- El 4 de enero de 2021 nos dejó Luis Felipe Sarasa, conocido cómo Pipe. Sirvan estas líneas cómo despedida y reconocimiento al enorme trabajo desarrollado cómo presidente de la Coral de Cámara de Pamplona. Creo que no hará ni un mes que nos vimos por última vez, no pensé que fuese nuestra despedida, pero así ha sido.

Tuve el honor de ser gerente de la Coral de Cámara de Pamplona entre 2002 y 2007, período en el que tuve una relación muy intensa con Pipe. Durante ese período la institución vivió momentos malos, regulares y buenos. Pero siempre trabajamos por poner a la Coral de Cámara de Pamplona en el lugar que le correspondía. Pipe se dejó la piel por que las instituciones públicas apoyaran a la Coral de Cámara de Pamplona. No siempre lo consiguió, aunque el período en el que compartimos responsabilidades, tuvo un apoyo decidido por parte de las instituciones.

Durante sus años de presidencia (1983-2009), le tocó gestionar muchos momentos complicados, posiblemente más momentos de tensión que momentos de gloria. Pero incluso en las crisis más intensas se anteponía su amor y pasión por la Coral de Cámara de Pamplona. Siempre hizo lo que pensaba que era mejor para la Coral, acertada o desacertadamente, con decisiones que las compartí o no, pero el único interés que siempre tuvo fue preservarla, fortalecerla, ayudarla... Me atrevería a decir que en algunos de los momentos más complicados, si no hubiera sido por él y la junta que le acompañaba en cada momento, posiblemente la Coral de Cámara hubiese desaparecido. Fue generoso con la Coral, diría que generoso con mayúsculas. Creo que todos los que en algún momento hemos tenido vínculo con la Coral de Cámara de Pamplona, debemos agradecerle su dedicación a la Institución.

En 2005, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales concedió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo a la Coral de Cámara de Pamplona. El acuerdo del Consejo de Ministros otorgaba la medalla a la Coral “cómo reconocimiento al trabajo desarrollado en los casi 60 años desde su fundación”. En aquel momento Pipe declaró a la prensa que el reconocimiento “llegaba en un momento auténticamente crucial”, “siendo un espaldarazo y reconocimiento a los largos y duros años de trabajo”, “ sintiéndose muy orgulloso además de ser un honor difícilmente explicable con palabras”. Fueron momentos que Pipe los vivió con enorme satisfacción.

Pero desde mi punto de vista cuando realmente se hizo justicia con la Coral de Cámara de Pamplona fue en 2018, cuando el Gobierno de Navarra le concedió el Premio Príncipe de Viana a la Cultura. Me alegro enormemente que Pipe tuviese la oportunidad de vivir aquellos días, de celebrarlo cómo la oportunidad lo merecía. No fue el encargado de recibir el galardón cómo presidente, fue su mujer Anne Miren Troyas, presidenta en aquellos momentos y en la actualidad de la Coral, pero estoy seguro que lo sintió y vivió cómo si lo hubiera recogido él. Estoy seguro que las emociones y alegrías vividas por ambos en aquellos momentos y posteriores, sirvieron para aliviar los muchos sin sabores digeridos durante tantos años.

Para Pipe un concierto de la Coral de Cámara de Pamplona era un gran acontecimiento, la agenda de conciertos de la Coral marcaba su agenda personal. No todos los repertorios que interpretaba la Coral de Cámara de Pamplona tenían el mismo interés para Pipe, pero siempre acudía a todos los conciertos que podía. Cómo muchas veces me decía después de los conciertos, siempre había motivos para ir a escuchar a la Coral y disfrutar de su trabajo. La mayoría de las veces acababa los conciertos emocionado, cuando no con los ojos humedecidos tras escuchar la interpretación del Agur Jaunak de Luis Morondo Urra.

Eskerrik asko, goian bego eta agur jauna!

Gerente de la Coral de Cámara de Pamplona entre 2002 y 2007