Las empresas exhibidoras de cine han mostrado su convencimiento de que la crisis de la covid-19 no va a acabar con el cine y aseguraron que con 125 años de historia a sus espaldas, y tras haber superado otras crisis que también anunciaban su desaparición, la experiencia de una sala a oscuras y vivir historias en compañía de otros va a seguir teniendo arraigo entre el público. “Cuando pase la pandemia va a volver al cine. Es un ocio barato y muy seguro. El cine volverá por la puerta grande”, explicó ayer Víctor Anaya, de la exhibidora Unión Cine Ciudad, en el marco del festival Lo que Viene que ese está celebrando en Tudela y que ayer concluyó.

Junto a él estuvieron en una mesa redonda que analizaba el pasado, presente y futuro de los cines Octavio Alzola, director de Programación y Marketing en Cines Renoir, Ramiro Ledo, presidente de la Red de Cines Independientes Promio y Agustín Llorente, Country Manager de Kinépolis España.

Todos se mostraron esperanzados ante el próximo semestre, dado que se han ido retrasando estrenos y en seis meses próximos “habrá uno cada semana”. “La experiencia de compartir la proyección no se compensa con una plataforma. Hay que adaptarse y los cines lo tendrán que hacer, pero es una experiencia que solo se puede vivir en un cine”, indicó Anaya, aunque Azola matizó, “salir saldremos, seguro, pero la cuestión es cómo”. Por su parte Llorente complementó las buenas perspectivas apuntando que “hay muchas encuestas y todas coinciden en que se quiere volver al cine”.

En su intervención destacaron el papel de Santiago Segura (Padre no hay más que uno) en poder salvar el verano con el estreno de su película, “gracias a él no cerraron los cines. Arriesgó su dinero y estrenó en el peor momento”.

Una de las claves sobre la que debatieron es la necesidad de adaptarse o buscar nuevos mercados para hacer frente a la competencia de las plataformas. Para Llorente “hay que reinventarse y potenciar la experiencia que significa el cine. Ahora hay proyecciones con agua, lluvia, niebla, viento y butacas que se mueven. Pero también hay que trabajar con otros contenidos como cultura, ópera, conciertos, deportes o series de televisión”. Sin embargo Azola disintió, “no hace falta tener sonido Atmos para tener una experiencia distinta a la que tienes en casa”, y aunque defendió la posibilidad de reponer antiguos éxitos a su juicio “no debemos ser filmotecas, hay que estar pegado a la actualidad y a los estrenos”. Por su parte Toledo fijó la clave en “la selección de películas” y “la identidad de los locales” y con respecto a las plataformas señaló que “nadie conoce las cifras reales de espectadores que manejan, son todo estimaciones”.

José Romano, responsable del cine Moncayo de Tudela desde hace 35 años, afirmó que los pequeños cines han pasado la pandemia “mejor que los grandes” y fijó uno de los grandes problemas en el tiempo en que se sacaron los cines a polígonos y desaparecieron del centro. “En esta pandemia las distribuidoras independientes han alimentado los cines, mientras que las grandes los han abandonado. El público de 55 a 80 años nos ha abandonado por miedo, ¿cómo lo recuperamos?”, se preguntó.

Con respecto a la eterna polémica del elevado precio de una entrada, quisieron desmitificar este extremo. “La media de los cines en España es de 6 euros y es el cine más barato de Europa. Que por se precio puedas ver un espectáculo de 2 ó 3 horas es un lujo”. Según explicaron, de cada euro que cuesta, 0,21 se va al IVA, un 3% a la SGAE y del resto “el 50% a la distribuidora y el otro 50% a las salas, de ahí paga alquiler, salarios, aires acondicionados, equipos, limpieza...”.

Por último pusieron sobre la mesa la obsolescencia programada de las nuevas máquinas y alertaron sobre el problema que se van a encontrar a corto plazo al tener que renovar los proyectores de películas digitales que tienen un coste de unos 300.000 euros y que solo aguanta unos 10 años, “nos llega en el peor momento económico y no hay ayudas”, apuntaron, y recordaron que los proyectores de las películas realizadas en 35 milímetros duran más de 50 años “y solo requieren pequeño retoques”.

“Hay que trabajar con otros contenidos como deporte, ópera, conciertos o series de tv”

Kinépolis

“No hace falta sonido Atmos para tener una experiencia distinta a la del cine en casa”

Cines Renoir