La manifestación que recorrió el pasado domingo las calles del centro de Madrid para exigir el fin de las políticas anticaza del Gobierno contó con la participación de más de 2.000 cazadores movilizados por la Federación Navarra de Caza (FNC). Todos ellos acudieron a la capital para defender el mundo rural y la actividad cinegética como una fuente de recursos económicos, que colabora en la fijación de empleos y que aporta grandes beneficios sociales, medioambientales y culturales a un mundo rural que cada vez está más vaciado.

Así lo afirma el presidente de la FNC, José Ángel Remírez, que indica que “los cazadores formamos parte del mundo rural, pese a que, en el borrador de la nueva mal llamada Ley de Bienestar Animal, nos traten como urbanitas, en un nuevo despropósito legislativo”. A su vez, califica de “muy exitosa” la marcha de Madrid, debido a la alta participación, con más de 600.000 cazadores formando parte de la marea naranja, y a la contundencia de los mensajes que gritaron muy alto sus protagonistas.

Desde la Comunidad foral, la FNC gestionó directamente cinco autobuses, aunque se encargó también de reservar en la calle Rio Rosas, espacios de aparcamiento para otros 21 de estos vehículos. Por otro lado, bajo su control partieron desde tierras navarras, además de un número indeterminado de coches particulares, autobuses procedentes de Sangüesa, Tafalla, Peralta, Estella, Sesma, Aguilar de Codés, Marcilla, Baztán o Estella. Asimismo, grupos de cazadores navarros originarios de localidades como Bera o Mendavia, muy próximas a las mugas de las comunidades vecinas, se acoplaron a la logística de las federaciones guipuzcoana y riojana, respectivamente.

Miembros de la FNC repartieron entre los cazadores que acudieron a Madrid un total de 2.000 chalecos y la misma cantidad de gorras. “Estamos muy satisfechos del seguimiento y de la participación de la manifestación, ya que hay que recordar que no es un acto coyuntural -expone Remírez-. Esta marcha de protesta la empezamos a preparar el año pasado, aunque sí que es verdad que los problemas en la caza y en el mundo rural se han agigantado desde entonces, sin que el Gobierno central haya dado una respuesta válida”.

CONVOCADA POR LOS CAZADORES

También desde la Real Federación Española de Caza (RFEC), su presidente, Manuel Gallardo, subraya que nunca antes el mundo de la caza había reunido a tal cantidad de personas comprometidas con la defensa de los derechos del colectivo cinegético. “Pueden intentar silenciarnos, pero todos los que estuvimos allí vimos nuestra fuerza y de lo que somos capaces”, incide.

En este sentido, recuerda también que la manifestación la convocaron los cazadores en octubre del pasado año y que, a medida que fue pasando el tiempo, diferentes organizaciones que representan al mundo rural se fueron sumando para unir su voz a la de los cazadores. “Hemos sido los grandes protagonistas del 20-M -alega Gallardo-, ya que hemos inundado Madrid con una marea naranja, tal y como prometimos cuando propusimos esta marcha de protesta”.

A su juicio, tanto el Gobierno español como todos los partidos políticos del país son ahora conocedores del poder y de la fuerza que puede mover el ámbito cinegético y, por ello, deberían estar obligados a atender las demandas del sector, si quieren llegar a gobernar en el futuro. “Hay que continuar luchando por nuestros derechos, porque el 20 de marzo nació un movimiento social en defensa de la caza que, igual que inundó Madrid, logrará que ni un solo voto de la caza acabe yendo a una formación política que no defienda nuestros derechos”, asegura.

Por último, el presidente de la RFEC apremia a los cazadores a no desfallecer y a seguir unidos, sin que haya fisuras en el colectivo. “El 20-M fue un enorme éxito para la caza y, por eso, os doy las gracias a todos. Hemos hecho un gran esfuerzo y, sin duda, se verá recompensado”, concluye.

SILENCIO CÓMPLICE

En la manifestación tomaron parte más de 600.000 cazadores llegados a Madrid desde todas las provincias españolas, pero desde las entidades más representativas del sector, con la RFEC a la cabeza, se denuncia el silencio cómplice que muchos medios de comunicación generalistas impusieron a sus informaciones, dando soporte de manera exclusiva a las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos, cuando alrededor de un 90% de los manifestantes representaban al sector cinegético y podían diferenciarse gracias a las prendas naranjas que exhibían.

Para los convocantes de la protesta, este silencio constituye una demostración más de que el animalismo se ha colado dentro de los grandes medios de comunicación, que no han querido dar visibilidad a las reivindicaciones del ámbito cinegético, como la retirada del Anteproyecto de la Ley de Derechos de los Animales o de la modificación del Código Penal que pretende hacer extensible el maltrato animal a todos los animales vertebrados.

Más de 1.400 autobuses se fletaron a través de todas las federaciones de caza autonómicas. Todos esos cazadores, junto a los movilizados por las entidades que forman la Oficina Nacional de la Caza (ONC), convirtieron el 20-M en una manifestación sin precedentes, inundado el centro de Madrid de un ambiente festivo en el que el sector cinegético demostró su capacidad de movilización, al mismo tiempo que dio un golpe sobre la mesa para que sus reivindicaciones sean escuchadas y atendidas por el Gobierno.

En el discurso de clausura de la marcha, el presidente federativo agradeció el esfuerzo de todos los cazadores desplazados. “Aquí está la Oficina Nacional de la Caza, aquí están los galgueros, los cetreros, los silvestristas, los monteros, los rehaleros, los cazadores de menor y de mayor, aquí están todas las federaciones de caza de España y aquí estamos todos los cazadores y cazadoras de este país”, recalcó durante su intervención.

Sus palabras volvieron a dirigirse al Ejecutivo central, para reclamarle que deje de hacer oídos sordos a los cazadores. “Hemos venidos de todos los puntos de España para decirle a este Gobierno que basta ya de políticas anticaza, que deje de arrodillarse ante el animalismo y que basta ya de un gobierno cobarde entregado a ecologistas y animalistas”, denunció, antes de recordar que “la sociedad tiene que elegir entre animalismo o libertad”. “La caza ha llegado a la política y no habrá ni un solo voto para los partidos que no defiendan la caza, porque a nadie se le olvide que la caza también vota”, sentenció.