¿Qué ocurre con una mente cuando se suelta el freno de la razón? ¿Quién no ha sentido alguna vez un sentimiento muy potente que le haya llevado a percibir la realidad de una manera perturbada, y eso le ha conducido a hacer un acto impulsivo? ¿Qué es una locura? Con estas tres preguntas introdujo Maite Sota Virto su última novela, Locura, editada por Pamiela, que se presentó este jueves en la librería Elkar Comedias y en la taberna Zokoa.

Además de ser una reflexión sobre el hecho de escribir una novela negra y los diferentes elementos del género noir, Locura constituye también una meditación sobre qué son las trampas de la imaginación, las obsesiones y lo que es un trastorno mental. En esta ocasión, Sota explora las características de las personalidades que la sociedad tiende a situar fuera de lo convencional y, a partir de las propias peculiaridades de los personajes y no tanto de sucesos o vivencias, construye una trama que conduce al lector por caminos en los que la realidad y la ficción se confunden. 

Se trata de la sexta novela de Sota desde su debut como escritora en 2012. Con Pamiela, es el cuarto trabajo que presenta, después de El informe Ulises, La soledad de la higuera, y Desnudas. Si bien anteriormente esas novelas reflejaban un poco más de los intereses de la autora, como la memoria histórica o el feminismo, en esta ocasión, Maite se recrea más en el hecho de escribir, en particular, una novela negra.

El libro sigue la historia de Lonsa Quijano, una profesora cuya vida transcurre entre las páginas de las novelas que consume. Sin embargo, ya nada la sorprende ni la satisface, por lo que, animada por un amigo, decide escribir su propia novela negra. Para ello se traslada a Hendaia, pero los parajes de ensueño y las personas que allí se encuentra acaban por convertirse en fuente de sospechas. “Locura es una novela negra que contiene otra novela negra, la que Lonsa se afana en escribir, intentando por un lado prescindir de lo que le irrita como lectora y, por otro, imitar lo que le parece la clave de una buena novela”, expresó la autora. 

Sota subrayó, además, que en el Estado, se publican 250 títulos al día, de los cuales en torno a un 25% son ficción o creación literaria. “Al final, muchos libros para vender. ¿Qué puede hacer la industria literaria con este problema que tiene?”, planteó.  

Con Locura, Sota intenta buscar una solución, dar un toque fresco al género noir. De esta manera, recrea una novela de misterio separándose de los cánones habituales del género. “Aparentemente no hay delito, no hay investigación criminal, no hay sospechosos, no hay todo eso que se supone que tiene que tener una novela negra, de misterio, policiaca. Pero mientras yo escribo esa novela, la protagonista, Lonsa, escribe la suya utilizando todos los ingredientes que se le suponen a una novela negra” puntualizó la autora.

Entre las dos, entre Maite Sota como escritora de su historia y Lonsa Quijano como escritora de la suya propia, crean lo que la autora describe como “una historia de espejos a veces, de equívocos, en los que la ficción y la realidad se van a ir mezclando”, a lo que añadió que “en algunos momentos puede parecer una parodia de novela negra, aunque no lo sea”.

 Sota resaltó que la experiencia de escribir Locura “ha sido un ejercicio de eliminar mucho tópico, eliminar mucho canon, mucho guión de novela negra, para hacer algo diferente”. De esta manera, presenta una novela con toques quijotescos y un elemento de sátira. “Una antinovela negra o una contranovela negra”, según la describe la autora.