- Agentes pertenecientes al ámbito de la cultura en vivo, tales como profesionales, productoras, compañías y grupos de teatro, música y otras artes escénicas, así como empresas promotoras y técnicos de estructuras y toda clase de equipamientos asistieron ayer a un reunión virtual con representantes del Gobierno de Navarra para exponerles la adversa situación que atraviesa el sector ante la parálisis total de la oferta en directo y para proponer medidas de tipo fiscal, laboral y financiero que les permita emerger cuando sea posible. Y es que si ahora mismo se encuentran totalmente parados por obligación y por responsabilidad ante los efectos del COVID-19, no prevén que sus circunstancias vayan a mejorar, más bien al contrario, cuando se levante el confinamiento, ya que la situación de gran parte de la población será precaria por la pérdida de empleos y el consumo volverá a contraerse tal y como sucedió en la última crisis. Hay quienes ya hablan de finales de 2021 como fecha para empezar a recuperarse.

Por parte del Ejecutivo foral, en el encuentro telemático de ayer estuvieron la consejera de Cultura y Deporte del Ejecutivo navarro, Rebeca Esnaola; la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, y el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Manu Ayerdi, que asistió por teléfono ya que, como se informó hace unos días, dio positivo en el coronavirus y permanece aislado en casa. Y, por parte de los agentes culturales, se conectaron Marisa Serrano, vocal de artes escénicas del Consejo Navarro de la Cultura y de las Artes y miembro de la asociación Aeszena; Belén Álvarez, de la distribuidora Quiero Teatro; Conchi Redín, de la productora Tdiferencia; Iñigo Osés, gerente de la Coral de Cámara de Navarra y miembro de la junta de la Asociación de Profesionales de la Gestión Cultural de Navarra (KuNa); Saioa Erro, de Global Servicios Culturales; Ana Zamarbide, responsable de la promotora In & Out; Pau Vargas, de Panda Management, y Samuel Nicuesa, en nombre de los técnicos de montaje de escenarios y equipos auxiliares.

Sin duda, a primera vista, la variedad de profesionales que se dieron cita ayer da cuenta de la cantidad de empleos que dependen de la actividad cultural en vivo en la Comunidad Foral. Como indicó posteriormente Ana Zamarbide en conversación telefónica con este periódico, "quienes vivimos del público tenemos claro que lo primero es la responsabilidad", que en este sector ya están acostumbrados a ejercer porque cada evento requiere de medidas de seguridad. Pero, como es lógico, "estamos preocupados por cómo todo esto nos va a dejar a medio y largo plazo". En ese sentido, desde el subsector de los conciertos y de medianos y grandes espectáculos en directo, así como desde las agencias de representación artística y desde el lado de los técnicos, lo que le vinieron a trasladar ayer al Ejecutivo es que "somos un sector transversal", ya que implican a un gran número de profesionales, "desde los artistas hasta el transporte, montaje, ticketeras, etcétera". Pero no solo eso, sino también que "vivimos de las emociones de la gente". "Somos los primeros y los que más rápido caemos y a los que más nos va a costar salir", de ahí que las propuestas que han trasladado a las consejeras y al consejero del Gobierno foral es que las medidas laborales, fiscales y financieras sean "inmediatas" y "pensando en este año y en el que viene" . En el conjunto del Estado, "el cálculo que se está haciendo desde la Federación de la Música es que hasta finales del año 2021 no vamos a recuperar la normalidad". "Volkswagen se podrá a hacer coches otra vez, pero nosotros no podremos comenzar con los conciertos enseguida; primero porque la situación económica de la gente no va a ser la misma y segundo porque las ganas y el estado de ánimo tampoco va a estar igual", sobre todo porque seguramente se producirá un cierto temor a las aglomeraciones.

"Lo que estamos intentando transmitir es que lo nuestro va para largo", agregó Zamarbide, que concretó que las propuestas realizadas tienen que ver con el Impuesto de Sociedades, las declaraciones del IVA, las cotizaciones y "agilizar los ERTE todo lo que se pueda".

Por parte del Gobierno la escucha ha sido buena, "y estamos muy agradecidos de que nos hayan convocado y nos hayan tenido en cuenta". "La mayoría somos pequeñas y medianas empresas y saben que nos vamos a ver muy afectadas. Querían conocer las particularidades del sector y nos han pedido que pasemos por escrito todo lo que hemos hablado", más que nada porque las instituciones navarras también están "pendientes de lo que se apruebe a nivel estatal y también en la Unión Europea". "Hay cosas que no son competencia suya, pero a nivel local tenemos una Hacienda propia y quizá ahí podemos tener más cintura y movernos de otra manera", incidió la promotora, que recordó cómo el turismo y la cultura son dos ámbitos que "están creciendo mucho" en este territorio, dejando un impacto notable en alojamientos, transportes, hostelería y otros servicios.

