- Está sorprendido por la retirada en plena pandemia de A partir de hoy, el programa que presentaba en La 1. No le ha parecido una decisión elegante, sobre todo para las más de treinta familias que se quedan en el paro. Él pensó que era un hasta luego, pero se ha convertido en un adiós. Lo que sí disfruta es con la presentación de su nueva novela, Con el amor bastaba. Un libro que comenzó a escribir tras su salida del ministerio de Cultura en el que había entrado tras formarse el primer gobierno de Pedro Sánchez. Si le llamas exministro ríe divertido y pide que no te cortes, que le llames como quieras. A la largo de esta conversación habla de cómo fue su paso por la alta política, entre risas dice que todo lo hizo bien, no tuvo tiempo para mucho: "Creo que incluso cuando dimití lo hice bien".

Me tiene despistada, no sé cómo dirigirme a usted. ¿Le llamo, señor exministro, Màxim o Máximo?

-Ja, ja, ja€ Lo de señor exministro va a ser como que no me emociona demasiado. Màxim o Máximo, como gustes. Me dedico a escribir, nada más.

Pero ha sido ministro, eso no lo va a poder negar.

-Claro, un rato muy corto, ¿no te parece? Soy Máximo como el turrón, lo soy desde 1971, pero llámame como quieras, exministro también si te hace gracia.

Su última novela entra entre dos crisis, la de ser ministro y dejarlo de serlo al poco tiempo y la pandemia. Parece un poco particular.

-En lo personal, es un libro de entreguerras, la mía particular y esta inesperada pandemia mundial. Espero y deseo que sea un paréntesis de felicidad, igual que pasó en los años 20 y que este libro sea mi belle époque.

Con el amor bastaba, un título que sugiere romanticismo, pero que es todo lo contrario y que se convierte en una historia muy dura.

-Es que sentimos una especie de rechazo al amor. Fíjate en El amor en tiempos de cólera. En este caso es algo parecido, el amor es una especie de lamento, es una queja. Imagínate a una persona en el final de su vida que dice: Con el amor bastaba. No, quería algo más. Es una novela dura y con mucha melancolía. Pero lanza una mirada con una media sonrisa, es así como debe mirarse el pasado.

El libro lleva una solapa con una frase de Aute: "Reivindico el espejismo de intentar ser uno mismo".

-Fue una frase que me ofreció él. El libro tenía que haber salido en marzo, el día 31, y la frase me la ofreció Aute en vida. No pensaba que iba a morir y que esta frase que me dio él se iba a quedar como un legado maravilloso. Esa frase de Aute es el alma de esta novela.

¿Se ha encontrado momentos en el que usted no era usted?

-Nos pasamos la vida intentando ser como los demás o peor, como quieren los demás que seamos. En esta novela se reivindica el valor de la diferencia y todos somos especiales, todos somos únicos y todos somos raros. Desde niños intentamos pertenecer a la masa y la mirada al diferente es muy cruel. Todos somos el protagonista de esta novela porque todos en algún momento nos hemos sentido juzgados y no hemos disfrutado de nuestra libertad.

¿Qué tiene de Helio, el protagonista?

-Supongo que reflejos. No es una novela autobiográfica, al contrario. Me gustaría tener el hermano que tiene él, yo soy hijo único. En una novela puedes construir la vida que quieras, llenas vacíos, te tomas desquites contra la realidad o contra las circunstancias.

¿Un refugio?

-Sí. Pero no es lo que me parezca a Helio, sino lo que me gustaría parecerme. Sí que me parezco en una cosa, el niño de la novela pinta, yo también.

¿Usted pinta?

-Sí. Lo hago desde niño. Mi madre hizo Bellas Artes y fue una influencia. Recientemente, me he dado cuenta de que en mis novelas siempre aparece un pintor.

A usted le miraron mucho cuando fue ministro de Cultura, si tuviéramos que valorar su experiencia lo dejaríamos en muy breve, ¿no?

-La valoración sería muy buena porque todo lo que hice estuvo bien€

Mucho tiempo para hacer las cosas mal no tuvo.

-Ja, ja, ja€ Claro, es verdad. Incluso dimitir estuvo bien, qué más te puedo decir.

Si se planteó alguna vez no dimitir.

-En cuanto vi que el ruido iba a tapar la gestión, fui quirúrgico. Yo no me dedico a la política ni vengo de ella. Siempre he exigido que ante cualquier duda, los políticos dimitan, y es lo que hice.

Fue criticado desde el minuto uno. ¿Por ser periodista y conocido presentador de televisión no puede una persona ser ministro?

-Les debí parecer exótico. Las críticas vinieron de la prensa. Fundamentalmente, fueron críticas de compañeros. Perro no come perro, pero periodista come periodista.

Vaya, eso no deja muy bien a la profesión.

-Hay colegas estupendos y mantengo una relación estupenda y de amistad con muchos de vosotros. No hay que generalizar, pero supongo que muchos dirían: "¿Por qué él y no yo?"

A eso se le llama envidia, y no de la sana.

