Habría que consultarlo en los archivos del Navarra Arena, pero si no ha sido el más rápido, desde luego que sí ha estado entre los artistas que menos han tardado en agotar todas las entradas para su concierto en este enorme pabellón. Los once mil tiques que salieron a la venta duraron menos de veinticuatro horas. 

La semana previa a la actuación liberaron un reducido número de entradas que también volaron en cuestión de minutos. Hablamos de Quevedo, uno de los últimos grandes fenómenos de la música urbana, un chaval que causa furor entre los adolescentes y que este viernes 6 de octubre desembarcará con su espectáculo en Pamplona. A juzgar por lo que está sucediendo en otros conciertos de la gira, se prevé que el artista desate la locura entre el público navarro; en sus presentaciones, es habitual ver a los seguidores más acérrimos haciendo guardia en las inmediaciones de los recintos desde bastantes horas antes de que se abren las puertas de acceso. Su éxito ha sido tan repentino como fulgurante y, como suele suceder en estos casos, ha levantado pasiones y opiniones contrapuestas; algunos critican su capacidad artística y la futilidad de su propuesta, mientras que un público absolutamente masivo y desprejuiciado sigue con auténtica devoción cada uno de sus lanzamientos y baila al son de sus ritmos.

Pedro Luis Domínguez Quevedo tiene 22 años. Nació en Madrid, aunque vive en Canarias desde que era un niño, y en las islas dio sus primeros pasos artísticos en 2020. Fue entonces cuando, tras foguearse en el rap free style, comenzó a trabajar sus composiciones con el productor Linton. Era la época del confinamiento, y allí nacieron canciones como Luna, No me digas nada o Gris. Entre aquella primera camada estaba Ahora y siempre, que fue su primer gran éxito, alcanzando el número 19 en la lista de canciones más virales de Spotify. Después de colaborar con distintos artistas, en julio de 2022 grabó una sesión con Bizarrap, que se ha convertido en algo así como el rey Midas de la música urbana actual. Ese fue el verdadero punto de inflexión de su todavía incipiente carrera, pues ahí estaba su mega éxito Quédate, canción que, por su repercusión, ha hecho méritos para ser considerada “generacional”; solo el día de su lanzamiento ya superó los diez millones de escuchas, unos registros que solo están al alcance de un reducidísimo grupo de artistas hoy en día.

En un momento en que la música urbana y, muy especialmente, la que se conoce como latina ocupa un lugar de primacía en la industria musical internacional, no es de extrañar que el éxito de Quevedo haya traspasado fronteras y se haya convertido en una avalancha global. En los últimos meses, ha lanzado colaboraciones con otras estrellas como el argentino Rei (Fernet) o el británico Ed Sheeran (2step). 

Su voz ronca y distorsionada por el autotune se ha convertido en una de las más escuchadas a nivel mundial. Actualmente está inmerso en la gira de presentación de su disco, Donde quiero estar, un álbum en el que han colaborado Myke Towers, Omar Montes y JC Reyes. El estilo que predomina en sus canciones es, fundamentalmente, el reggaetón, aunque tampoco hace ascos a otros estilos colindantes como el trap o el rap. Unas tendencias que, ya se sabe, despiertan la perpetua lucha intergeneracional. Este viernes, cuando el termine el concierto, muchos de sus detractores más feroces se acercarán al Navarra Arena para recoger a los mayores defensores de estos estilos: sus propios hijos.