"Todos hemos pedido más o menos lo mismo, una cierta flexibilidad y ayudas, porque, en nuestro caso nos pasa lo mismo que les pasa al resto de autónomos: no trabajas, no cobras", comentó Marisa Serrano, directora teatral y miembro de AESZENA y del Consejo Navarro de la Cultura y las Artes. "Las empresas culturales casi siempre son deficitarias y los trabajadores somos muy temporales", así que si encima hay falta de liquidez no se sabe cómo van a poder afrontar la situación. En esa línea, casi todo lo que le han propuesto al Gobierno foral tienen que ver con medidas fiscales y laborales, desde las cuotas de autónomo, el IVA, etcétera. "Se les ha pedido que sean flexibles a corto plazo y a medio y largo plazo que nos ayuden con otro tipo de recursos", como, por ejemplo, contar con "más presencia" de compañías y artistas navarros en las programaciones.

"Sabemos que no somos prioritarios, aunque sí necesarios. Nos va a pasar un poco lo que nos pasó en la última crisis, que entre ir a ver un espectáculo e irse de vacaciones, la gente escogerá lo segundo". Por eso, también le han sugerido a Rebeca Esnaola que realice "una campaña de sensibilización y promoción del sector", indicó Serrano, satisfecha con la "rápida reacción del departamento". "En la legislatura anterior ya se produjo un cambio cualitativo hacia nosotros", en contraste con el equipo de Gobierno que había durante la última crisis, "que nos abandonó a nuestra suerte".

Coincidió Conchi Redín, en representación de Tdiferencia y de la asociación EsNa, que destacó la "gran sintonía entre los agentes culturales". Las "medidas financieras urgentes" para afrontar "la tesorería de estos meses" y de "reactivación y de apoyo al sector" fueron también compartidas por casi todos los asistentes. "Hemos notado una absoluta actitud de escucha, de entendimiento y de voluntad de ayudarnos", apuntó Redín, que reveló que la de ayer "no será la única reunión" que mantengan con el Ejecutivo foral.

Otros representantes que no estuvieron en esta cita también comentaron su situación. Así, David Bernués, de Acrónica Producciones, indicó que están viviendo esta situación "entre la angustia y el desconcierto de enfrentarnos a algo desconocido; con el miedo que supone no poder valorar el impacto real que esto va a tener". "Los trabajadores de las artes escénicas nos hemos quedado sin trabajo y no sabemos cuándo podremos volver a recibir algún ingreso, ya que eso depende directamente de que se abran los teatros y podamos volver a los escenarios", añadió. Asimismo, expresó su preocupación por el tiempo que le llevará a la población recuperar la dinámica social previa y alcanzar la tranquilidad "para sentarse en butaca junto a 50, 200 o 500 personas más". En ese sentido, demanda empatía y solidaridad con quienes más van a perder con esta crisis, como son ellos, pero también los pequeños comercios y autónomos.

En su caso, Isabel Aísa, de Trokolo, califica de "hecatombe" la coyuntura. La veterana compañía navarra explicó que tenían varias funciones contratadas para El cuento del carpitero, así como con otra obra incluida en la Asteklima del Gobierno Vasco, además de estar preparando un nuevo espectáculo, "que hemos tenido que poner en cuarentena por razones obvias". "Y dependiendo de cuánto dure esto no sé si llegaremos a verano", lamenta. Miguel Goikoetxandía, de Iluna Producciones, cifra en siete funciones en marzo y 11 en abril el trabajo que tenían por delante "y que no sabemos en qué quedará", a lo que hay que sumar que han tenido que detener los ensayos de Vencidos, con Natalia Dicenta, cuyo estreno está fijado para el 18 y 19 de abril. "Lo primero que solicitaría es que no se cancelaran las funciones y que se puedan recuperar en algún momento", así como ayudas para los autónomos como eximirles de la cuota mientras dure la crisis, dijo.

Desde Amico, Txori García Uriz contó que han tenido que dejar de ensayar su nueva propuesta, que se estrena en mayo en el DNA. "Sabemos que abril está anulado y estamos a la espera(nza) de salvar esa posibilidad", apuntó.