Fue llegar y besar el santo. Con 25 años recién cumplidos y sin ninguna experiencia en competiciones de caza, el fustiñanero Luis Agramonte se coronó el pasado día 5 de noviembre como el campeón navarro de caza menor con perro. Lo hizo en un torneo que se celebró en Aragón, en Pina de Ebro, después de haber abatido cuatro perdices. Las mismas que aportaron tanto el segundo clasificado, Francisco Fonseca, como el tercero, el lerinés José Félix Fernández, que ya sabe lo que es subirse a lo más alto del podio de un campeonato de España. Sin embargo, al llegar Agramonte al control en primer lugar, la victoria fue suya.

Con cupo libre de perdiz, conejo, codorniz, zorro y becada, y con un cupo de un ejemplar de liebre por cazador, finalmente se abatieron 20 perdices y un conejo entre los diez participantes, que dispusieron de un terreno de 1.100 hectáreas de cerros, con muchas subidas y bajadas, sin casi arbolado, con matorral bajo y con perdiz brava. Así lo describe Patxi Jiménez, delegado de la Federación Navarra de Caza, encargada de organizar el campeonato. “Fue bastante exigente, pero todos los cazadores acabaron muy contentos y disfrutaron mucho del día. Sobre todo, se agradece que lleguen las nuevas generaciones para tomar el relevo, y que vengan, además, con ese ímpetu”, reseña.

Los tres primeros clasificados terminaron la prueba con 2.200 puntos (cuatro perdices), aunque fue Agramonte el que, cuando se abrió el control a las 13 horas, se personó en primer lugar, casi media hora antes que Fonseca. Fernández, en su caso, pudo haber conseguido el triunfo, de no ser porque la normativa cambió hace dos temporadas y, ahora, las piezas cobradas que no ha abatido el propio cazador ya han dejado de contar la mitad de los puntos. Su perro capturó una quinta perdiz, pero que ya se encontraba herida, por lo que no le sirvió para el resultado final.

Los dos primeros clasificados disputan este mismo domingo la semifinal del Campeonato de España de Caza Menor con Perro, y lo hacen acompañados de Ángel Pérez, ganador de la semifinal norte del 2021, lo que, directamente, le dio acceso a la semifinal de este año, sin tener que competir en el torneo autonómico. La prueba se celebra, nuevamente, en la localidad zaragozana de La Puebla de Albortón, donde estos tres navarros estuvieron el pasado fin de semana examinando el coto, para conocer mejor el terreno y estudiar las posibilidades.

Allí estuvo ilusionado Agramonte, que reconoce que no se había preparado para el Campeonato de Navarra, ya que era la primera vez que tomaba parte en una competición de estas características. “Tenía muchas ganas de participar, pero mi objetivo principal era el de disfrutar. No iba con ninguna pretensión más, solo para pasar un buen día y ver qué significaba competir en una prueba así y descubrir si me gustaba. Y salí muy contento, porque tuve la suerte de que el perro trabajó muy bien y yo estuve también bastante acertado en el disparo”, relata.

Grupo de participantes en el campeonato de caza menor con perro.

La sorpresa que se llevó al verse ganador fue muy grande, sobre todo porque sabía que se enfrentaba a cazadores con muchos años de experiencia. No obstante, confiesa que la clave fue acudir sin presión: “Yo fui a disfrutar con mi perro, sin metas en cuanto a posiciones o puntos. Al final, cacé cuatro perdices, pero, cuando llevaba una, ya estaba contento. Me fui viendo bien y tiré hacia delante. Pensaba que, con las cuatro que llevaba, quedaría en buen lugar, aunque, como nunca había participado, no sabía cómo orientarme en ese sentido. Así que, cuando vi que llevaba ya un buen número de piezas y que el perro se comenzaba a cansar, me fui al control”.

LA MEJOR DECISIÓN

Fue una decisión muy acertada, debido a que le sirvió para ganar la competición. Un hecho del que se alegra mucho, a pesar de no contar con experiencia previa. “Llevo cazando desde siempre, pero nunca me había animado a competir, porque nadie de mi entorno o que conozca participa en esta clase de torneos. Pero había visto vídeos y me parecía muy interesante. Y, como soy una persona a la que le gusta mucho la competición y la caza, me animé”, explica. En su caso, lo hizo para probar y con la finalidad de conocer a gente y lugares nuevos para cazar.

“Eso es lo que más me he llevado –subraya–, porque he conocido a grandes cazadores, de los que se puede aprender muchísimo”. El fin de semana pasado, por ejemplo, cuando visitó La Puebla de Albortón con Fonseca y Pérez, escuchó atento todos los consejos que le daban, si bien afirma que tratará de no obsesionarse con la semifinal en la que participa este mismo domingo. “De normal, soy una persona nerviosa, pero también juego al fútbol y estoy acostumbrado a esos nervios, que, además, son nervios de los buenos, de los que te hacen estar alerta y concentrado”, apunta.

En cuanto a la semifinal, todos le han comentado que será dura, ya que este año ha escaseado la perdiz en toda España, pero, sobre todo, en Aragón. “Parece claro que primará la suerte –analiza-, aunque allí se van a reunir los mejores cazadores de todo el país y ninguno de ellos va a especular. Nadie regala nada y todos tienen mucha experiencia en campeonatos. Eso es un punto a favor, pero también uno en contra, porque les añade presión. Como yo acudo por primera vez, no tengo nada que demostrar”, razona.

En el municipio zaragozano estará con su perro Líder, un setter inglés de cuatro años, que es el que emplea habitualmente para la caza de la perdiz. “Destaca en eso, ya que guía bastante bien y cobra muy bien, dos aspectos que, según me han comentado, son fundamentales. No lo he entrenado mucho, pero creo que me hará un buen papel”, asegura. En La Puebla de Albortón, irá también sin expectativas. “Me pareció un sitio espectacular, muy bonito, aunque muy difícil para cazar perdices, porque tiene muchas laderas con demasiada visibilidad, por lo que el ave te ve a kilómetros de distancia. Además, me han dicho que son perdices viejas, con muchas tablas, por lo que será complicado abatirlas. Pero lo que quiero es disfrutar y coger experiencia para el futuro”, sentencia.