- La batalla de Noáin dejaba al rey de Navarra sin esperanza de reconquista del reino tras el tercer intento de 1521. Hay que hacer notar que ni la entrada de los 12.000 soldados del ejército con André de Foix, señor de Asparrot ni los escuadrones de bearneses que fueron derrotados tuvieron eco en la historia de Enrique II el sangüesino, sino que los protagonistas tanto de Amaiur como de Fuenterrabía fueron los jefes franceses junto con los navarros más adictos al antiguo reino de Navarra. La batalla de Noáin no tuvo mayor impacto en los contemporáneos tanto navarros como españoles porque no se tuvo interés en la historiografía en señalar el sitio geográfico de la batalla ni el número de derrotados o muertos ni quien los recogió o dio sepultura a los derrotados.

- Los vencidos fueron los navarros del antiguo reino de Pamplona y luego de Navarra y las fuerzas francesas que les apoyaban y los vencedores fueron los castellanos que venían de ser exterminadores de los comuneros, y junto a los castellanos fueron vencedoras las tropas oñacinas guipuzcoanas dirigidas por Juan Pérez de Ainziondo, las vizcaínas conducidas por Gonzalo de Butrón y las alavesas junto con las tropas aragonesas fieles a Carlos de Gante.

- La batalla de Noain, arrastró consigo la derrota de Amaiur y la expulsión de los de Fuenterrabía de 1524. Desde este momento la historia del reino de Navarra se dirige a los territorios de Ultrapuertos tanto en el ámbito religioso como sobre todo civil y político. Así que las sedes episcopales que aparecen en el territorio vascón ultra-pirenáico son Bayona, Eauze, Auch, Dax, Tarbes, Oleron y Lescar. Ellas van a tener un gran protagonismo precisamente con la conversión de los reyes navarros al calvinismo. A ellas ha dirigido la historiografía navarra su atención e igualmente a los espacios políticos ultra-pirenáicos de la Corona navarra que eran los territorios de Albret, Baja Navarra, Bearne, Foix, Bigorra, Quatre Valles, Nebouzan, Gabardan, Marsan, Tursan, Castellbó. Y otras tierras por las que era feudataria de la corona de Francia como el vizcondado de Tartas y de Maremne en los alrededores de Dax, Casteljaloux y el vizcondado de Aillas en el territorio de Bazás y Nérac en el territorio de Condom. Con todos estos territorios, los reyes navarros desde Enrique II hasta Enrique III de Navarra y IV de Francia conformarán un estado independiente que tuvo gran protagonismo en la historia europea del siglo XVII hasta 1620.