-Más bien creo que todo lo que ocurrió escondía muchos prejuicios, que se lo hagan mirar. Yo no tengo prejuicios. Luego se vio la vara de medir con los temas ajenos de otros políticos.

Esta pandemia deja muy tocado el mundo de la cultura en general, ¿cree que hay alguna receta que pueda salvarla y que el sector salga menos dañado?

-Ser empáticos con la cultura. Además, la cultura tiene un buen dato en el PIB, es lo que queda y lo que representa a un país. La cultura es lo que nos representa por territorios, más allá de las grandes empresas o de tu equipo deportivo de referencia, la cultura es lo que traspasa siglos y es lo que nos hace grandes. La receta es la empatía.

La pandemia le ha dejado sin programa de televisión. Al principio pensaba la desaparición de A partir de hoy que era un hasta luego y ha sido un adiós en toda regla.

-Eso creí yo al principio, pensaba que volveríamos con A partir de hoy cuando todo empezará a normalizarse. Fue un hasta pronto porque se trataba de un ERTE. Me dijeron que iban a poner avances informativos, me pareció bien durante las dos primeras semanas, la tercera era un exceso. El lunes pasado, llamaron y dijeron que no contaban con nosotros.

Una faena, supongo.

-Es mi nombre el que sale en los titulares, pero no he dejado de pensar en las más de treinta familias, guionistas, reporteros y demás, que se fueron pensando que era un ERTE y que al final no lo ha sido, ha sido una mierda; se han ido al paro. Hacer desparecer un programa así como así en plena pandemia no es muy elegante. Resumiendo ha sido poco elegante como han eliminado A partir de hoy, una mierda.

¿Había tenido algún problema con Televisión Española?

-No. A mí me encanta TVE, hace grandes productos. De hecho, antes de este proyecto, trabajé en la cadena haciendo Destinos de película. Cuando volvía con este programa, se pensó solo en el verano y se iba a llamar como la canción de Amaral, Días de verano. Después, se decidió cambiarle el título para que el programa continuara.

Llegan tiempos de ver proyectos y de mirar la realidad con una perspectiva muy diferente. ¿Qué tiene entre manos?

-Con tanto paro y tanta gente que va a tardar en recuperarse, no quiero quejarme. Puedo seguir escribiendo desde mi casa. Hay mucha gente que no tiene teletrabajo, no es verdad que todo el mundo lo hace, hay profesiones que no se pueden desarrollar desde casa. Voy a focalizarme en la promoción de la novela, en escribir una próxima y como los taxis, llevo el libre en mi techo ante cualquier proyecto que venga.

Una promoción muy extraña.

-Este libro tenía que haber salido el 31 de marzo, ha sido como el parto de la burra. La promoción sí que ha sido rara. Yo que soy muy del siglo XX, esto de no ver la cara, no tocarse, no acercarse, no viajar, no ver a los lectores, no hacer firmas€ Es una promoción muy extraña en una vida muy extraña.

Supongo que habrá echado de menos esa afición suya de tomarse una caña con amigos.

-¿Una? No, dos como mínimo€

Ahora a dos metros de distancia.

-Es terrible. El primer día que abrieron la veda y nos dijeron: Ya pueden pasear, pero con quien vivan. Salí a la calle a pasear, pero me sentí como un tren eléctrico que daba vueltas sin sentido. Si salgo a la calle es para dar una vuelta, para ir al cine, para sentarme con amigos en un bar y tomarme unas cañas, en plural, no una. Salgo para reírme, pero pasear por pasear, sin ir a ningún lugar, no. Me sentí como un robot y me volví a mi casa.

¿Qué sintió cuando pudo acariciar por primera vez el libro Con el amor bastaba?

-Para mí, este libro es muy importante en mi trayectoria. Tenía muchas ganas de verlo y me emocionó ver la frase de Aute. Es un salto literario y pertenece a un tiempo muy relevante en mi vida, se va a convertir en una historia muy especial en lo profesional y lo personal.

¿Le han llamado de algún lugar ahora que está libre?

-Todas las llamadas que he recibido desde el lunes, han sido muchas, eran para preguntarme si estoy libre de verdad.

Así que es posible que le podamos ver en pantalla.

-Pues no lo sé, como el futuro no existe y el presente es tan incierto, nunca pienso en lo que va a suceder porque como hemos visto, la vida da muchas sorpresas.

¡Quién lo iba a imaginar en enero!

-A mí, este mundo raro no me gusta nada. Esto es una distopía y parece todo de ciencia ficción.

Sé que le gusta mucho el mar, ¿se ve pidiendo cita previa para ir a una playa?

-Ja, ja, ja€ No, seguro que no. Esto lo corregirán dentro de poco, siempre hay la posibilidad de que salga un técnico diciendo que el agua del mar es bueno para la pandemia.

"Como decía Aute reivindico el espejismo de intentar ser uno mismo; esa frase es el alma de esta novela"

"La cultura es lo que nos representa por territorios, más allá de las empresas o de los equipos deportivos"

"Las críticas de ministro me vinieron de los compañeros. Perro no como con perro, pero periodista come periodista"