Dentro de la Estrategia de Transición Ecológica del Gobierno foral, conocida como Navarra Green, el Ejecutivo ha planteado 74 proyectos de sostenibilidad medioambiental, económica y social, que están alineados con el Pacto Verde de la UE y que poseen un enfoque orientado a lograr financiación de los fondos europeos Next Generation. Sin embargo, la Federación Navarra de Caza (FNC) ha trasladado al Gobierno que se contemplen también planes y líneas de trabajo propuestas para afianzar los beneficios que la caza aporta tanto a la naturaleza como a la economía y al desarrollo social.

La primera de ellas hace referencia a la política de regeneración urbana, en la que se propone la rehabilitación de mataderos locales como zonas de recepción y tratamiento de carne de caza y subproductos animales no destinados al consumo humano (SANDACH) de actividades cinegéticas. Para los cazadores, el aprovechamiento higiénico de la carne de caza supone un ejemplo de sostenibilidad rural. Pero, para conseguirlo, es necesario disponer de unas instalaciones mínimas de fácil limpieza y que permitan un faenado cómodo de los grandes ungulados cinegéticos presentes en Navarra (jabalí, ciervo y corzo).

El hecho de readaptar estas instalaciones, actualmente abandonadas, generaría múltiples beneficios en las zonas rurales. Además de la regeneración de instalaciones que ahora están sin aprovechamiento y en fase de abandono, no hay que olvidar que la sobreabundancia de estas especies causa importantes problemas de daños agrícolas, seguridad vial, sanidad animal e impactos ambientales. De hecho, las entidades científicas suelen refrendar como una estrategia clave de la gestión poblacional de estos animales el facilitar la manipulación para autoconsumo y comercialización de la carne de caza.

Adscrito a los parámetros de la economía circular, la FNC plantea que es necesaria una mejor gestión de los SANDACH, ya que en muchos municipios de la Comunidad foral existe un problema real en la gestión higiénica y conforme a las normativas europeas y españolas de estos subproductos animales. A juicio de los cazadores, sería muy interesante establecer una red de recogida de ámbito local o comarcal (mediante contenedores y empresas gestoras homologadas) para tratar higiénicamente estos residuos específicos de riesgo.

Como tercera apuesta, ven prioritaria la gestión de las vainas de los cartuchos, ya que se trata de uno de los residuos más representativos de todos aquellos que se generan durante las actividades cinegéticas de caza menor. Se sugiere la creación de un sistema de recogida sostenible, con el que se evitaría la presencia de microplásticos y con el que se podría reciclar y reutilizar estos materiales.

Por otro lado, una de las apuestas principales de la FNC es el desarrollo de un estudio de conservación y fomento de las aves esteparias, que fuera llevado a cabo por la propia entidad, en colaboración con el Gobierno de Navarra. El objetivo es ampliar a muchos más municipios los proyectos de colaboración agrocinegética como el ejecutado desde el 2019 en el término de Morterete, en Corella. En esa iniciativa y gracias a un acuerdo con un agricultor, se está mejorando las poblaciones de estas aves, intentando frenar el declive que ha provocado, en gran medida, la expansión de la agricultura intensiva.

En otro orden de cosas, los cazadores alertan de que la expansión desordenada de las instalaciones de energías renovablespuede acabar produciendo daños irreversibles a la biodiversidad, poniendo en jaque algunos de los valores naturales únicos de España. Navarra, como comunidad pionera en el impulso de este tipo de energías, debería abordar, a juicio de la FNC, un proyecto de impacto ambiental de las instalaciones eólicas y fotovoltaicas sobre las especies cinegéticas, así como estudiar sistemas de compensación y apoyo a la fauna en los términos municipales afectados.

Por último, desde el ámbito cinegético navarro se respalda la demanda nacional realizada por la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (Asiccaza), que ha reclamado que, dentro de las medidas complementarias de apoyo a empresas y autónomos afectados por la pandemia de la covid-19, se incluya también a los actores industriales de la carne de caza. En la citada organización consideran especialmente justificable un apoyo específico a ese sector, debido a la especial afección sufrida en las limitaciones a la producción (por el confinamiento y por las restricciones de movimiento de los cazadores), junto a la importante disminución de ventas a consecuencia de los cierres o las limitaciones sanitarias del canal horeca, del turismo, etc.

Para paliar esta situación, desde Navarra se exponen diversas vías, como líneas de ayudas directas a la actividad u otros enfoques más integrales o sectoriales, tales como la gratuidad de la analítica veterinaria de triquina, para favorecer el consumo de carne de caza y la extracción de jabalíes, o un plan de gestión de los subproductos similar al indicado para la estrategia Navarra Green del Ejecutivo foral.