El italiano Riccardo Muti, director titular de la Orquesta Sinfónica de Chicago, cumple 80 años aún activo, como en su época como afamado director de La Scala de Milán, y aferrado a sus convicciones, como su respeto por la partitura.

"Mi carrera se ha hecho porque las orquestas me han escogido. Siempre he tenido la sensación de que no estoy hecho para el mundo que rodea la música", relató en en una visita a Madrid.

Con un nombre forjado en mayúsculas tanto en el ámbito operístico como en el puramente sinfónico, Muti (Nápoles, 1941) ha hecho carrera al frente de las orquestas y festivales más reconocidos del mundo, como la de Filadelfia, una de las primeras en las que destacó, de 1980 a 1992, justo antes de tomar las riendas de su cargo más emblemático.

Llegó entonces el italiano a La Scala de Milán para trazar una larguísima etapa de 19 años y allí convirtió cada estreno en un acontecimiento, aunque su fuerte carácter e idiosincrasia artísticas no pasaron inadvertidas y eso le granjeó más de un enemigo.

Por sus manos han pasado autores que se han convertido en los predilectos de su repertorio, como Mozart, Beethoven o Brahms, pero también autores contemporáneos como Britten o Ligeti.

La ruptura con el equipo de La Scala, se hizo evidente cuando en abril de 2005 presentó su dimisión como "obligada" por la "hostilidad manifestada de forma evidente" durante casi 20 años", apuntó.

No volvería a esas tablas hasta 12 años después, en 2016, con ocasión precisamente de su 75 cumpleaños. Entre medias, Muti siguió acumulando logros y distinciones, como el Premio Príncipe de Asturias en 2011.