Después de una primera edición más que exitosa, vuelve el festival de música clásica por excelencia a Pamplona, esta vez con cambio de nombre: de Reclassics a Clásica Plus. Pero que este cambio no confunda a nadie, dice su creadora, Isabel Villanueva (Pamplona, 1988), que la esencia se mantiene intacta. “Lo único que hemos hecho ha sido dar un paso más”, asegura, en lo que califica como “una carrera de fondo”. Convencida de que la música clásica sí es para todos los públicos, la violista ha hablado con DIARIO DE NOTICIAS sobre las entrañas de este festival que arranca este mismo miércoles en Baluarte.

Además del cambio de nombre, que es la diferencia más evidente, ¿hay algo que suponga un giro radical entre Clásica Plus y Reclassics?

-Clásica Plus es una evolución de lo que fue el inicio del proyecto el año pasado con Reclassics. Es una evolución in crescendo con la intención de reforzar aún más la identidad del festival, con el aumento de espacios, territorialidad o artistas de diferentes géneros musicales.

Este festival se describe como una forma de reinventar la música clásica. ¿De qué manera se consigue?

-El espíritu de Clásica Plus es, en su más profunda esencia, acercar la música clásica a todos los públicos. Y para ello, palabras como reinventarse, actualizarse o experimentar están a la orden del día en este proyecto. Queremos que el público de a pie, el que nunca ha ido a un concierto de clásica, tenga curiosidad por ver qué es esto. A mí me da mucha pena cuando oigo que la música clásica es solo para personas con conocimientos que entiendan de qué va el asunto, porque es un falso mito que con este festival queremos romper. ¿Cómo lo hacemos? Fusionando diferentes géneros con, por ejemplo, artistas como Dorantes, máximo exponente del piano flamenco. En definitiva, queremos hacer ver a todo el mundo que la música clásica no es algo de una época o de un tipo de personas, sino que es algo que siempre ha existido y que es, de hecho, la esencia de todos los géneros que han surgido en el siglo XX, como el pop, el jazz, el rap o incluso el reguetón. Todo es música y de eso va el festival, de que la música en general sea algo que todo el mundo pueda disfrutar sin ningún tipo de barreras ni de etiquetas.

Dicho de otro modo, que toda la música parte de una base y esa base es apta para todos los públicos.

-Claro. Pero es que desde el Barroco o la época romántica ya estaban los mismos acordes que se usan en la música de hoy en día. Si te fijas bien, es tan rock Beethoven como Jimi Hendrix o tan clásico Madonna como Mozart. Al final, etiquetar tanto puede acabar en concepciones que son erróneas.

Con la experiencia de la primera edición y la suya propia sobre los escenarios, ¿realmente se acerca el público joven a este tipo de espectáculos?

-Depende de cómo se lo presentes. Tenemos que tener en cuenta que en el siglo XXI el tema visual es fundamental. Hasta hace pocos años, la música clásica se presentaba en los escenarios de forma muy básica y los artistas no entraban en contacto con el público. No existía esa vinculación que hoy en día es fundamental. De hecho, en el festival tenemos este año una novedad, que son los encuentros que se celebrarán entre artistas y público después de los conciertos. Ahí, el público podrá ver al artista sin instrumento y podrá charlas con él o ella. Tener la oportunidad de hablar con María Bayo, Dorantes o Ana María Valderrama o Rafael creo que es algo que gustará mucho. Es necesario que descubran a la persona, además de al personaje como artista.

Estos encuentros sirven, además, para desmitificar la figura del artista y acercarlo a la tierra.

-Así es. Realmente, sin el público, los artistas no somos nadie. Son nuestro aire en los conciertos. Yo estoy deseando tener el regalo de un concierto en directo y quiero que el público entienda lo imprescindible que es para nosotros. A raíz de esta pandemia los artistas nos hemos dado cuenta aún más de la importancia de la música en directo y de esa magia irrepetible que sucede en ese único momento.

Ha dicho que la parte visual es fundamental, aunque dentro del ‘mundillo’ hay personas reticentes a esta actualización...

-Esta cuestión varía según generaciones. Evidentemente, un artista es bueno si lo sonoro es bueno. Da igual cómo sea el artista visualmente o lo que pase en el escenario, pero si juntas las dos cosas tienen un espectáculo más completo aún. Y ahí es donde quiero poner énfasis con este festival. Con esto no estoy, por supuesto, infravalorando la calidad del sonido y su interpretación. Todo lo contrario: estoy sumando. Y me parece algo fundamental, sobre todo porque estamos en el siglo XXI y si queremos acercar la música clásica a todos los públicos, esto es lo que debemos hacer. La gente quiere ver algo vistoso y que complete la experiencia sonora. El Clásica Plus es un festival que parte con la prioridad de la calidad extraordinaria de los artistas, a lo que sumamos una puesta en escena más moderna, pues es lo que puede llamar la atención de nuevos públicos. Es necesaria una apertura de puertas y de brechas, porque si no se hace todo se quedará como hace 50 años, y al final eso no traspasa.

¿Se prima la calidad por encima de la cantidad en este festival?

