‘Paradisuaren kanpoko aldeak. Idatzi komikoak eta tristeak’ es el título y subtítulo del nuevo libro de Bernardo Atxaga, editado por Pamiela. Una compilación sobre asuntos tan nucleares como el amor, el miedo y la muerte, a los que se aproxima de forma variada y sencilla, y donde conjuga visión poética y narrativa autobiográfica.

“Este libro es una especie de manifiesto”, dijo Atxaga al presentar este martes su obra en la Escuela Oficial de Idiomas de Pamplona, mediante un diálogo conducido por Santi Leoné, vicedirector del centro, ante un público que llenó el salón de actos. El acto estaba organizado por Pamiela, Karrikiri y la propia Escuela de Idiomas

Leoné presentó a Atxaga como una figura “fundamental en la literatura vasca", y afirmó que este nuevo libro, que en castellano lo edita Cuatro Lunas con el título de ‘Exteriores del paraíso’, “puede ser un buen punto de partida” para atraer a nuevos lectores, y que al mismo tiempo reúne ecos de libros anteriores, que identificarán quienes ya conocen la obra de este escritor guipuzcoano. 

La trayectoria de Atxaga empezó en 1976, aunque se dio a conocer al gran público con ‘Bi anai’ (1985) y sobre todo con ‘Obabakoak’ (1989), PremioEuskadi y Premio Nacional de Narrativa, precedente de otros muchos títulos, donde cabe destacar ‘El hijo del acordeonista’ (2004) o ‘Siete casas en Francia’ (2009). 

Ahora, alejado de la novela, presenta un cuaderno de textos donde conviven el relato personal con el poema, la ironía fina con la narración melancólica, alrededor de asuntos que forman parte de la condición humana más primigenia. El acto sirvió para conocer, de boca del autor, el proceso de creación de esta nueva obra, y el momento de la literatura vasca. Atxaga reivindicó la validez de la cultura oral, destacó el valor reflexivo del oficio de escritor, y afirmó que a menudo escribe para “intentar entender la realidad”.