La Comisión de Cultura y Deporte visitó ayer, a instancias de todos los grupos parlamentarios, la Biblioteca de Navarra para conocer la Biblioteca Móvil, una iniciativa del Servicio de Bibliotecas de Navarra que llegará a 26 localidades de Tierra Estella y atenderá a una población de 5.000 personas.

Alberto Bonilla, Raquel Garbayo, Iñaki Iriarte (Navarra Suma), Carlos Mena (PSN), Ana Ansa (Geroa Bai) y Maiorga Ramírez (EH Bildu), los miembros de la Comisión que asistieron, fueron recibidos por Asun Maestro, directora del Servicio de Bibliotecas; Fernando Ross, jefe de la Sección de Red de Bibliotecas; Laura Irulegui, jefa del Negociado de Coordinación Bibliotecaria, y Jaione Ziritza, Iñaki Suso y Javier Berrocal, encargados de la Biblioteca Móvil.

La delegación parlamentaria tuvo la oportunidad de conocer la iniciativa, que cuenta con un vehículo adecuado como biblioteca móvil y cuya puesta en marcha está prevista para octubre. Dispone de una colección inicial de 3.000 documentos, entre libros, revistas y películas, y el objetivo es alcanzar una colección en depósito de al menos 8.000 títulos. 

En su interior, el bibliobús tiene la capacidad de albergar más de 900 documentos y lo llevarán siempre dos personas, aunque cuenten con tres en la plantilla. La propuesta ha contado con un presupuesto de más 135.000 euros que tendrá continuidad en 2023, en particular en lo que adquisición de fondos se refiere. La Biblioteca móvil seguirá seis rutas diferentes y realizará tres cada semana los martes, miércoles y jueves. Además, en una de ellas visitará también un colegio. 

El servicio beneficiará a una población de 4.811 personas, en las siguientes 26 localidades, aunque la lista todavía no está cerrada: Abárzuza / Abartzuza; Aberin; Acedo; Ancín / Antzin; Arellano; Baquedano /Bakedao; Bargota; Bearin; Desojo; Dicastillo; Espronceda; Eulate; Igúzquiza; Larrión; Lazagurría; Legaria; Lezaun; Luquin; Morentin; Mues; Murieta; Riezu / Errezu; Torres del Río; Villatuerta; Zudaire, y Zúñiga

Asun Maestro, directora del Servicio de Bibliotecas, señaló que “se trata de un proyecto prioritario desde la perspectiva de accesibilidad cultural, desarrollo de políticas territoriales, en particular en materia de despoblación y atención a la igualdad de oportunidades en el medio rural”. Una iniciativa que “nos ilusiona mucho a nivel de biblioteca” y que “triunfa porque hemos sabido trasladar la necesidad bibliotecaria a la agenda política”. 

Según añadió, “es un proyecto que se irá definiendo de manera más precisa con la propia experiencia, y que contempla paradas estables en los municipios y entrega de documentos a domicilio”.

Tanto con tan poco

A pesar de que su tamaño no es el de una biblioteca, los servicios que se quieren prestar son similares: la obtención del carné único para préstamo de los documentos y el acceso a los libros de otras bibliotecas a través del préstamo interbibliotecario; el acceso a todas las colecciones digitales de libros, películas y revistas disponibles en las plataformas eBiblio, eFilm y eMagazine; la oferta de actividades culturales; la organización de clubes de lectura; y, en definitiva, “todas aquellas que demande esta ciudadanía que, en cierto modo, va a tener necesidades diferentes a las que acuden a las bibliotecas”, según afirmaron desde el Servicio de Bibliotecas.

En este sentido, la figura del bibliobús constituye “una de las modalidades más claras del carácter esencial y, por tanto, social de los servicios culturales y supone una puerta de acceso a la cultura para los territorios más despoblados. Se trata del mejor instrumento bibliotecario de calidad para conseguir extender los beneficios de la biblioteca pública allí donde esta no existe, con unas connotaciones sociales de primer orden, fortaleciendo y dinamizando la comunidad, como centro de recursos, de innovación, y de acceso y formación digital para toda la ciudadanía”.