Baobabs Will Destroy Your Planet está a punto de cumplir diez años como grupo.
–Sí, eso es. Eneko y yo nos juntamos en un festival en septiembre de 2014; estábamos viendo a un grupo indie de Estados Unidos, The Pains of Being Pure at Heart, y fue entonces cuando nos propusimos hacer una música de ese estilo, pero en euskera, que pensamos que no existía en aquel momento y que había hueco. Nos animamos y un mes después de aquel concierto ya habíamos grabado una maqueta con nuestras primeras cuatro canciones con Iñaki Llarena como productor.
Es cierto que grabaron su primer epé a los pocos meses de formar la banda. ¿Venían de otros proyectos? ¿Eran canciones que ya tenían?
–No. Yo había tocado la guitarra antes, pero este es mi primer grupo. Le pedí a Eneko que me diera un mes para componer algo y ver si le motivaba. Al mes me llamó y me propuso intentar llegar al festival de San Adrián. Teníamos referencias claras de grupos que nos gustaban a los dos, pero teníamos que componer, empezamos desde cero.
Se lo habrán preguntado muchas veces, pero, ¿de dónde viene el nombre del grupo?
–El nombre de aquel grupo que estábamos viendo, The Pains of Being Pure at Heart, nos inspiró. Era largo y en inglés, y queríamos algo que también fuese largo y en inglés. Teníamos la referencia común del libro de El Principito, que tiene que ir quitando los brotes de baobab para que no le destruyan el planeta. Luego investigamos más y también nos gustó la leyenda de Baobab y algunas otras cosas.
Es decir, siempre tuvieron claro que el nombre tenía que ser largo y en inglés, y las letras, en euskera.
–Sí. De hecho, el germen por el que nos juntamos los dos fue que los dos hablábamos en euskera, que nos gustaba un estilo de música que no existía en euskera… Queríamos aportar en ese sentido. El euskera es mi lengua materna, me siento más cómodo en cuanto a sonoridad, a poética…
Desde el principio empezaron a obtener premios y reconocimientos.
–Sí, la verdad es que tuvimos muchísima suerte de sacarlo tan rápido y encontrar respuesta. Creo que al principio dimos con la clave de que no había ese estilo en euskera; luego han salido más grupos indies, pero hace diez años era algo que no existía. Conseguimos algunos premios que fueron importantes para nosotros, no solo a nivel de reconocimiento; el premio de Zarata Mondo Sonoro, o el del Kafe Antzokia, que tenía una dotación económica y nos permitió grabar el siguiente disco en Abbey Road.
¿Cómo acaba un grupo de Pamplona en Abbey Road?
–Nos lo propuso Iñaki Llarena, el productor. Pensó que era idóneo para el estilo que estábamos buscando y el sonido que queríamos. Como habíamos conseguido un premio económico, nos planteó hacer el esfuerzo. Él veía la posibilidad y nosotros ni nos lo pensamos. Para mí, ese estudio es una referencia, por los Beatles y por todos los grupos que han pasado por allí.
No será tan fácil grabar allí, imagino que harán algún tipo de criba.
–Sí. Tienes que mandarles antes lo que quieres grabar. En nuestro caso, nos aceptaron y coincidió que había un fin de semana libre. Lo grabamos todo en un solo día, eso sí, por un tema económico. No teníamos para más (risas).
Aparte de la mitomanía, ¿se nota mucha diferencia técnica al grabar allí?
–Sí. Por ejemplo, el ingeniero que nos grabó a nosotros había grabado a un montón de grupos importantes, como Kasabian. La primera sensación es de “¿qué hacemos aquí?”. Creo que aprovechamos bastante bien la sala, el ingeniero… Aunque fuese un solo día, creo que lo exprimimos muy bien.
Han trabajado también con varios productores. Iñaki Llarena y Leyre Aranguren, que son de casa y tienen nivelazo, Paco Loco, que es una referencia…
–Con Iñaki y con Leyre tenemos amistad. Eneko había tocado con El Señor Ramón y lo conocía, ya tenía relación con ellos. Siempre han apostado por nosotros y por nuestras locuras. La primera maqueta la hicimos en un mes, el segundo disco, lo mismo. Siempre nos han apoyado y es una gozada tenerlos cerca. Lo de Paco Loco fue porque nos apetecía cambiar el sistema. Ya éramos cinco en el grupo y nos fuimos todos al Puerto de Santa María, una semana viviendo allí… Era otra historia muy diferente que nos apetecía probar.
Hábleme de la formación, que en estos diez años ha sufrido cambios.
–El grupo lo comenzamos Eneko y yo. La primera maqueta la grabamos con Mirentxu, ella es pianista pero no había tocado un sinte en su vida. Se fue, la sustituyó Darina, que también se fue… Ahora estamos Eneko (batería), Mirentxu (tintes), Txemi (guitarra), Adolfo (bajo), y yo (guitarra y voz).
¿Esos cambios de formación han influido en su manera de trabajar?
–Hasta ahora ha sido más trabajo de Eneko y mío. Eneko se ha ocupado más de las letras, aunque yo también he escrito algunas. Yo me dedicaba a la melodía y a la composición, y luego lo poníamos en común. Ahora llevamos unos tres años con esta nueva formación y empieza a ser todo más coral. En el último disco metimos aportaciones de otros miembros, ya no fue un trabajo tan cerrado de Eneko y mío. Ahora somos más grupo.
Empezaron muy centrados en el indie británico, pero también han abierto sus influencias.
–Sí. Empezamos centrados en el brit pop, el sonido Madchester, los Stone Roses… Ahora somos más en el grupo, llevamos diez años y sí que hemos ido metiendo otro tipo de referencias de cosas que escuchamos más. Al ser cinco, podemos meter más atmósferas y probar otro tipo de composición. Antes igual era algo más directo de guitarra, sinte y batería, casi como un power trío, pero ahora pensamos más en desarrollos y atmósferas.
Hábleme del concierto de Geltoki, en el que contarán con invitados.
–Este formato lo grabamos hace unos meses en casa de un amigo, en Ibero. Nos apetecía hacer algo más íntimo. Surgió naturalmente, últimamente hemos hecho algún acústico y nos ha gustado la forma que tomaban las canciones. Nos apetecía probar por ahí. Grabamos este formato entre amigos, con una chimenea, en diciembre… Ahí se nos ocurrió la posibilidad de traspasar esa parte de la música con poesía y pintura. Invitamos a Ventura Ruiz como poetisa, a Leire MDMI como ilustradora y a Ane Martija a cantar. Nos gustó mucho el resultado lo que habíamos hecho entre amigos, y nos apetecía hacerlo con público. El viernes es nuestro estreno. Por primera vez vamos a hacer algo de merchandising, y lo va a hacer la ilustradora, Leire. Ella es tatuadora e ilustradora, y lo va a hacer allí, in situ.
¿Harán más presentaciones con este formato?
–Nos gustaría. Tenemos que ver el feedback de la gente, ver cómo funciona, y dependiendo de eso, es posible que sí. Estaría bien tener los dos formatos: uno más eléctrico y otro más íntimo. Eso nos abre la puerta a tocar en otros espacios.
¿Y mirando más a futuro? ¿Tienen planes para grabar?
–Estamos pensando en el siguiente disco y estamos cerrando conciertos. Tenemos algo en Barcelona, estamos dentro de Girando por Navarra, tenemos un concierto en Etxarri y veremos si salen más directos, pero tenemos la cabeza en las nuevas canciones y en el nuevo disco. Si no, te pones con los conciertos y te olvidas de componer. Nos gustaría entrar en el estudio el año que viene.