-Sí. En realidad, el Clásica Plus no pretende ni pretenderá ser un festival de muy amplias dimensiones, pero sí una delicatesen de artistas escogidos que encajan en una programación que cada año está muy pensada. Cada concierto tiene su objetivo y su diferenciación y los artistas están escogidos por motivos muy concretos. De hecho, este año, sin quererlo, la mayoría de artistas son mujeres, lo cual me hace muy feliz. En fin, que este es un festival en el que la parte artística está muy pensada y cuidada al detalle.

Respecto al número de mujeres en este festival, casi el 70% de las personas que forman parte de este proyecto lo son, entre dirección, artistas y personas que trabajan tras el escenario

-Sí, o casi el 80% te diría...

Qué maravilla. Sobre todo, si tenemos en cuenta otros eventos donde sucede lo contrario. En esta ocasión, además, quien dirige el festival es una mujer joven. Eso sí que no acostumbramos a ver...

-Es maravilloso, la verdad, pero es cierto que tiene mucho riesgo. Es algo que nunca habría hecho si no creyese de verdad en este proyecto. Realmente, lo que me mueve para hacer este festival es un deseo y una pasión por que este proyecto pueda perdurar y sea referente en el patrimonio cultural navarro pero también un referente nacional e internacional, que permita asimismo un turismo cultural y musical. Y me gustaría que todo el mundo supiese que yo no hago este trabajo buscando nada a cambio. Lo único que quiero es que la gente lo valore y que lo disfrute. Esto es una carrera de fondo y aún estamos en una construcción. Pero poco a poco, granito a granito y haciendo grandes esfuerzos, se consigue. En la película Million Dolar Baby se dice: “Luchar por un sueño en el que no cree nadie más que tú”. Pues esa sería la frase que me mueve para crear y seguir apostando por Clásica Plus. Nada me hace más feliz que poder aportar un proyecto que perdure en el tiempo y que sirva para acercar la música clásica a todo el mundo, así como para reivindicar el patrimonio musical que tenemos, que es muy importante, y que este pueda ser acogido por toda esta tierra y, en general, en todas partes.

Hablando de reivindicar la riqueza musical de esta tierra, el programa, un año más, homenajea a grandes figuras navarras. El año pasado fue Sarasate y este se rinde homenaje a Gayarre y a Sabicas. ¿Se trata de una propuesta del festival o han sido los artistas invitados quienes lo han estimado oportuno?

-Es una propuesta del festival. El año pasado tuvo lugar un homenaje a Sarasate durante la inauguración y este año, también en la inauguración, el homenaje es para Gayarre, el más importante tenor de la historia de la música en Navarra. Cuando María Bayo aceptó participar en el festival le dije que tenía carta blanca para configurar el repertorio como ella quisiera, y así ha sido, pero que su concierto serviría para homenajear a Gayarre. Es decir, a su figura, no a su contenido. Y que una grande como lo es María Bayo, representante navarra de la lírica en el mundo entero, pueda ser la cara del homenaje a otro grande como lo fue Gayarre me parece algo maravilloso. Ha sido unir a los dos más grandes de la voz para esta cita única. El otro homenaje será para Sabicas, el cual correrá a cargo de Rafael Aguirre. En este caso, lo que hará será una trayectoria desde la música clásica, más tradicional y con más esencia de raíces populares, hasta el flamenco. Será algo muy especial, seguro.

Otra novedad llamativa de esta segunda edición es Talento Plus. ¿Qué puede contarnos sobre esta iniciativa?

-Talento Plus es un nuevo programa de esta edición que nace de una necesidad. Los jóvenes de hoy en día que acaban de terminar su carrera musical o han ganado un concurso no tienen prácticamente oportunidades porque todo está parado. Si ya es complicado para nosotros, para ellos lo es muchísimo más. Y pensé que, además de las másterclass en las que se les dan consejos, algunos jóvenes podían participar activamente en el festival. Era un paso que teníamos que dar y por eso hemos incluido este año este programa de Talentos Plus, donde hemos invitado a cuatro jóvenes, uno de ellos alumnos sobresaliente del Conservatorio Superior de Navarra, y los otros tres ganadores del Concurso Intercentros Melómano. Los cuatro participarán con nosotros en el Gran Concierto Minuplus Zorionak Saint-Säens!, una cita muy bonita porque vamos a participar prácticamente todos los artistas del festival junto a estos jóvenes. Será un gran concierto y seguro que la experiencia es maravillosa.

¿Cuánto tiempo hace falta para preparar un festival como este? ¿Es capaz de compaginar esta labor de dirección con su carrera profesional?

-Pues soy muy trabajadora...

Ya, ¿y le da tiempo a dormir también?

-(Ríe) Tiempo hay para todo si se trabaja bien. Llevo desde hace un año preparando esta segunda edición, y pensar que se va a hacer realidad esta semana ya es muy emocionante, a pesar de todas las dificultades que hemos tenido por la pandemia, y los cambios que ha habido que, al final, no dependen del trabajo sino de las circunstancias. Y es muy emocionante, es un trabajo que tiene su labor detrás y que espero que la gente lo vea. La programación es una joya a nivel artístico así que no puedo estar más contenta por lo que viene ahora.

¿Se ha planteado alguna vez la cancelación del festival?

-Eso de tirar la toalla no va conmigo en ningún aspecto de mi vida. Si me he propuesto hacer un proyecto así, lo readaptaré las veces que haga falta para que se pueda hacer. Eso, seguro. Entonces, lo de cancelar... No es una opción para mí, a menos que fuera por fuerza mayor.