, violaciones y que nada bueno puede pasar en un lugar tan masificado”. “Pero esto puede ocurrir en Pamplona y en cualquier otro sitio donde se juntan una cantidad de gente enorme, la fiesta y el alcohol; hay gente indeseable en cualquier lado y criminalizar una fiesta porque hayan pasado algunos episodios puntuales no me parece correcto, así que esta es mi forma de contribuir a la imagen bonita de estas fiestas”, concluye.

José Luis Tejedor expone, a partir del viernes en Baluarte, 12 fotografías que tomó en Pamplona durante las fiestas del año pasado y que forman parte de su serie ‘Tránsito’.

La exposición. Tránsito San Fermín habla de tolerancia, de diversidad y de compartir un mismo lugar sin importar cómo somos ni de dónde venimos. Reflejando desde un punto de vista artístico el tránsito imparable de personas de todo el mundo que inundan Pamplona para convertirla, del 6 al 14 de Julio, en otra ciudad. La ciudad de los sanfermines. La exposición se podrá visitar hasta el día 26 de este mes en el vestíbulo principal de Baluarte. Asimismo, se acompaña de un libro con un total de 40 fotografías tomadas el año pasado durante las fiestas.

Técnica personal. El artista emplea una técnica muy personal que se ha convertido en su sello como fotógrafo, partiendo de tomas individuales de un mismo lugar en el transcurso de un periodo de tiempo determinado (más de 6.000 fotografías para montar esta serie). Cada una de las capturas son combinadas como si de transparencias se tratase. El resultado final une la persistencia del espacio con lo etéreo de los individuos que transitan en ese momento.

“Quería mostrar de la forma más amplia posible la esencia de estos días de una forma neutral”

“Toda la diversidad que se junta en San Fermín contrasta con la homogeneidad que se crea en la calle”

josé luis tejedor

Fotógrafo