Ray Davies es uno de los mejores compositores de la historia. Y su grupo, The Kinks, el tercero más sobresaliente del rock británico, en competencia con The Who y tras el liderazgo unánime de The Rolling Stones y The Beatles. Hace 60 años que el grupo de los hermanos Davies publicó sus primeras canciones y, por ello, nos proponen un viaje trufado de clásicos en la primera parte de The Journey (BMG), doble álbum temático que tendrá continuidad y que va más allá de clásicos de los años 60 a mediados de los 70 como You Really Got Me a All Day and All of the Nigh, Waterloo Sunset, Death of a Clown o Celluloid Heroes.

“¿Es un viaje realmente necesario?”, se pregunta Ray. Y él mismo se contesta, rotundo, con “sí, por supuesto” ante este proyecto que busca celebrar su 60º aniversario como banda –aunque llevan separados desde el siglo pasado por las desavenencias entre los hermanos Ray y el guitarrista Dave– conjuntamente con sus seguidores de varias generaciones. En principio, la idea es festejarlo con dos dobles temáticos, cuya primera parte está ya a la venta.

Disponible en HD digital, doble compacto y dos vinilos, los formatos físicos contienen un extenso libreto con fotos de la banda y notas, canción por canción, escritas por los miembros del grupo, que comparten “recuerdos del aquellos momentos, cuando se grabaron estas pistas, entretejiéndolas y desvelando detalles” en la increíble historia de The Kinks, que se formó en 1963 en Muswell Hill, al norte de Londres, por los hermanos y su amigo Pete Quaife (bajo), a quienes se unió Mick Avory (batería) en enero del 64.

La formación, que empezó con el nombre de Ravens y fueron descubiertos por Shel Salmy, han vendido más de 50 millones de discos. Esta primera parte de la antología se une a las recientes reediciones de discos como The Village Green Preservation Society, Lola Versus Powerman Part 1, Muswell Hillbillies y Everybody’s In Show-Bi, varios de ellos conceptuales. Sus canciones han sido elegidas por Ray, Dave y Mick. “Estoy encantado con lo que creo que es una selección inspiradora de nuestra música más mágica y atemporal”, según Dave.

Cuatro bloques

Los 44 temas elegidos –30 en vinilo– se entregan en cuatro bloques no cronológicos. El primero obvia sus primeros singles, Long Tall Sally y I Took My Baby Home, y se presenta como “canciones sobre convertirse en adulto, la búsqueda de aventuras, encontrar una identidad y una chica”. Arranca con You Really Got Me, cuyo riff es el más famoso del rock junto a Smoke on the Water, de Deep Purple. Proporcionó al cuarteto su primer n.º 1, abrió la senda al heavy metal y ha sido copiado hasta la saciedad, incluidos Jimmy Page, Pete Townshed e incluso ellos mismos en All Day And All Of The Night.

Este bloque incluye también It’s All Right, un r&b de ecos stonianos y armónica; Tired Of Waiting For You, con aires de The Byrds, el pop y la psicodelia; la beat, casi duduá, She’s Got Everything; la popera Stop Your Sobbing, luego versionada por los Pretenders de la exesposa de Ray, Chrissie Hynde; un Wait Till The Summer Comes Along de aires country…

El segundo bloque, con temas “de ambición cumplida, sabor amargo del éxito, pérdida de amigos y regreso del pasado”, oscila entre los arreglos orquestales de Dead End Street, el cabaré de la nostálgica Schooldays, el piano de The Hard Way, esa oda a la rebeldía y al inconformismo que es I’m Not Like Everybody Else, cantada por Dave, o I’m In Disgrace (1975), el tema más reciente del lote, un rock más corporativo y maduro.

“Días y noches de un alma perdida, cantos de arrepentimiento y reflejo de tiempos más felices”. Así presentan el tercer bloque, que recuerda el insomnio de Ray en Too Much On My Mind, un pop encantador con ecos de Rubby Tuesday; el blues acústico Nothin’ In The World Can Stop Me Worryin; los ecos psicodélicos de Days; los teclados soul de Strangers o Where Have All The Good Times Gone, un r&b en el que un adulto mira hacia atrás y se lamenta de los impuestos y las oportunidades laborales perdidas.

Finalmente, el cierre llega un bloque sobre “nuevos comienzos y amores”, con joyas como los clásicos Waterloo Sunset, la acústica Death of a clown o ese Celluloid Heroes en el que Ray se fijó en Hollywood para hablar de éxito y fracaso con citas a Greta Garbo, Bela Lugosi o Marilyn. Se unen temas más maduros como No More Looking Back o Shangri–La, con el grupo ya con problemas para entrar en listas aunque, seguramente, fue su época de más creatividad y con letras repletas de ironía sobre las clases sociales, el falso Edén de las hipotecas, las facturas… A disfrutar y paciencia para la segunda entrega.