Tras el pase, ayer, de A 20 pasos de la fama, organizado con el Beltza Weekend, la Filmoteca de Navarra continuará su programación del mes de septiembre este jueves 5 con la proyección, a las 19.30 horas, de la película Entre el agua y la tierra, del cineasta afincado en Navarra Karlos Alastruey.

Rodada en diferentes etapas repartidas entre verano y Navidades de 2014, primavera de 2015 y otoño de 2018 en localizaciones como el Centro de Arte de Huarte, el Palacete de Burlada y algunos espacios de Gipuzkoa, Entre el agua y la tierra se estrenó en Kimolos International Film Festival, Grecia, en junio de 2023. Desde entonces, ha obtenido diversos premios internacionales como Mejor película en Los Angeles Motion Picture Film Festival o el Europa Prize Gold 2024 en LASCIFI (Los Angeles Science Fiction Film Festival).

Amistad a prueba

El largometraje de 82 minutos cuenta la historia de dos amigas que asisten a una fiesta organizada por unos jóvenes artistas. Tras la noche, y de forma inexplicable, ambas aparecen en medio de una montaña helada. Entre las dos deberán encontrar el camino de vuelta a casa y su amistad se pondrá a prueba del modo más impensable. La idea de la película “surgió a partir de una conversación sobre la identidad humana, y, en concreto, sobre quiénes somos cada uno de nosotros si nos despojan de lo que nos viene dado: nuestro nombre, nuestra familia, nuestro país, nuestro idioma...”, comenta Karlos Alastruey. Además de esta cuestión, el filme aborda “el abismo entre sentirme identificado con una ideología, por un lado, y tomar decisiones en caliente cuando una situación te toca directamente, por otro”. 

Otra imagen de la película. Cedida

Lo etéreo y lo material

En cuanto al título, el realizador se refiere al agua como lo que “representa lo espiritual, lo etéreo que hay en mí, que se puede adaptar y cambiar de forma, y que riega y da vida a mi parte material, la tierra, menos maleable, pero que también resulta indispensable y es el sustrato de la vida”. 

Irantzu Zugarrondo e Izar Algueró protagonizan este trabajo. Junto a ellas, otros 25 intérpretes, de entre los que Alastruey destaca a Maialen Gurbindo (Chica Sobresalto), Antonio Meler, Fernando Ustarroz, Lucía Nieto, Gorka Zubeldia, Noelia Rueda, Beatriz Nieto y Rosa Nagore. En el festival de Kimolos, “el público reaccionó con entusiasmo y mucha gente nos felicitó”, y en las dos citas de Los Ángeles, obtuvo sendos premios. 

Sostiene Alastruey que esta ha sido una “obra de transición” a su etapa actual. “Posee una narrativa muy particular que puede identificarse con el realismo fantástico y el surrealismo”, apunta. Y agrega: “El tratamiento de personajes contiene características experimentales que luego se van a reconocer en obras posteriores”. Además, el trabajo con el coguionista, Javier Alastruey, y con el compositor Sergio Lasuén “me ha descubierto caminos que estoy explorando ahora con otros proyectos”, continúa.

Próximos trabajos

  • Abel Azcona. En noviembre, Karlos Alastruey estrenará el largo documental Abel Azcona: El artista detonante en el Festival del Peloponeso (Gracia). La película muestra “el efecto tan radical que produjo en Navarra Amén o la pederastia, la performance y exposición de Azcona”. En ese sentido, cuenta que es una película “dura y noesta” que deja al descubierto “las costuras de la sociedad navarra”. 
  • Amor y desamor. Alastruey trabaja también en la postproducción del corto El año en que me miraste, protagonizado por Ángela López e Izadi Pascual. Se trata de una historia de amor y desamor entre dos chicas que refleja el descenso a la locura que puede recorrer una persona cuando se deja arrastras por el desorden emocional y la sensación de abandono que produce una relación tóxica. 
  • Con Ifigenia Dimitriou. El director prepara junto a la cineasta Ifigenia Dimitriou el largo Un espejo en la oscuridad, que se rodará en Navarra. 

Viernes, 6 de septiembre

  • Taller y documental. La Filmoteca proyectará (18.15) el corto de los participantes en el 5º Taller de cine para jóvenes, y, a las 19.30, el documental Zinzindurrunkarratz, de Oskar Alegria.