Tras su debut Ecos de aventura (2019), Valira presenta Ecos de aventura (2019)Ecos de aventuraSupernova

El parón por la pandemia cogió a Valira en un gran momento, tras un 2019 en el que presentaron su primer disco y defendieron una gira que había funcionado bien, con presencia en festivales y citas en diferentes ciudades.. ¿Hubo que hacer cierto ejercicio de reflexión como banda para sobreponerse a ese parón obligado?

-Sí, totalmente. Fue un palo. Al principio igual no fuimos tan conscientes, como vino todo un poco rápido y fue una situación tan surrealista… Sí que teníamos un año de crecimiento clave para nosotros y empezaron a caer cancelaciones, y teníamos festis, conciertos… Era un año guay, pero en ese momento decidimos aprovechar para grabar otro disco. Tuvimos el 2020 bastante ocupado, pero viéndolo ahora con perspectiva y ves que todavía no se ha arreglado…Sí que ha sido un ejercicio mental de decir un año o dos a la basura, pero está todo el mundo igual, no nos queda otra que tirar.

¿Cómo definiría la explosión sonora de esta ‘Supernova’?

-Nos gusta mucho ese título porque la metáfora que hace es una explosión de color y de luz, es una explosión tan intensa que dura muchas semanas e incluso meses… Nos parecía una metáfora muy bonita y además somos unos enamorados de la ciencia ficción y nos apetecía que todo el arte del álbum fuera en ese sentido. En las letras de las canciones también se encuentran muchas metáforas sobre temas espaciales: Gravedad, Un faro en el vacío, El Replicante...

¿Juan Zanza ha visto cosas que nosotros no creeríamos?

-(Risas). Ojalá pudiera decir esa frase y he visto arder naves más allá de Orión, desde luego (risas). Pero para la banda sí que sentimos que este disco es un punto y aparte. Ya no somos un grupo nuevo que enseña lo que estamos haciendo, sino que la gente nos conocía y nos apetecía dar un pasito más en cuanto al sonido, atrevernos un poquito más... Es lo que hemos intentado en la producción del disco, que sea un sonido más moderno y procesado… Creo que se ha seguido el sonido con el que más a gusto nos sentimos, que es una mezcla de pop rock independiente, pero que también tiene otros estilos, porque mezcla toques de electrónica, baterías cañeras…

‘Supernova’ sigue la línea de ‘Ecos de aventuras’, donde experimentaban con sintes y electrónica, pero va un paso más allá en cuanto a un sonido quizá más contundente. Prueba de ello es ‘Un faro en el vacío’, el tema que abre el disco y que parece ser una declaración de intenciones.

-Siempre ponemos la vista en grupos americanos que nos gustan mucho, como por ejemplo Bring Me The Horizon y Twenty One Pilots. Bring Me tiene distorsión, pero a su vez mezclan con capas de sintes y se genera un sonido moderno que mola mucho.

En cuanto a grandes diferencias de ese primer disco, sí que se ha dejado a un lado el rap...

-Sí, no me nacía. Cuando estábamos con los temas, no encontraba ningún sitio en que eme apeteciese rapear. En el primer disco salió bastante natural y no descarto que vuelva a pasar en futuras canciones.

Hemos hablado del protagonismo de la ciencia ficción en las canciones, pero, bajo esta carcasa, ¿nos encontramos con letras en su mayoría introspectivas, personales y, a su vez, universales?

-Sí, totalmente. Hay mucha parte de real. Hay canciones como Gravedad, que habla de la inspiración, otras como Rincón Salvaje hablan de amor… Lo que más natural me sale son esas letras tan íntimas y personales.

El lado más social lo encontramos con ‘Eterna Tierra’. Y como dice en esta canción, cuando uno comparte tierra con quienes no miran alrededor, quienes venden su ideal, quienes ensalzan su patria al ver un símbolo ondear, quienes añoran represión… ¿Cuesta a veces no salir corriendo y abandonar la pelea?

-En esa canción quería transmitir que tras muchos años de estar en “primera línea de lucha política” y estar muy activo, te vas dando cuenta de lo díficil que es, te decepcionas con ciertos comportamientos de gente que incluso tú los tenías idealizados y creías que se iban a cambiar las cosas... Con los años yo al menos me he ido desilusionando mucho y por ideal propio no puedes abandonar, porque quieres seguir estando ahí y cambiando las cosas, pero ves lo que hay a tu alrededor y te decepciona tanto, que a veces te entran ganas de dejarlo todo, de salir y cagarte en todo.

Una decepción que quizá también haga ‘viejo’ el tema de ‘Algo invisible’, compuesto en pleno confinamiento y cuya letra, optimista, defiende un “tal vez la gente cambie de actitud…”. Y un año después, ¿hay cambios?

-Desde luego que viendo las actitudes de la gente, es espectacular... Ves las noticias, o sin verlas, vas por ahí y vas viendo que a la gente le da igual todo… La gente no tiene empatía, si piensas en toda la gente que no puede trabajar, que no está pudiendo abrir sus negocios… Desespera mucho. La gente es súper egoísta, está claro que no es todo el mundo, pero siempre hay gente así. Pensábamos que íbamos a salir todos más solidarios y mejores pero…

De cara a esta nueva normalidad de conciertos, ¿en qué formato está girando ahora Valira?

-Nos resistíamos al hecho de que la gente viniera y estar con la guitarra acústica, a rasgar y echar canciones, queríamos trabajarlo más. El público está pagando una entrada y que va ahora a los conciertos son los más valientes porque se están exponiendo también igual que nos exponemos todos por mantener la cultura viva, así que queríamos que por lo menos que tuvieran un momento especial. Hemos estado tres meses ensayando a tope y hemos adaptado las canciones. Yo llevo la guitarra acústica, pero hay muchas canciones que ni la toco, porque hemos montado bombo, caja, set de batería con percusión, guitarra eléctrica, bajo eléctrico… Por ejemplo, Corazones ambulantes la hemos hecho reggae. Es un formato diferente que además te permite escuchar detalles que en un concierto eléctrico no oyes. Ahora todo es más íntimo.

En el lado optimista de esta nueva 'etapa', ¿las canciones ganan una nueva vida?

-Desde luego, la verdad que es súper positivo y nos estamos planteando, no sabemos cuando, pero grabar este directo para que no muera, porque es una cosa que ha salido que es súper chula.