- El Campeonato Navarro de Cetrería se celebrará el fin de semana del 30 y 31 de octubre en Sartaguda, donde se disfrutará de una emocionante exhibición de 35 aves, 20 de las cuales participarán en la categoría de bajo vuelo y las 15 restantes, halcones, en la de altanería. El evento comenzará el viernes con una charla sobre nociones básicas de la cetrería y en la que se recordará la figura de Félix Rodríguez de la Fuente. En esa misma jornada, se sorteará el orden de vuelos de los dos siguientes días, en tanto que el público podrá contemplar las aves.

Las pruebas se celebrarán en la zona de la Pinilla, junto a los Cabecillos, a partir de las 9 horas. En ambos días, en primer lugar se desarrollará la altanería, para finalizaron los pájaros de bajo vuelo, azores y águilas Harris, que actuarán en una parcela sembrada con faisanes. El sábado a las 12 horas habrá un almuerzo, mientras que el domingo se organizará a las 15 horas una comida de fraternidad.

El Campeonato Navarro de Cetrería se solía encuadrar al final de la temporada de caza, pero la Federación Navarra de Caza (FNC) se ha visto obligada a adelantarlo para que una representación navarra pueda participar en el torneo nacional de diciembre. A pesar de que las aves no están ahora al 100% de sus capacidades, el comienzo de la temporada de caza en noviembre ha acarreado que solo quedara el último fin de semana de octubre. Además, en el 2020 no se pudo celebrar debido a la pandemia, por lo que el colectivo cetrero se encuentra con muchas ganas de retornar a la competición.

Así lo cree el delegado de Cetrería en la FNC, Antonio Teixeira, que remarca el buen estatus que la Comunidad foral posee en esta modalidad. “Los competidores navarros que acudimos al campeonato nacional solemos firmar buenas marcas y pasamos muchas veces a las finales, e incluso hemos subido al podio en algunas ocasiones”, sostiene, al tiempo que confiesa que siempre hay cabida para la mejora: “A pesar del buen nivel, sufrimos la desventaja de no contar con un sitio adecuado para entrenar, porque dependemos de que en cada acotado se disponga de un sitio propicio para el adiestramiento. Algo que puede resultar complicado, sobre todo por la orografía del terreno”.

En este sentido, pone en valor la exhibición que se llevará a cabo en Sartaguda, distinta de lo que gran parte de la sociedad entiende como tal. “Hay una grandísima diferencia entre lo que es la cetrería y lo que estamos acostumbrados a ver en los mercados medievales -apunta-. Eso no es cetrería. Cetrería es adiestrar un ave de presa para la caza salvaje”. Sí que hay un punto en común, ya que en estas muestras de aves se suelen emplear técnicas de cetrería que son ancestrales, de hace más de 5.000 años.

Por eso, el espectáculo de Sartaguda será digno de ver, ya que es muy complicado toparse con un halcón cazando en la naturaleza. “Hay muchísimas personas que no han visto eso jamás, porque es muy difícil estar delante justo en ese momento. Nuestra experiencia es que los asistentes se quedan maravillados al contemplar algo tan impactante a pocos metros de distancia. A todos nos embelesa”, afirma Teixeira.

De igual modo, subraya dos de las particularidades de la cetrería. Por un lado, los cetreros pretenden sensibilizar a la sociedad de que intentan que este noble arte se mantenga puro, empleando las mismas técnicas y herramientas que cuando nació hace cinco milenios. Por otra parte, tratan de hacer ver cómo es cazar con un halcón. “Hay gente que piensa que un halcón sale a volar y, como mínimo, se lleva una perdiz en cada garra, o que es capaz de vaciar un coto de perdices, conejos o liebres. Y eso está muy alejado de la realidad. Resulta muy complejo llegar a preparar un ave en el estado físico y psíquico ideal para que pueda abatir una pieza. De hecho, nosotros nos sentimos satisfechos con presenciar el lance, cuando vemos la buena actitud del pájaro, que llega a la presa y que hace un trabajo perfecto, a pesar de que no termine capturándola”, explica. Por ello, añade que se trata de una modalidad de caza muy acorde con los tiempos actuales y el ecologismo, al ser una actividad completamente natural.

Lógicamente, para alcanzar el nivel apto de competición, los cetreros han tenido que pasar muchas horas incrementando el nivel de confianza con sus aves. “Desde que adquieres la rapaz, has de comenzar a ganarte un vínculo de amistad. Empiezas con el amansamiento, que es crucial para que el ave te tome como un compañero y un amigo. De nada sirve hacer las cosas deprisa y corriendo, ya que no es como tener un perro, que es un animal social, sino que las rapaces son antisociales”, relata.

Una vez superado ese paso, llega el adiestramiento para la caza. Se perfeccionan los vuelos, se intenta aprovechar cada vez más su fuerza física y sus instintos naturales a la hora de cazar... Todo para poseer un vínculo tan grande con el pájaro que no se necesite seguir una disciplina muy férrea, ya que el ave lo acabará haciendo por instinto. “Irán pendientes de ti en todo momento, porque sabrán que tú eres su amigo y el que le vas a proporcionar la presa”, sentencia.