Ha tardado tres años en publicar su último disco, La reina del sur. ¿Le ha costado encontrar el formato que quería?

Se han mezclado varias circunstancias. Por un lado, mi mundo es bastante ajetreado, entre los conciertos, mi vida personal… Aunque parezca una locura, no siempre es posible ir al estudio y dedicarle tiempo. También, igual que mi vida ha sido una evolución durante los últimos tres años, el disco ha ido madurando de un modo muy orgánico, sin prisa, hasta que ya había que sacarlo sí o sí, porque estaba pasando mucho tiempo.

Antes del disco hizo bastantes colaboraciones con otros artistas. Imagino que le llegarán bastantes propuestas, ¿qué criterio sigue para escogerlas?

Hay varias opciones. Yo hago la música muy de corazón, y ya el hecho de coincidir con un artista y empatizar con él a nivel amistoso suele ser un buen motivo; a veces, porque me gusta su música. Pero la verdad es que casi siempre suele ser porque conozco al artista, me gusta lo que hace y acabamos colaborando. No suelo forzar mucho las cosas. De hecho, cuando las quiero forzar, no suele salir. Las colaboraciones van surgiendo, por así decirlo.

“Igual el trap ha tocado techo, pero de repente sale un artista y lo revoluciona todo”

En estos tiempos efímeros de singles y listas de reproducción, ¿sigue creyendo en el concepto de disco como obra total?

Bueno, ahora mismo, justo después de sacar este disco, no me veo sacando otro a corto plazo. Creo que, efectivamente, necesitas tener muy claro el concepto de lo que quieres dar, o también puede ser una cosa más personal, como La reina del sur. También me gusta mucho darle vida a un single, que le haces un vídeo y te permite contar muchas cosas. Según en qué momento estés, te puede venir mejor un formato u otro.

Me ha gustado mucho la portada, obra de Sita Abellán: mezcla imaginería religiosa, brujería, tiene un toque medieval…

Yo diría que tiene un toque de brujería, sí. Es una cuestión estética que nació de Sita. Yo la interpreto a mi manera. La sangre la veo como un renacimiento, quien me conozca de hace tiempo notará un cambio en la música, va por ahí. Y el puñal, refiriéndose al pasado, a las puñaladas del pasado que dejo atrás. Cada uno lo puede interpretar como quiera.

En este disco, ha avanzado a nivel musical: el sonido es más innovador, diría que hay un salto de producción bastante grande respecto a trabajos anteriores como Ama de casa o Élite. ¿Se podría decir que ha subido de nivel?

Sí, yo lo siento así. Conforme más voy al estudio, más trabajo y más evoluciono. Pero sí, sobre todo a nivel de sonido, de producción o incluso de mi voz, de melodías y de todo eso, sí que es cierto que está en un nivel más serio.

“A nivel de sonido, de producción e incluso de mi voz, este disco está en un nivel más serio”

Ese crecimiento en lo musical no reduce el protagonismo de las letras, que quizás sean lo más reconocible de su música, su sello. Son muy explícitas y no sé si, en estos tiempos en los que se mira todo con lupa, ha caído alguna vez en la autocensura.

La verdad es que no. Yo hago la música de corazón y suelo incluir un punto de ironía y de humor. Igual a alguien que no me ha escuchado nunca le puede llamar la atención, pero yo hago música para mí y, en todo caso, también para mis fans, que ya me conocen. Igual a veces me doy cuenta de que no tengo que decir algo, pero porque no tiene sentido. No lanzo mensajes malos.

La imagen es muy potente, tanto en la portada, en los vídeo clips, en su propia estética… Todo impacta. Da la impresión de que la cuida mucho.

Sí, es una parte que me gusta y creo que tengo sensibilidad para ello. Es una manera de acompañar mi trabajo musical, no me lo imagino sin esa parte, no solo porque lo disfruto mucho, sino porque también me ayuda a contar todo lo que quiero contar y a cerrar el personaje.

Decía antes que este disco es muy personal. ¿Cuál sería el concepto que define La reina del sur?

La reina del sur es un personaje del que se ha dicho mucho, hay libros y series. Hay varias reinas del sur, pero todas tienen en común que son mujeres independientes, que igual han tenido vidas complicadas, pero eso las ha convertido en mujeres fuertes y luchadoras. Ese mundo es el que intento recrear en los shows y también es lo que cuento en el disco.

Usted viene de familia de artistas, su padre era guitarrista flamenco. La primera vez que subió a un escenario tenía solo tres años, pero creo que de pequeña no quería dedicarse al mundo de la música. ¿Cuándo sintió que este era su camino?

Pues sinceramente, bastante tarde. Cuando me quedé embarazada, no me veía sacando videoclips embarazada, así que me di prisa y saqué los primeros vídeos, que tuvieron mucho éxito. Fue un instinto que tuve. Como al año o a los dos años después de empezar a hacer música, éramos pocos en escena y teníamos bastante repercusión; me costó darme cuenta de la parte del negocio que hay en todo esto, pero cuando lo hice, descubrí que este es un trabajo como cualquier otro. Yo tenía un poco de miedo a la parte mala que tiene este negocio, pero no tiene por qué ser así.

“Cuidar la imagen es una manera de acompañar mi trabajo musical, no me lo imagino sin esa parte”

Y mirando hacia adelante, ¿le gustaría tener una carrera larga? ¿Se ve con cincuenta o sesenta años encima de un escenario?

No lo sé. Sé que voy a tener que trabajar hasta que el cuerpo aguante, como cualquier persona normal, pero no sé si será encima de un escenario. Sí que me veo activa. Lo bueno que tiene este mundo es que es super extenso, tiene muchas salidas. Pero tampoco descarto tener una carrera larga. Dependerá de cómo lo vaya sintiendo.

Actualmente, el trap y la música urbana están en alza. Usted fue una de las pioneras, ¿cómo ve el panorama? ¿Ha tocado techo o todavía le queda recorrido?

Creo que, como todo, irá evolucionado. El trap que se escucha ahora no es el mismo que se escuchaba hace cinco años. Para mí, todo el trap, el hip hop, el reguetón, el dance hall… son todo variantes y me da igual si el trap funciona mejor o peor. Igual sí que ha tocado techo, pero hay mil variantes, de repente sale un artista y lo revoluciona todo. Al final es música y eso no tiene fin.

Suele decir que La Zowi es una especie de alter ego que ha creado. ¿Hay muchas diferencias entre La Zowi y Zoe, la persona?

No, al final La Zowi sale de mi interior, fluye solo. No tengo que aprenderme ningún guion. Todos tenemos alter egos, no somos los mismos cuando vamos a recoger a nuestros hijos al colegio que cuando estamos a las tres de la mañana en un bar. La esencia de La Zowi es la misma que la de Zoe, simplemente son maneras diferentes de expresarme y de comunicarme.

Está arrancando la gira del nuevo disco. ¿Qué vamos a encontrar en Pamplona?

El show es muy chulo, tiene una parte fiestera, de bailar, y también partes más intensas, más oscuras, como de trap. Está muy bien cerrado, sube y baja bastantes veces. Queda muy guay.