El Navarra Arena está hoy de celebración. Hace justo un año que aquel gran recinto gris, abandonado hasta la fecha, comenzó su actividad. Y, desde entonces, no ha parado. Su agenda de eventos, culturales y deportivos, no ha tenido ni un respiro, y es que, a lo largo de todo este año, se han celebrado un total de 50 eventos, 23 de ellos de gran formato, a los que han acudido más de 200.000 personas. Ahora solo queda cargar pilas para la nueva temporada, que se retomará el 5 de octubre con el concierto de Manuel Carrasco y para la cual ya se ofertan más de 14 grandes eventos con acceso público de aquí a final de año. Así, la valoración no puede ser mejor. “Hoy no queda otra cosa que lanzar un mensaje de agradecimiento muy fuerte a todas las personas que se han acercado al Navarra Arena en este primer año y decir que seguiremos trabajando para sacar el máximo rendimiento a esta instalación”, celebra Moncho Urdiain, director del pabellón.

Meses antes de su puesta en marcha se anunciaron algunos eventos de gran calibre que daban a entender que el Navarra Arena tenía mucho que ofrecer. Fue el caso del espectáculo del Circo del Sol, actuación que se anunció con más de un año de antelación y cuyas entradas se agotaron rápidamente. Pero, sin irnos tan lejos en el tiempo, el mismo mes de su apertura ya se presentaba en este recinto el primer gran evento que acogería días después: la final del Masters Codere de pelota el día 29. Las 38 federaciones englobadas en la Casa del Deporte también hacían las maletas para mudarse a lo que pronto se convertiría en el epicentro cultural y deportivo de esta comunidad y, mientras, Javier Lacunza, director gerente de NICDO -sociedad pública que gestiona el pabellón-, ya anunciaba que se habían vendido tres millones de euros en entradas para diferentes espectáculos. Casi nada.

Después de una inversión adicional de más de siete millones de euros en la pasada legislatura y aprobar un plan de viabilidad que minimizase las pérdidas de la infraestructura, el Navarra Arena se había puesto a punto. Así, el 24 de septiembre de 2018 abrió sus puertas por primera vez con visitas guiadas, un evento privado y, por fin, la primera actividad abierta al público, donde hubo llenazo en las 3.000 localidades disponibles para la final del Masters Codere. Muy buena acogida recibió también el Outlet Motor Show, organizado por el grupo Mundomovil, que en su primera jornada -el 4 de octubre- tuvo más de 2.000 visitas. Y mientras, la Federación Navarra de Baloncesto ya estaba inmersa en distintas negociaciones para llevar a este pabellón competiciones de elite, hasta entonces impensables en la Comunidad Foral, del deporte de la canasta.

Arranque musical

Rosendo dio entrada al rock en el Arena

Fue Rosendo el encargado de introducir el rock, por primera vez, en el Navarra Arena. Este fue, además, uno de los primeros conciertos de su gira de despedida; una cita que terminó de confirmar las grandísimas posibilidades que se abrían con este espacio, con una amplia pista y unas gradas adaptadas para disfrutar sin ningún problema del espectáculo desde cualquier punto y, lo más importante, un sonido más que notable. Fue, sin duda, el más emotivo e histórico arranque musical que el Navarra Arena podía imaginar.

Pronto empezaron a llegar noticias de artistas y grupos que querían disfrutar de este escenario. Como Izal, grupo comandado por el navarro Mikel Izal, quien destacó a este mismo periódico antes de su actuación que para él era un sueño “disfrutar de un concierto así en la ciudad” que le vio nacer. Y para un espacio grande, un tipo grande. O, al menos, su tributo. El 3 de noviembre la actividad musical continuaba en el Arena con el concierto tributo a Queen, con Dios salve a la reina. Pocos días antes, el escenario había dado paso a un espectáculo de freestyle con Mini Lurauto X-Gravity, un show de música, luces, actuaciones y, sobre todo, saltos donde las motos fueron las máximas protagonistas. “Habrá cosas que no hemos visto nunca”, avisaron desde la organización. Dicho y hecho.

Las primeras impresiones no tardaron en llegar y es que para esa fecha era difícil que cualquier persona no tuviera a un familiar, un conocido o un amigo de un amigo que no hubiera pasado por el nuevo recinto. Y quien no lo tenía, estaba ya esperando el espectáculo para el que hacía meses que tenía unas entradas reservadas. En líneas generales, la primera toma de contacto del público con este gran cubo gris no podía haber ido mejor. Pero aún quedaban muchas cosas por ver, como la transformación del suelo del Arena en una gran pista de hielo para recibir a un excelente Javier Fernández y su conversión, de nuevo, a un frontón para dar paso a la final de pelota del Cuatro y Medio el 18 de noviembre.

