bilbao - Emaztea (Universal) es el nuevo proyecto de Anne Etchegoyen, un disco que no será publicado hasta el 7 de febrero de 2020, pero que los vizcainos podrán disfrutar hoy en el Teatro Arriaga. La cantante de Iparralde, que repetirá el 17 de enero en Olalde Aretoa, de Mungia, asegura que su nuevo repertorio, ya mayoritariamente en euskera y en el que colabora la actriz Itziar Ituño, surge “de mi maternidad y del caso de La Manada”. En su opinión, “nuestra generación debe luchar por la paridad y yo lo hago cantando en un mundo de hombres, especialmente en Iparralde”.

Tras actuar en varias localidades vascas, llega a Bilbao. ¿Actuar en el Arriaga es especial o compartir con el público es tan importante que da igual que sea en una plaza o un teatro solemne?

-¡Los dos lo son, la verdad! Un concierto es un concierto y resulta igual para el público, pero también es verdad que el Arriaga tiene algo especial? Es como un Olympia vasco. Me siento en este teatro como en una plaza de toros: sola y con gente delante y arriba, rodeada (risas).

Llega con nuevo proyecto, ‘Emazte’, que parte de un disco no publicado, pero que adelanta ya en directo.

-Eso es. El disco se editará el próximo 7 de febrero, pero queríamos presentarlo en preestreno en Euskadi, y el Arriaga, en el corazón de Bilbao, es perfecto para eso. Además, en el teatro se podrá comprar con antelación.

¿Cómo será el concierto, cuántas de esas canciones inéditas interpretará en Bilbao?

-El disco tiene una decena de canciones de las cuales un par son dúos y otra, una canción de amor en francés. Cantaremos siete en el Arriaga, incluyendo uno de los dos dúos con Itziar Ituño.

¿Sigue viajando con los mismos músicos?

-Sí, con mis músicos habituales: el guitarrista flamenco Antonio Jiménez y el guitarrista y percusionista Jérôme Levatois, que es también quien realizó y produjo el nuevo disco.

¿Le acompaña el coro masculino y joven con el que ha grabado el disco o hará como anteriormente, cuando se acompañaba de coros originarios de cada una de las localidades en la que actuaba?

-Estaré con Juanlu Díaz-Emparanza, el director del coro Biotz Alai de Getxo, agrupación con la que hicimos el proyecto de Les Voix Basques en Hegoalde. Hemos creado un coro de jóvenes cantantes profesionales, tal y como hicimos en Francia. Juanlu hizo su casting, así que ahora siempre tenemos el coro de cuatro cantantes en el escenario para los conciertos. Ellos, los jóvenes, son el futuro del canto vasco.

Hablemos de ‘Emazte’. ¿Cómo surge este proyecto, con tanta gran presencia de la mujer? ¿Nace como un homenaje?

-Sí, celebramos a la mujer en este disco, tratamos de cosas magníficas como la maternidad y el amor, pero también de la violencia sexista y sexual, de la violencia de género en la pareja... La idea nació con mi maternidad, ya que soy madre desde hace dos años y medio, y con el caso de La Manada. No podía quedarme sin hacer nada, tenía este sentimiento de injusticia total y de enfado. Así que escribí con Jérôme la canción No es no.

Usted va más allá del concepto de la etxeko andre. La mujer vasca actual se desarrolla también en otros ámbitos. Por eso le canta a la libertad, a crecer, a sentirse libre y a aprender...

-Exactamente, quería valorar esta evolución. Claro que es muy importante la etxeko andre, pero la mujer puede ser más, puede existir como igual al hombre, con tantos derechos como él. Nuestra generación debe luchar por la paridad y el respeto por todas las personas en la sociedad.

¿Es un disco feminista o prefiere tildarlo de femenino? Lo digo porque hay mujeres que aún en el siglo XXI reniegan del feminismo, que, en su misma definición, aboga por la necesaria igualdad de derechos.

-El feminismo será necesario hasta que tengamos verdadera igualdad. Así que mientras no la tengamos, yo seré feminista. Pero en un mundo ideal y normal, no debería serlo. Hoy, me siento bien en mi vida como mujer y tengo la suerte de que estoy enfrentándome al machismo de la manera más anecdótica posible: como cantante vasca en un mundo profesional de voces masculinas, sobre todo en Iparralde. Pero quiero luchar por la igualdad y la paridad, y sobre todo contra las violencias sexuales y sexistas.

Presenta una imagen dulce, pero este nuevo repertorio suena valiente y peleón en ‘No pasarán’ o ‘No es no’. ¿Son necesarias ante actuaciones como las de ‘La Manada’ o las declaraciones de Vox?

-Claro. ¡Necesitamos despertarnos y exprimirnos por las mujeres que ya no están! Por eso más valen mensajes claros y dinámicos. Ayudan a la recepción y comprensión.

Por cierto, hay varios idiomas en el disco, pero el euskera cada vez es más mayoritario. Le fue bien en el barnetegi, ¿no?

-Sí, muy bien. Ahora, puedo escribir algunas de mis canciones en euskera, además de en castellano y francés. Fue una experiencia muy rica. En el Arriaga estarán algunas de mis profesoras del barnetegi de Forua.

Hay un guiño en el disco a Catalunya en la canción ‘Askatasunera’. ¿Es un guiño de complicidad?

-Sí, pero está cantada en corso, compartido con otra cantante. Hay pocas mujeres en Córcega que cantan. Hay más hombres, y es una lástima. El encuentro fue muy divertido y nos permitió darnos cuenta de nuestras similitudes.

Canta al futuro, a la libertad, a Euskal Herria, a los sueños... ¿Todo depende de cómo encaremos nuestra vida y trabajo?

-Eso es, esa es la filosofía. Soy bastante positiva y tengo la costumbre de luchar para cumplir mis objetivos. Creo que la esperanza permite avanzar, sobre todo con hijos.

Canta también en el disco clásicos como ‘Maite’ o ‘Boga boga’, este más habitual para coros masculinos. ¿Qué buscaba con esa revisión? Usted les da un toque moderno, con una gran presencia rítmica.

-Buscaba el placer (risas). Me encantaban estas canciones, pero siempre las voces principales eran masculinas. Quise probar versiones más modernas y adaptadas a mi canto.

La actriz Itziar Ituño considera que usted es una voz que tiende puentes entre Hegoalde e Iparralde. ¿Se siente así?

-Eso no es una cosa que pueda decir yo. Yo siempre he querido hacer la música que me gustaba, sin límites, sin fronteras? Esa visión permite encuentros. Así que siempre podemos tender puentes. En este caso, ella es de Hegoalde y yo de Iparralde, por lo que ella es mi puente y yo el suyo (risas).

Contará con ella en Bilbao. ¿Cómo llegó a colaborar en el disco?

-Itziar estará y es un placer y un honor. Ella me encanta, se involucra y es muy natural, lo que resulta muy agradable en la vida en general y, sobre todo, en esta profesión, porque es más raro. La colaboración se hizo a través de nuestros mánager y me respondió que estaba libre en septiembre para grabar la canción y el videoclip correspondiente.