Quien decida pasarse por La Fábrica de Gomas para ver la nueva obra de César Sancho deberá hacerlo con la mente muy abierta, ya que el autor se ha alejado completamente de sus habituales cuadros oscuros y llenos de simbología para plantarle cara al color. Un reto que afirma haber disfrutado desde el primer momento y cuyo resultado se puede ver en el citado espacio expositivo hasta el próximo 3 de noviembre. Sus cuadros, todos ellos collages bajo el nombre conjunto de Malabarismos, se acompañan de una serie de fotografías de Gonzalo Nicuesa, quien realiza en Post no bills un interesantísimo trabajo sobre el paisaje callejero de Nueva York, en una serie en la que destaca el uso de la risografía en algunas de las piezas.

César Sancho nos sumerge en esta ocasión en un mundo de colores al que no nos tiene para nada acostumbrados. “Se trata de un juego”, dice, un juego de introducción en el mundo de los niños, de dibujar como ellos y dejarse llevar “por la intuición y los colores”. El artista busca el equilibro de las formas, la mayor parte redondeadas, repletas de color. Para su elaboración, “collage y cartón”, nada más. Y a través de estas piezas nos invita a pensar, a imaginar, como cuando observamos el dibujo de un niño por primera vez. Sancho confiesa que para él el color era un elemento del que había huido siempre y que, una vez se abalanzó sobre él, lo hizo “de una forma plena”. “Ha sido todo un reto pero por eso he querido utilizar estos colores que, aparentemente, en una paleta no tienen nada que ver unos con otros, pero cuya combinación ves que resulta muy armónica”, señala. A estos se suman una serie de piezas que ha colocado por La Fábrica de Gomas, que define como “pequeñas fantasías”.

Por otro lado, las fotografías de Gonzalo Nicuesa (Pamplona, 1976) permiten al espectador realizar un recorrido íntimo por los edificios y calles de Nueva York. El autor muestra en diferentes imágenes en color y blanco y negro -las obtuvo mientras realizaba una estancia en Nueva York como parte de las Becas de Creación Artes Plásticas del Gobierno de Navarra en 2016- el paisaje callejero de la gran manzana y acerca vistas tan conocidas como el famoso skyline. Lo hace a través de fotografías impresas en papel grueso y con un proceso manual de barnizado. Además, destaca el uso de la risografía -técnica gráfica tipo offset para papel, como una máquina de serigrafía automática-, donde Nicuesa se permite jugar con el color y el diseño.