Mientras nuevas actuaciones se anunciaban, como la de Operación Triunfo en mayo, el violinista Ara Malikian en diciembre o, el mismo mes, el Ene Kantak Jai Erraldoia, el músico Pablo Alborán hizo de las delicias de los asistentes a su concierto, el cual dio paso a una nueva transformación estética con el Campeonato de España de Gimnasia Rítmica de Conjuntos, cita que no volvía a Navarra desde 2005 y que, en esta última ocasión, congregó a más de un millas de deportistas.

Entonces, a falta de un par de meses para la esperada cita con el Circo del Sol, ya se conocían los nombres de dos grandes artistas que aterrizarían en el Arena en abril y mayo. Eran Bob Dylan y Mark Knopfler, respectivamente. Este último se despedía de los escenarios con un concierto que resultó un éxtasis sonoro y musical. Y ante el anuncio de la visita del primero, más claro no lo pudo decir Jorge Nagore, columnista de DIARIO DE NOTICIAS, que afirmó que “somos gente con suerte”. Y tanto que lo fuimos.

Asistencia

Las cifras confirman el poderío del recinto

Para finales del año pasado se dieron a conocer las primeras cifras de asistencia, que terminaban por confirmar el poderío de este recinto pamplonés. Concretamente, antes de que finalizara 2018 más de 76.000 personas se habían acercado al Navarra Arena desde que había abierto sus puertas apenas hacía tres meses. Además, había dejado 4,1 millones de euros de gasto directo en la Comunidad Foral. Unas cifras que no hicieron más que incrementarse en cada evento de la programación, como el II Salón de Antigüedades, el concierto de Pablo Alborán o el de La Pamplonesa.

El Iruña Rock, que cumplía su tercera edición -las dos anteriores celebradas en la Ciudadela- hizo del Arena el paraíso del rock, congregando a miles de personas expectantes por ver a Soziedad Alkoholica, Zoo, Gatillazo o Segismundo Toxicómano, por mencionar algunos de los grupos que pasaron por allí y que demostraron que cambiar de recinto y mantener la esencia son dos ideas perfectamente compatibles.

Y en lo deportivo, este primer año acababa con dos grandes citas en la que la asistencia fue tal que en el Navarra Arena no cabía ni un alfiler. La primera de ellas, el amistoso entre España y Lituania el 2 de agosto, donde se demostró que este pabellón podía ser “una de las mejores canchas” del Estado, como dijo Pablo Bretos, presidente de la Federación Navarra de Baloncesto, quien ya desvelaba las posibilidades de que Pamplona se convirtiera en sede de la Copa del Rey. La segunda gran cita, no por ello menos importante, fue el amistoso entre dos clásicos de la Liga ACB, el Iberostar Tenerife y el Kirolbet Baskonia, que se celebró el pasado 4 de septiembre.

¿Y a partir de ahora?

Del rock a la gimnasia, pasando por el motor

Con el propósito de continuar siendo un espacio de referencia en el panorama cultural y deportivo foral, nacional e incluso internacional, el Navarra Arena ya tiene programadas una serie de actividades de lo más atractivas para los próximos meses. Será el 5 de octubre cuando retome su actividad, con el concierto de Manuel Carrasco enmarcado en su gira La Cruz del Mapa. A este le seguirá Melendi con Mi Cubo de Rubik (18 de octubre), el centenario de La Pamplonesa y sus amigos, beti elkarrekin (26 de octubre) o Estopa con el inicio de su gira Fuego (15 de noviembre). Citas inigualables serán los conciertos de despedida de los escenarios de Berri Txarrak (22 y 23 de noviembre), para los cuales las entradas están agotadas. Y como unos se van, otros vuelven, como Marea, que ofrecerá en este lugar el segundo de sus conciertos en Pamplona tras su vuelta a las andadas (14 de diciembre). Le seguirán el tour Nuclear de Leiva (21 de diciembre) y Ara Malikian con The Royal Garage World Tour (28 de diciembre).

En lo deportivo, tras los partidos de baloncesto de este verano, el Navarra Arena llenará el frontón con el Masters (6 de octubre) y la Final del Cuatro y Medio (24 de noviembre); y la pista principal verá a más de 4.000 gimnastas en los Campeonatos de Gimnasia Rítmica (del 7 al 10 de noviembre). El mundo del motor también tendrá su espacio con el II Outlet Navarra Motor Show (del 10 al 13 de octubre) y la sección indoor de Dielow, The Automotive Event (3 de noviembre).

Más de 200.000 visitantes. Durante este primer año repleto de eventos musicales y deportivos, el Navarra Arena ha recibido a más de 200.000 visitantes, que han disfrutado de las 50 propuestas programadas, 23 de ellas de gran formato.

4,1 millones en 2018. Las últimas cifras económicas que se manejan son las facilitadas a finales de 2018, cuando el Navarra Arena había dejado ya 4,1 millones de euros de gasto directo en la Comunidad Foral.

Próximas citas. El Navarra Arena recupera su actividad normal el próximo 5 de octubre con el concierto de Manuel Carrasco. Al día siguiente, el escenario se transformará en un frontón para dar la bienvenida al Masters de pelota.