Casi dos semanas después de su estreno, Barbie, una de las películas más esperadas de este verano, sigue arrasando en las taquillas. Este verano de 2023 no va a ser azul, claramente es rosa. Solo a nivel estatal, el film ha recaudado más de 11,5 millones de euros con más de 1,8 millones de espectadores por todo el país. Navarra no se iba a quedar atrás en esta marea rosa. El miércoles 2 de agosto, primer día del espectador de este mes, las salas de los cines Golem se volvieron a llenar como no lo hacían desde antes de la pandemia.

DIARIO DE NOTICIAS Una joven vestida de rosa compra una entrada para Barbie.

Los espectadores navarros y navarras acudían a su cita con la gran pantalla vestidos de rosa. Una prenda rosa, algún que otro complemento, mucha purpurina y ganas de disfrutar.

Así se vio en el cine Golem Baiona de Pamplona. Un cine pequeño, que para muchos ha sido olvidado a lo largo de este tiempo, pero Barbie ha supuesto una gran remontada. “Vemos las salas llenas como no se veían desde 2019, estamos muy contentos”, señaló Pablo Catalán, trabajador de los Cines Golem. Un aliciente para aquellos que disfrutan del cine y viven de ello. “Hemos tenido días que la fila llegaba hasta la calle para comprar las entradas”, destaca Catalán con alegría.

Un fenómeno social

Barbie ha supuesto en su aparición cinematográfica una revolución social. Hombres y mujeres de diferentes edades se acercan a ver la película. “Hay más grupos de chicas que de chicos, pero se hace notoria la presencia de grupos de chicos jóvenes. Nos sorprende y nos alegra a la vez”, explica Pablo Catalán. Una película que no es para niños, trata diversos temas sociales como la brecha salarial, la falta de oportunidades por ser mujer, la masculinidad frágil, el heteropatriarcado y la importancia de ser una misma. “En general la gente sale muy contenta de la película. Algunas personas se emocionan con ella, y algún chico no ha salido muy conforme, pero casos excepcionales”, añade Pablo Catalán.

“Hemos tenido días que la fila llegaba hasta la calle para comprar las entradas”

Pablo Catalán - Trabajador de Golem Baiona

Un movimiento rosa que antes de su estreno ya agotó pintura rosa, pelucas rubias y complementos de la famosa muñeca. Varias líneas de ropa han lanzado colecciones inspiradas en la famosa muñeca que nació en 1959. Todos querían sumarse a esta marea rosa. Nadie se iba a quedar atrás. Un film que ha unido generaciones y ha roto moldes de género. Porque Barbie es lo que ella quiera ser.

“Literalmente imposible ser mujer”

“Es literalmente imposible ser mujer”, dice Gloria, se puede decir que es la verdadera protagonista de esta historia. Una madre que trabaja como secretaria para Mattel y que tiene que luchar contra una hija adolescente que no quiere saber nada de las muñecas Barbie. “Tenemos que ser extraordinarias, pero no sé como siempre lo hacemos mal. Tienes que estar delgada, pero no demasiado”, una de las frases de su discurso durante la película. Nada más parecido a la realidad. Ella denuncia que tienes que tener dinero, pero no puedes pedirlo. Las mujeres tienen que ser jefas, pero no ser malas. Tienen que liderar pero no machacar. Tiene que apasionar a todas las mujeres ser madres, pero no hablar todo el día de ello. “Tienes que responder por el mal comportamiento de los hombres y si dices algo te echan en cara que te quejas”, añade el persona.

Cartel de la película Barbie. DIARIO DE NOTICIAS

En definitiva, ser mujer es imposible. Imposible ser perfecta, sumisa, adecuada, callada y de plástico. Barbie fue diseñada por Ruth Hadler en 1959 con la intención de que las niñas jugasen con una muñeca que les permitiese querer ser lo que ellas quisieran ser. Dejar de tener muñecas que representasen el estereotipo de madres y las invitase a crecer profesional y personalmente. Soñar con ser presidentas de su país, astronautas, abogadas, periodistas, doctoras, deportistas, científicas y todo aquello que pudiesen imaginar. Pero el capitalismo y el heteropatriarcado se encargaron de convertir a la muñeca de Mattel en un simple complemento del consumismo, cuando ella es mucho más que eso. Es una revolución.

Un film basado en un libro feminista

Greta Gerwing, directora del film, ha cambiado las reglas del juego. Ya que ‘Barbie' es la primera película dirigida por una mujer que ha recaudado más dinero en su primer fin de semana en cartelera. La primera de Warner en conseguir mayor recaudación monetaria en su primer lunes en taquilla superando el récord del ‘Caballero Oscuro’.

Su gran inspiración al plasmar esta historia fue el libro ‘Reviving Ophelia', escrito por Mary Pipher en 1994. Gerwig lo leyó cuando era una niña. El subtítulo del libro es Saving the Selves of Adolescent Girls’ y habla sobre cómo al llegar a su etapa adolescente, las niñas se rinden ante la presión social y acaban perdiendo su esencia. Por medio de Barbie, Gerwig crítica esa sensación que ella experimentó como les ha pasado a muchas jóvenes alguna vez. Esa necesidad de diversión y descaro que se frena por las continuas presiones sociales. Si a esto añadimos que la directora nunca tuvo una muñeca Barbie. Tuvo que comprar una casa de muñecas para estudiarla y poder ejecutar la película. Otra contradicción es que la propia Margot Robbie tampoco quisiera ser la icónica muñeca. Ella proponía a la otra famosa actriz, Gal Gadot para el papel.

La Barbie estereotípica que rompe moldes

Sin querer hacer ningún tipo de spoiler, la Barbie a la que interpreta Margot Robbie es la barbie estereotípica. Una mujer perfecta, de grandes ojos azules, cuerpo escultural, pelo rubio y mucho estilo. Hasta que un día su vida perfecta comienza a derrumbarse porque sus pies se vuelven planos y su cuerpo perfecto empieza a desaparecer. Por su mente empiezan a pasar ideas sobre la muerte. Pero en su aventura al mundo real, huyendo de esa caja de cartón rosa, descubrirá lo incómoda que puede llegar a ser la vida humana. Pasar de un mundo dominado por las barbies y el rosa, a la cruda realidad.

“Las ideas son eternas, los humanos no"

Donde las mujeres deben luchar cada día para defender su trabajo y su valía. Sus voces son silenciadas bajo la supremacía heteromasculina y desconcierta a Barbie, que se plantea qué ha hecho mal. “Tal vez ya no sea Barbie”, se cuestiona la rubia de Mattel. A lo que su creadora, sí el personaje aparece en la película, le responde “las ideas son eternas, los humanos no. Los humanos tienen que inventarse cosas como el patriarcado o Barbie para sobrellevar lo incómodo que es ser humano”. Quizá sea el momento de ser quien inventa y no la idea. Ser quien crea y no el producto. Y dejar de pedir permiso por ser simplemente humana. Como moraleja de esta historia plagada de rosa queda por añadir que es necesario bajarse de los tacones de fantasía para pisar la fea realidad en unas sandalias planas que nos hagan tocar el suelo.