Como una celebración. Así define Sílvia Pérez Cruz el concierto que ofrecerá este miércoles junto a Javier Colina Trío en Baluarte, con motivo del décimo aniversario del disco En la imaginación. En el auditorio pamplonés, a partir de las 20.00 horas, se reencontrarán con las canciones del compacto, una relectura de clásicos de la música cubana seleccionados y arreglados por el propio Colina. Todavía quedan entradas a la venta, con precios que van de 25 a 40 euros en función de la butaca.

Llega a Baluarte como parada de su pequeña gira que conmemora el décimo aniversario de En la imaginación

-Ha sido y está siendo muy emocionante. Tenemos muy buen recuerdo de este disco, nos ha traído muchas alegrías y sentimos que ha sido muy querido y poder volver a interpretar estas canciones juntos es un privilegio y así lo vivimos, como una celebración cada uno de los cuatro días. Y además, con los cambios y esos diez años de más a nuestras espaldas (risas).

Y echando la vista atrás, ¿cuál fue la chispa que echó a andar este proyecto conjunto?

-Sin duda fue Javier Colina. Él es el que tiene la idea, decide qué personas, qué repertorio y nuestro guía. Luego, por supuesto, está el alma de cada uno puesta en cada canción y el disco es el resultado de nuestra manera de dialogar y de entender esas canciones, que por otra parte, tienen unas letras brutales y unas melodías y armonías muy jugosas. Pero la letra creo que hace la gran diferencia, como decimos nosotros, son canciones de desamor con dignidad.

¿Qué criterio cree que guió la elección de aquellas canciones que finalmente pasaron a formar parte del disco?

-Fue totalmente de Javier colina y fue por las letras. La mayoría del repertorio pertenece al feeling cubano, que es como una especie de boleros que se hicieron en Cuba con la influencia del jazz. Por eso tienen esa forma tan popular y cantable, pero tienen una riqueza armónica y melódica espectacular y unas letras muy bestias. Ahora, con los años, aún lo veo más fuerte. El disco se llama En la imaginación por una de las canciones, escrita por Marta Valdés. También hay otra suya que se llama Llora y realmente tiene una manera de describir los sentimientos con una dignidad, un humor, una lucidez y una profundidad que no es usual. Entonces creo que Javier se enamoró de esas letras y de esas melodías.

Musicalmente, ¿cómo es su relación con Javier Colina?

-Desde siempre ha sido muy natural. Lo admiraba desde que supe que existía, yo tenía 18 años, llegué a Barcelona y lo vi en el club Harlem tocando y pensé: "yo lo entiendo". Luego ya vi que todo el mundo lo entendía porque tiene una manera de contar la música muy clara y generosa, hace sencillo lo difícil y tiene muchas ganas de compartir. Para mí era un sueño poder cantar con él y un día me escucho y primero me propuso cantar una canción en un disco, luego en un directo y finalmente me mandó las canciones que acabarían formando este disco celebrado. Me dijo: "No lo estudies, escúchalo durante mucho tiempo y dime si te gustan". Y desde entonces siempre ha habido una complicidad y una telepatía muy natural y sabemos que siempre nos vamos reencontrando. De hecho, después de En la imaginación hemos tocado a dúo, también con Toquinho, el gran guitarrista brasilero, y ahora seguimos celebrando este disco€ Y creo que toda la vida será un reencuentro. Es como estar en casa.

Como ha dicho, En la imaginación recoge una serie de canciones en su mayoría cubanas, todas ellas acercadas al sonido de jazz. ¿En la música, las fronteras entre estilos, de alguna manera al fin y al cabo se difuminan y son difusas?

-En la música creo que hay sitio para todos: la gente que cuida los estilos, las raíces y la parte más pura, que es necesaria; y luego la gente que se fija más en la música en general. Yo no sé, hace tiempo que ni lo pienso porque para mí es muy natural entender la música como mi medio favorito de expresión y pensar en estilos me parece algo muy limitador y absurdo. Para mí, si en un estilo hay algún recurso que me ayuda a expresarme, mejor, no voy a dudar en utilizarlo. En las canciones de En la imaginación se ve de manera simplificada la mezcla de la armonía del jazz y de la forma del bolero. Y por supuesto con el alma y estilo de cada poeta, que es una barbaridad y es la columna vertebral de todo esto.

El disco se grabó hace ya diez años, si bien en 2016 publicaron una reedición del mismo. Pero mirando al presente y a estos conciertos, ¿qué diría que han ganado estos temas en este reencuentro, con ese tiempo y distancia de por medio?

-Sí, hubo esa reedición, donde se añadieron tres canciones más (Vete de mí, La violetera y Ya no te acuerdas de mí) y en este directo hacemos todas estas canciones y hemos añadido otra de Marta Valdés que se llama Palabras. Personalmente, estas canciones las grabé cuando tenía 27 años e imagínate en diez años la de cosas que me han pasado... Tengo mucha más experiencia a nivel de amor y de desamor y tengo mucho más claro qué es cada cosa. Lo canto con otro peso, aparte de que la voz siempre va cambiando. Y a ellos supongo que les habrá pasado lo mismo, cada uno tiene su voz y sus amores y desamores. Entonces estamos igual incluso más sensibles y conscientes del momento, incluso las letras nos emocionan más durante el concierto... y hay mucha conciencia de que no siempre todo va bien y que nosotros teníamos ganas de repetir esto, de celebrar lo bonito que fue y es una fortuna. Y no sabemos si se va a repetir o no, entonces sólo nos queda darlo todo en cada canción.

Mirando a su trayectoria personal, en la nota promocional del concierto reivindican cómo desde niña creció entre canciones populares ibéricas y latinoamericanas, además de educarse en el clásico y en el jazz. ¿Qué referentes diría que le marcaron a lo largo de su trayectoria?

-Sin duda mis referentes primeros son mi padre y mi madre. Ellos también habían cantado a dúo canciones de cantautores, sudamericanas€ Mi padre luego entró en estado de amor con todo el repertorio cubano y de hecho, estoy segura de que le hubieran encantado todas estas canciones de En la imaginación. Mi padre durante 20 años fue a Cuba a recuperar canciones perdidas, revivirlas, volverlas aquí y compartirlas. Por otro lado, mi madre es una persona con un instinto artístico brutal y una capacidad de observar y expresar que no he visto en nadie más y me ha dado mucha amplitud. Y así referentes, aparte de mis amigos músicos y no músicos, que son los que puedo ver y vivir, que eso siempre inspira, por ejemplo ahora tres personas que me inspiran mucho serían Enrique Morente, Caetano Veloso y Nick Drake.

¿Por qué?

-Caetano y Enrique tienen mucha tradición y raíces, pero son muy valientes. Los veo como árboles con raíces muy largas y con las ramas perdiéndose por las estrellas... Y Nick Drake su imaginario musical a nivel de sonidos me parece de una belleza indudable y me ha inspirado mucho a nivel compositivo. Igual Caetano y Enrique más en valentía y Nick más en arreglos.