El 6 de septiembre de 1522, llegaba a Sanlúcar de Barrameda la nao Victoriay firmándose así un hecho histórico, tras haber dado la primera vuelta al mundo. Tres años atrás, bajo las órdenes del capitán Fernando Magallanes, habían partido cinco naves, de las cuáles sólo regresó una. Sobrevivieron a la aventura dieciocho personas y entre aquellos que murieron durante la travesía, había tres navarros. Pero, ¿y si Elcano no contó toda la verdad? Ante esa cuestión surgió Nadie lo sabe, el debut literario de Tony Gratacós donde, a modo de thriller histórico, se ofrece una versión extraoficial del periplo. El libro, que se publicó el pasado 7 de julio, es un éxito en ventas en la plataforma Amazon. Porque, reivindica el autor, la historia la escriben los que regresan. Y precisamente la historia de España, asegura, puede ser mejor que una temporada de Juego de Tronos.

Explica Gratacós, licenciado en periodismo por la Universidad de Navarra, que cuando la biografía sobre Magallanes de Stefan Zweig llegó a sus manos, supo que había una historia que desarrollar: "Se alejaba de la mentalidad española, que siempre hablamos sobre Elcano, y ponía el foco más en Magallanes. Eso me llamó la atención".

Primero partió como posible serie de televisión, ya que profesionalmente ha estado ligado a la industria audiovisual -fue ejecutivo de la multinacional americana The Walt Disney Company en España y Portugal-, para finalmente inspirar la novela, en la que "utilizando los hechos históricos como palanca, cuestiono las razones y en un momento dado las mentiras" de aquel viaje. Eso sí, aunque el libro imagina un enfrentamiento entre Elcano y Magallanes y los acontecimientos e intrigas que rodearon a la expedición a su regreso a Castilla, los hechos y personajes históricos son verídicos, aclara el autor, y están sólidamente documentados.

Ambientada en 1524, dos años después de aquella primera vuelta al mundo, la historia de Nadie lo sabe. "Es un hombre bastardo pero inteligente, que acogieron los dominicos y que tuvo la oportunidad de estudiar en la Universidad de Valladolid", avanza el escritor sobre un protagonista cuya vida cambia cuando comienza a trabajar con Pedro de Anglería, personaje histórico real y que fue uno de los cronistas más importantes del reino. Él le abre las puertas de la corte a Diego, hasta conocer a Juan Sebastián Elcano, quien por entonces era uno de los héroes del momento.

Ambos son vascos y se crea un especial vínculo entre ellos, hasta que Diego tiene que viajar a Sevilla por un encargo y conforme recaba datos, se irá dando cuenta de que no es verdad todo lo que Elcano contó. "Y hasta aquí se puede avanzar", bromea Gratacós para no desvelar la serie de acontecimientos que se desarrollan a lo largo de la novela, donde se dan cita intriga política, traiciones, espías, celos y odios.

Porque según explica Gratacós, durante la documentación que realizó antes de escribir -en la cual tuvo mucho peso la tesis del historiador J.T. Medina- se encontró con tres detalles que le llamaron la atención: en primer lugar, un decreto real fechado en 1524 que figura en el Archivo de Indias en el que Elcano, que tenía que ir a Valladolid, pide permiso para viajar con hombres armados que lo protejan: "¿A qué podía tener mido en ese momento", cuestiona Gratacós, que también destaca cómo en la crónica escrita por Antonio Pigafetta, uno de los dieciocho supervivientes, "en ninguna de sus páginas se menciona el nombre de Elcano". Por último, explica que cuando Elcano pidió permiso al rey "para ser el capitán de una nueva armada que volvía a las Islas Molucas, no se la concedieron y se la dieron a García Jofre de Loaísa".

Presencia navarra

La trama de Nadie lo sabe tiene cierto protagonismo cercano y además, por partida doble. Por un lado, porque en la trama aparece el personaje real de Ezpeleta, "que con ese apellido tenía que ser navarro o vasco, estoy convencido". Pero, además, en la tripulación original de la expedición, que reunía a más de 200 hombres, oficialmente se encontraban tres navarros: Diego de Peralta, Lope de Aguirre y Juan Navarro. Los tres fallecieron, si bien uno de ellos estuvo a punto de llegar vivo, "ya que murió tres meses antes de llegar a Sanlúcar de Barrameda, pero así de cruel fue el viaje y el destino". Fue uno de los nombres anónimos que no se recuerda en aquella gesta.

Eso sí, Gratacós no resta importancia a Elcano y su valía personal y pericia para poder terminar con éxito el viaje -aunque inicialmente él no era el jefe de la expedición- y destaca cómo él sabía que "los portugueses no querían que regresase a Castilla", por lo que no se detuvo en ningún puerto durante la parte de la etapa final de la travesía, cuando recorrían la costa africana que por entonces era territorio portugués. Éstos son, por ejemplo, uno de los hechos que recoge la novela, que juega con la acción narrada en el tiempo del año 1524 con flashbacks que recrean el viaje.

Editado por Amazon

El libro se puede adquirir en la plataforma de Amazon, donde ha sido un éxito en ventas desde que se publicó el pasado 7 de julio. Entre los lectores que aplauden el debut literario de Gratacós, se encuentra por ejemplo el cocinero Alberto Chicote, quien acostumbra a recomendar libros en sus redes sociales y que definió Nadie lo sabe como "una de esas novelas donde todo lo que se abre se cierra".

Será esta la primera aventura del personaje de Diego de Soto, que puede protagonizar nuevas entregas y ser "el conductor de grandes capítulos de la historia de nuestro país de ese momento".