Lucía Echegaray (Pamplona, 1999), que debutó en 2018 en el mundo literario con Bailar bajo la tormenta, un libro autobiográfico sobre el acoso escolar, vuelve a los 23 años con Mil historias en las paredes, un relato de suspense juvenil sobre redes sociales, prejuicios, apariencias y relaciones tóxicas dirigida al público joven que presentó ayer en la sala Ámbito Cultural, de El Corte Inglés de Pamplona.

¿De dónde surgió la idea?

A mí siempre me ha gustado escribir sobre estos temas de cara a reflexionar, temas de actualidad, profundizar en los personajes... Tenía como reto personal escribir algo en lo que le diera voz a personajes muy distintos, y también quería representar cómo cada persona tiene su historia, sus vivencias, a cada uno le afectan cosas diferentes, y no por eso debemos juzgar que algo sea mejor o peor, que algo duela más o menos, sino que es una visión particular de cada persona. También quería mostrar cómo las acciones de cada uno influyen en las vidas de los demás y está en nuestra mano que lo hagan de forma positiva o negativa. Quería representar eso de una forma novelada e interesante, de suspense y que pudiera enganchar.

¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Ha habido diferencias del primer libro al segundo?

Yo misma, leyendo el primer libro, noto un cambio bastante importante en cuanto a mi propia forma de ver la vida, a madurez. El primer libro lo escribí en un momento en el que todavía no me encontraba bien, ya que era el tema del acoso y todavía lo tenía muy reciente; es un libro en el que yo estaba un poco más herida, y este, sin embargo, lo he escrito cuando ya había avanzado en ese proceso de sanar. Sobre todo, en cuanto a diferencias, que salí de la zona de confort y ya no escribía en primera persona, ya no era cuestión de hablar desde mi experiencia personal, sino de crear personajes que parecieran reales y darles voz, crear un esquema para que tuviera sentido lo que estaba contando. La mayor diferencia es esa madurez a la hora de plasmar algo y a la hora de intentar trabajar con unos temas que son complicados, y hacerlo de una forma sensible, procurando no ofender a nadie y que sea una lectura tanto entretenida como sensibilizada.

¿Qué mensaje pretende transmitir?

Son diferentes temas; quería hablar de las redes sociales, de cómo deshumanizamos al estar en una pantalla. Las personas tienen la sensación de que pueden escribir y hacer lo que quieran y que no van a hacer daño a nadie. De cómo nos dejamos llevar por los prejuicios o no vemos más allá de una fachada, no nos damos cuenta de que alguien lo puede estar pasando mal. Lo que quería plasmar es que lo que mostramos al público no siempre es la realidad, muchas veces es una forma maquillada de representarnos. No sabemos por lo que está pasando otra persona, ni cómo nuestras acciones pueden llegar a afectarle; tenemos que tener cuidado y procurar no actuar como no nos gustaría que actuaran con nosotros.

¿Por qué decidió escribir sobre estos temas? ¿Vio necesidad de tratarlos?

El tema del acoso escolar surge de una experiencia personal, y ya partía de que quería seguir hablando del problema, porque es algo muy actual y demasiado presente. En parte por experiencias propias, y en parte porque lo he visto en personas de mi entorno. Es algo que tenemos que visibilizar. Surgía la necesidad de mostrar esa realidad, de crear un libro que fuera cercano y los lectores se sintieran identificados. Sobre todo, porque son temas muy actuales que vivimos todos y no podemos invisibilizarlos. Cuando los hacemos invisibles, hacemos que alguien que está pasando por ello no tenga a quién acudir o se sienta más perdido.

"Cuando hacemos invisibles estos temas, hacemos que alguien que está pasando por ello no tenga a quién acudir o se sienta más perdido"

¿Es importante que los jóvenes lean, hablen y traten estos temas?

Sí, no hay que hacerlos invisibles, fingir que no están, porque son problemáticas que vemos día a día. No son temas aislados que a veces pasan, sino que prácticamente pasan todos los días. No nos tenemos que quedar con las imágenes irreales; tenemos que admitir que hay ciertos problemas que nos pueden pasar a todos y que es bueno hablar de ellos, buscar ayuda en otras personas, no sentir que somos raros por lo que estamos viviendo. No hay que ocultarlo, y no hay que tener miedo de que hablar de ellos pueda traer un efecto negativo. Hablar de ellos es lo que hace que puedan trabajarse e ir mejorando.

¿Hay algo autobiográfico del libro, ha sido difícil tratar estos temas?

El primer libro sí que era autobiográfico y pudo ser más duro a la hora de escribirlo. Este he procurado que sea más ficción, que yo no me vea reflejada en los personajes. Lo más difícil es salir de la zona de confort. Respecto a escribir desde la experiencia personal, para mí siempre ha supuesto una forma de escapar de la realidad y de desahogarme. Ha sido más terapéutico que doloroso.

¿Qué supone este nuevo libro tanto a nivel personal como profesional?

A nivel personal es evolucionar, aprender un nuevo estilo, una nueva forma de escribir, probar si me gusta o no, tener la oportunidad de hablar nuevos temas. A nivel profesional, este libro llega en un momento de mi vida en el que he dejado atrás lo malo que se presentaba en el primero, me siento mucho mejor en cuanto a en qué etapa estoy. Quiero pensar que va a ser un libro que represente el crecimiento personal, el sanar, dedicar mi vida a algo que me gusta en un entorno en el que estoy contenta, en una profesión que me gusta y en un lugar en el que puedo desarrollarme como persona y como trabajadora.

Como autora joven que acaba de empezar, ¿qué puede aportar al mundo literario y a la sociedad?

Tanto si sigo escribiendo sobre estos temas como si al final voy hacia algo más de ficción o más ameno, espero aportar historias que sean interesantes, enganchen y que a mí me hagan sentir bien y orgullosa de escribirlas. Y si es sobre este tipo de temas, dejar de ocultar problemas, que alguien que no se encuentre bien en su vida o esté pasando una mala época tenga una forma de no sentirse tan solo.

¿Tiene algún nuevo proyecto en mente de cara al futuro?

Ahora estoy en una etapa en la que quiero centrarme en vivir la experiencia de este segundo libro. De momento no tengo un proyecto literario, pero yo siempre escribo en mi día a día. Cuando necesito un ratito de calma y relajarme, acudo a la escritura y siempre tengo nuevos retos. Tarde o temprano irá saliendo algo.