La noche que se vivirá este sábado en el Navarra Arena está llamada a perdurar en la memoria colectiva de Pamplona durante muchos años, como sigue sucediendo con los conciertos que ofrecieron Elton John y Bon Jovi en el estadio de El Sadar, en 1995 y 1996, respectivamente, o aquella mítica edición del Monsters of Rock de 1988, que reunió en la Plaza de Toros a bandas tan emblemáticas del heavy metal como Iron Maiden, Metallica, Helloween o Anthrax. No es habitual que artistas de semejante calibre se acerquen a nuestra tierra, y en esta ocasión será Sting, un histórico indiscutible del rock internacional, el que ofrecerá una actuación en la capital navarra. A las 21.00 actuará Joe Sumner como telonero y concierto de Sting comenzará a las 22.00, con las entradas agotadas hace meses.

El músico británico llega a Pamplona con su gira My Songs, un espectáculo en el que repasa las canciones más emblemáticas de toda su carrera, tanto al frente de The Police como en solitario. Un repertorio a la altura de muy pocos, pues hablamos de un artista que ha vendido cien millones de discos en el mundo y ha obtenido reconocimientos de todo tipo (dieciséis premios Grammy, un Globo de Oro, un Emmy, tres nominaciones a los Oscar…). 

Se trata de una oportunidad única para ver a una de las figuras más grandes de la historia del rock en nuestra ciudad. Esa es la valoración que hace Ramón Urdiain Esparza, Director Gerente de NICDO (empresa pública encargada de gestionar el Navarra Arena, entre otras infraestructuras): “Para NICDO y para Navarra, el hecho de que un artista internacional como Sting elija Pamplona entre las cuatro únicas ciudades de España en las que actuará con su gira My songs demuestra que el pabellón Navarra Arena está ocupando un espacio cada vez más relevante en el circuito de los recintos más importantes del país. Al mismo tiempo, formar parte de estas giras internacionales –en 2024 ya se han confirmado las de Luis Miguel, Los Tigres del Norte o Judas Priest– ayuda a que otras promotoras confíen cada vez más en el espacio, y en la región, y nos elijan por encima de otras en España. Es una cadena, en la cual los artistas nos ayudan a posicionar Navarra y ese posicionamiento atrae a más artistas y giras cada vez más potentes”.

Su historia musical

 La historia musical de Gordon Matthew Thomas Sumner (ese es su verdadero nombre), permanecerá siempre indisolublemente ligada a la de The Police, la banda que formó en 1976 junto al batería Stewart Copeland y el guitarrista de origen francés Henry Padovani, a quien rápidamente sustituiría Andy Summers, conformando así el trío con el conquistarían el mercado mundial. 

El nacimiento del grupo coincidió con la eclosión del movimiento punk en el Reino Unido y, si bien en un principio se adscribieron al mismo, tardaron poco en comenzar a desarrollar sus propias ideas, añadiendo a sus composiciones elementos de otros estilos como el reggae o el jazz. La primera canción que lanzaron, Fall out, estuvo imbuida por el espíritu del do it yourself, pues fue un single auto editado en el que ellos mismos se encargaron de enfundar cada una de las copias. Sin embargo, después de ese debut, The Police fichó por la discográfica A&M, en la que desarrollarían toda su carrera.

El éxito masivo no tardaría en llegar, pues su debut en álbum largo, titulado Outlandos d’Amour (1978) contenía hits del tamaño de Can’t stand losing you, So lonely o Roxanne (vetada en algunas emisoras de radio al tratar su letra sobre una prostituta). 

El grupo permaneció durante cinco años en activo y grabó otros tantos discos: al ya mencionado Outlandos d’Amour le seguirían Reggatta de Blanc (1979), Zenyattà Mondatta (1980), Ghost in the Machine (1981) y Synchronicity (1983). Fue un lustro de actividad frenética y éxito arrollador. De hecho, la banda se separó en lo más alto de su popularidad, con Every breath you take sonando sin parar en las radios de todo el mundo. Curiosamente, y en contra de lo que una primera escucha pudiera dar a entender, esta canción no trata de amor, o al menos no lo hace desde un enfoque romántico tradicional, sino que aborda sentimientos más negativos como los celos, la necesidad de controlar a la otra persona y la inseguridad. Sting la escribió en Jamaica, en la casa que había pertenecido a Ian Flemming (autor de la saga de novelas de James Bond). En aquellos momentos, el músico británico se estaba separando de su primera esposa, Frances Tomelty, con quien había tenido dos hijos, y estaba comenzando una relación con Trudie Styler, que sigue siendo su pareja hoy en día.

Final de The Police

Finalmente, como tantas veces ha sucedido en el mundo del rock’n’roll, una suma de excesos de toda índole (de egos, de trabajo, de sustancias, de fama…), precipitó el final de la banda. Su cantante y miembro más carismático, Sting, publicó en 1985 The dream of the blue turtles, su primer álbum en solitario, para compaginar después una prolífica carrera musical con su militancia diferentes causas sociales, tales como la protección del Amazonas o su apoyo a las personas enfermas de SIDA y a organizaciones como Aministía Internacional.

 En un plano menos mediático, también parece ser una buena persona; el promotor de conciertos Gay Mercader ha reconocido varias veces que, en los años ochenta, contrató al ex cantante de Police para tocar en el estadio del Atlético de Madrid. Debido a una serie de infortunios ajenos a su voluntad, el concierto tuvo que celebrarse en la plaza de toros de Las Ventas, que obviamente se llenó, pero con mucho menos público del que hubiese podido acudir al Vicente Calderón. El cambio de recinto había hecho que Mercader perdiese medio millón de dólares, lo que suponía su ruina económica, pero Sting tuvo el noble detalle de devolver motu proprio ese dinero al promotor.

El músico británico estará este sábado en Pamplona a partir de las 22.00 horas en el Navarra Arena con su gira My Songs