La visita de la comisión de Cultura del Parlamento de Navarra al museo de Henri Lenaerts de Irurre en Guesálaz, supone un acercamiento a la labor diaria de una fundación que trabaja para mantener la esencia de un activo artístico único en Navarra. Se trata de la tercera visita parlamentaria hasta el paraje en Irurre donde se encuentra la casa museo que Henri Lenaerts eligió para continuar su proyecto vital y donde forjó el resto de su producción artística.
Y es que este escultor -que importalizó a la familia real belga- aterrizó en Navarra y por una casualidad conoció Tierra Estella, “su moto se rompió en Mañeru y ahí le hablaron de unos casas por esta zona”, comenta Julián Garrido, presidente de la fundación. “El se enamoró de este lugar que lo convirtió en su vivienda y también su estudio, tras un viaje que había realizado a la India”. Un pequeño pueblo en el que continuó su obra vinculada sobre todo al bronce y donde todavía hoy se guardan más de 3.500 obras, algunas de ellas dispersas por distintos rincones del pueblo.
Desde aquí, Lenaerts siguió manteniendo su relación con su Bruselas natal y desde aquí, viajaba también llevando en su propio coche los moldes hasta Verona en Italia, donde fundía sus esculturas de bronce con la técnica de cera perdida. “Lenaerts se quedó en lo figurativo porque eso le fue permitiendo investigar”, aseguró Garrido.
Un museo en el que sus esculturas van evolucionando tanto en las estancias internas como en los jardines con vistas al embalse de Alloz. También está intacto su estudio y el resto de la casa que acoge su obra, mientras conserva el espíritu con la que la reconstruyó: una mezcla de respeto a la arquitectura local y de empleo de un lenguaje vital en cada detalle de la casa.
De esta manera, los responsables de Lenaerts mostraron este proyecto implantado en pleno mundo rural con el fin de enseñar su “implicación y dificultades”. En este sentido, varios parlamentarios (Geroa Bai, Unión del Pueblo Navarro, PSN, EH Bildu y Contigo-Zurekin) descubrieron este rincón y conocieron también las dificultades que lo envuelven.
Tras el recorrido por el museo se realizó una reunión en la que desde la Fundación Lenaerts se hizo un recorrido por las actividades del último año. Por un lado, los que tienen que ver con las localidades del valle y también con diversos conciertos y talleres realizados en torno al museo como motor de la zona.
En este sentido, pidieron “una ley que discrimine positivamente a los museos pequeños, situados en zonas rurales en alto riesgo de despoblación que actúan como motores culturales”, aseguró Ana Liende, tesorera de la fundación, y subrayó cómo el museo colabora tanto con la Universidad, como con el concejo o el Ayuntamiento. “Hay que seguir ideando otras maneras de colaborar”. “Ha sido una reunión muy interesante y productiva. Se ha generado un espacio bonito de diálogo”, finalizó Aliende.