Después de dos años y casi ciento cuarenta conciertos, Morgan regresaba a Pamplona para actuar en una sala Zentral en la que habían agotado las entradas con varias semanas de antelación. Llegaban, por tanto, en un momento dulce, muy relajados y tocando de memoria un repertorio más que probado y que ya saben que funciona muy bien entre sus seguidores. El concierto comenzó en penumbra, con un tímido foco iluminando a Nina, que entonaba los primeros versos de Alone. Después, la luz se fue posando sobre cada uno de los miembros del grupo, pues todos ellos tuvieron tiempo para deleitar al público con su instrumento. Esa fue la tónica general de la actuación, con luces tenues y ningún elemento que robara protagonismo a lo que realmente importaba allí, que era la música. Siguieron con Blue eyes, algo más acelerada, con Nina animando al público a dar palmas y el público siguiendo las directrices con mucha complicidad. En esta canción, la batería fue más potente y las guitarras tuvieron más protagonismo, siempre por encima de la mullida cama de teclados que aportaban David Schulthess y la propia Nina.

Nina salió al centro del escenario para cantar en Paranoid fall. Ya lo hizo en su anterior visita a Baluarte (aquel fue uno de los primeros conciertos de presentación de este The river and the stone) y, dos años después, con ciento cuarenta conciertos a sus espaldas, se le vio mucho más suelta, por más que ella bromeara con que no se siente cómoda en el papel de frontwoman. En el fondo, eso da exactamente igual; la conexión de Nina no reside en su forma de moverse (y eso que no lo hace nada mal), sino en su simpatía innata, en la naturalidad con la que se expresa y, sobre todo, en su privilegiada voz. Sucede lo mismo con el resto de la banda, que engancha sobre por la honestidad que desprenden cinco músicos concentrados en extraer la mayor belleza posible de sus instrumentos. Una muestra de las muchas que dejaron el viernes en Zentral fue la intro de Home, una preciosidad construida a base de guitarra eléctrica y teclado que coronó Nina cuando empezó a cantar la letra.

Pura emoción, eso es lo que se vivió durante todo el concierto. Una emoción que se acrecentó más si cabe con sus canciones en castellano, caso de Sargento de hierro, ampliamente coreada por la sala. Y no bajaron las revoluciones con las siguientes, cuando Nina volvió a levantarse para interpretar desde el centro del escenario Flying peacefully y Thank you. En los bises, la cantante salió inicialmente sola para marcarse al piano una sentida versión de Volver. Después regresó el resto del grupo para encarar juntos la recta final: River, Another road y la inmensa Marry you, a guitarra acústica y voz, en la que Nina volvió a exhibir, para deleite de todos, el tesoro que brota de su garganta. Se despidieron emocionados; “Muchas gracias por estar ahí, sois un puto milagro”, dijo la cantante a su público. Pero no: el verdadero milagro son ellos.

CONCIERTO DE MORGAN

Fecha: 16/02/2024. Lugar: Zentral. Incidencias: Entradas agotadas con varias semanas de antelación. Concierto perteneciente al último tramo de la gira de su último disco, The river and the stone (después del de Pamplona, solo quedaban tres más).